El Real Madrid ya conoce a sus rivales de la fase de grupos de la Champions League y la suerte no se ha puesto precisamente de su lado en el sorteo. En principio, los blancos no deberían tener problemas para meterse en octavos de final, pero en el vestuario nadie quiere confiarse. Los de Zidane han quedado encuadrados con Shakhtar, Inter y Monchengladbach en el grupo B y las reacciones no se han hecho esperar. Aunque podía haber sido peor, en Valdebebas ya lo catalogan como «un grupo muy complicado».
Todo apuntaba a que sería un grupo asequible, tras esquivar a los cocos del segundo bombo y quedar emparejados con el conjunto ucraniano, pero los dos últimos rivales no pudieron ser peores. Inter y Monchengladbach, los dos equipos más complicados de sus bombos, completaban el cupo. El segundo mejor de Italia, un siempre combativo equipo alemán y el frío invierno soviético hacen que los blancos no puedan confiarse si quieren pasar a la siguiente fase.
Así es como lo siente la plantilla madridista. Más aún tras lo sucedido el pasado año, en el que se jugaron su eliminación en la tercera jornada tras dos inesperados tropiezos. El mensaje que los blancos quieren que cale en el vestuario es el de que deben ir a por todas desde el primer momento en esta dase de grupos. «No podemos relajarnos», indican, conscientes de que si se da lo contrario, sufrirán para verse en octavos.
Pese a ello, los madridistas asumen su condición de favoritos. Consideran que si dan el máximo estarán en octavos de final y como primeros de grupo. Sin embargo, creen que el Inter de Conte será un serio rival en la lucha por la primera plaza. Los neroazurri vienen de ser subcampeones de la Serie A y de la Europa League y amenazan con complicar la andadura continental de los madridistas con una de las duplas más peligrosas de Europa, la que forman Lukaku y Lautaro.
