Agonizaba el partido en el Bernabéu con la soga apretando y dejando prácticamente sin oxígeno al Real Madrid cuando Fede Valverde se giró y conectó una volea ganadora. Inapelable para Unai Simón. Inapelable para el Athletic, encallados en la orilla de puntar en el feudo blanco después de tanto remar. E Inapelable también para la Liga, a la que todavía le quedan juicios que celebrar.
En Barcelona se frotaban las manos con el desenlace de la jornada, toda vez que los de Flick remontaron al Celta y el Atlético, aspirante desde la distancia, se descolgó definitivamente con su derrota contra Las Palmas. Era el turno del Real Madrid, que parecía quedarse a medias en su objetivo de alargar lo máximo posible el campeonato liguero. El Athletic en general y Unai Simón en particular le habían negado el gol en varias ocasiones
También el VAR, que anuló el de Vinicius por fuera de juego previo de Endrick. Se daban de bruces los blancos hasta que apareció la volea salvadora de Valverde para disipar el horizonte del Madrid en Liga. Mantiene a los de Ancelotti a cuatro puntos del Barcelona y con un Clásico liguero por disputarse. Todo ello con el salvavidas de la temporada, la final de Copa del Rey, a la vuelta de la esquina.
El gol salvador, otra vez en la prolongación, hizo justicia al mejor segundo tiempo del Real Madrid, que se mereció ganar y lo acabó logrando para seguir manteniéndose a esos cuatro puntos del Barcelona que hoy parecen un mundo, pero quién sabe lo que está por pasar en las jornadas que todavía le quedan a esta Liga.
Fue el único momento realmente para celebrar del Real Madrid, que cuatro días después de entregar la corona de la Liga de Campeones al caer ante el Arsenal parecía que iba a dilapidar también todas sus opciones o casi todas en el torneo doméstico.
