Ramón tenía razón

Fue extraño que Xabi Alonso apostase por tres atacantes ante el PSG

Ramón Álvarez de Mon
Ramón Álvarez de Mon.

Demasiado claro. Así fue el baño que le dio el PSG al Real Madrid y que acabó con la aventura mundialista para el conjunto madridista. Extrañó que Xabi Alonso apostase por los tres atacantes y, desde luego, condicionó todo que Asencio y Rüdiger regalasen los dos primeros goles en apenas diez minutos, pero la sensación es que hoy la diferencia entre ambos equipos es ésta y que los parisinos se habrían impuesto con claridad de igual forma.

Luis Enrique explicaba tras el partido en la rueda de prensa que son dos proyectos incomparables: uno, el suyo, lleva dos años completos y el Madrid de Xabi en cambio lleva sólo seis partidos y este reto llegaba demasiado pronto. Un mes de entrenamientos, preparativos de cada partido, con un equipo muy fatigado física y psicológicamente. Era difícil. Sin embargo, y sé que voy contracorriente, creo que este mes de Xabi Alonso ha sido enormemente provechoso. El técnico tolosarra conoce mejor hoy a su plantilla y podrá exigir cambios al club con mayor autoridad. En el camino ya se han visto mejoras claras en el equipo que poco a poco ha podido ir introduciendo Xabi Alonso.

Pese a que se va a hablar ahora mucho de fichajes y ventas, y en parte está justificado, no podemos olvidar cuál era el status de muchos jugadores del PSG cuando repetidamente fracasaban en Europa. Hoy nadie duda de jugadores que hace poco eran sospechosos y nadie reclamaba parea sus equipos. El enorme trabajo de Luis Enrique ha propiciado que podamos ver la mejor versión de estos jugadores que ahora son referencias. La plantilla del Real Madrid tiene carencias, pero también tiene mucho más de lo que ahora aparenta. Necesita más trabajo en la buena dirección. El Camavinga de dentro de un año bien podría tener la consideración de Fabián hoy, por poner un ejemplo.

Pero toda capacidad de mejora del equipo pasa por bajar de una vez los pies a la tierra y asumir que hay que empezar de cero. Los jugadores del Madrid ya no son los vigentes campeones ni de la Champions ni de la Liga. Deben volver a ponerse un mono de trabajo que se abandonó en el éxito y tras la llegada de Mbappé. Desde la humildad se pueden volver a recuperar ciertas sensaciones que llevaron al éxito en el pasado reciente. Si fuera Xabi Alonso, yo empezaría por exigir más trabajo al mejor: si el técnico del Madrid consigue que Mbappé suba su implicación en el trabajo, el resto se sentirá obligado a seguirle. Algo muy parecido ha ocurrido con el PSG y Dembélé.

Xabi Alonso va a tener tiempo y los focos de la afición y del club no está sobre él sino sobre los jugadores. Debe aprovechar esta situación para iniciar, ahora sí, un nuevo ciclo.

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