Un Real Madrid torrencial arreció en Ipurúa. Fueron 45 minutos memorables en los que el equipo de Zidane desplegó un repertorio de escándalo con un fútbol total. Fue sin duda el mejor partido del equipo blanco desde que Zizou volvió al banquillo del Bernabéu. Benzema, con un doblete, Sergio Ramos y Fede Valverde firmaron los goles de la exhibición madridista ante el Eibar.
Rotaba Zidane, pero menos. Descansaba Rodrygo después de su exhibición en Champions League. También Kroos. Entraban Modric y Lucas Vázquez, el protegido de Zizou. El resto, los mismos de los últimos partidos con Valverde consolidado como titularísimo y Mendy en lugar del lesionado Marcelo.
El cielo caía sobre Ipurúa. Diluviaba. Y el Real Madrid arreciaba oleadas de fútbol. Toque rápido, vertiginoso y mucho movimiento entre líneas de los futbolistas. La salida en tromba de los blancos sorprendió al Eibar y a Mendilibar, acostumbrado siempre a mandar de local.
El juego fluido y vistoso del Real Madrid pronto tendría su premio. En el 16 Benzema se marcó un jugadón espectacular en el área. Bailó chotis con la pelota en una baldosa de césped y sentó a su par. Su disparo fue rechazado por la zaga armera pero el rechace le cayó a Hazard y de nuevo a Benzema que marcaría en el segundo palo.
Eibar vs Real Madrid: Recital del Real Madrid
Dos minutos después y con el Real Madrid desatado al ataque, llegó el segundo. Fue después de un penalti que provocó un Hazard que estaba firmando sus mejores minutos de blanco. Lo marcó Sergio Ramos con solvencia, como siempre. Los de Zidane encarrilaban el partido en Ipurúa en 20 minutos de auténtica exhibición futbolística.
El partido de los de Zidane era para frotarse los ojos. Intensidad, vértigo, ocasiones, presión. El Real Madrid estaba haciendo el partido perfecto, 26 minutos de ensueño para enmarcar. Un diluvio de fútbol comandado por un ubicuo Hazard. Por fin Hazard empezaba a ser Hazard. Con tamaña exhibición de juego era normal que siguieran lloviendo goles. El tercero también llegaría de penalti, provocado esta vez por Lucas Vázquez. Sergio Ramos se lo cedió a Benzema y el francés selló su doblete y alcanzaba la cúspide en la batalla por el Pichichi de la Liga.
Con el partido resuelto y el Eibar demolido el Real Madrid no levantó el pie y continuó su recital futbolístico. Alargó el ritmo hasta el descanso y completó una primera mitad primorosa e inesperada, los mejores 45 minutos desde el regreso de Zidane al banquillo del Bernabéu. Como diría Jesulín, en dos palabras: im-presionante.
Eibar vs Real Madrid: Diluvio de fútbol
En la reanudación se replegó algo el Real Madrid y concedió el balón al Eibar para buscar descaradamente la contra. No corría peligro el resultado y tampoco era plan de seguir a toda mecha en pleno diluvio, que ese sí que no había amainado ni gota.
Se estiró el Eibar y generó un par de llegadas al área de Courtois, que por fin salía en plano. La tuvieron Escalante y Arbilla pero no acertaron con la portería. Era lógico que el Real Madrid se tomara un respiro después de su derroche en el primer tiempo, pero aun así le dio para hacer el cuarto. Lo marcó Fede Valverde con un tiro raso desde la frontal al más puro estilo Kroos.
El guión del partido había cambiado pero el Real Madrid seguía estando más que cómodo. Aunque el Eibar monopolizaba la pelota el peligro lo ponían los de Zidane. Era un dominio estéril el del equipo armero porque los blancos respondían con unas contras mortales de necesidad.
En el 70 y con todo el pescado vendido Zidane hizo dos cambios de golpe: Isco por Valverde y Vinicius por Hazard. Quizá era buen momento para que el brasileño, que lleva mustio toda la temporada, se reivindicara a campo abierto. El Eibar, por su parte, era una oda a la impotencia. No traducía su dominio territorial ni en llegadas ni en ocasiones.
Brahim fue el último en saltar al impecable césped de Ipurúa en pleno diluvio. Sustituyó a un desfondado Lucas Vázquez, que se había matado a correr como siempre. Eran ya los minutos de la basura, que se fueron consumiendo sin grandes cosas y el Real Madrid acabó sellando su impresionante victoria en Eibar. Ahora sí, parece que Zidane ha dado con la tecla.