El Real Madrid sigue pendiente de Erling Haaland. En la cúpula blanca le quiere, gusta mucho y consideran que puede marcar un época en el club como lo han hecho otros tantos delanteros en la punta de lanza blanca. El plan inicial del club merengue pasaba por abordar su fichaje el próximo verano, en 2022, cuando en el contrato del jugador del Borussia Dortmund se desbloqueaba una cláusula que le permite salir por 75 millones de euros, una auténtica ganga a tenor del abrumador ritmo goleador del jovencísimo ariete desde que se instaló en la élite.
No se debe descartar en cualquier caso que el equipo blanco intente ejecutar una compra este verano si el fichaje de Kylian Mbappé acaba convirtiéndose en una quimera también en estas semanas. El francés es la prioridad pero sus papeles se puede invertir si desde el Paris Saint Germain no ceden ante su deseada marcha.
Un contratiempo en toda esta historia podría ser el Chelsea. El conjunto de Roman Abramovich tiene decidido romper la banca un verano más. Si el pasado verano invirtió unos 140 millones de euros para ejecutar los fichajes de Timo Werner y Kai Havertz, este verano podría irse hasta los 175 kilos. Es la cantidad que los blues están dispuestos a ofertar por el delantero del momento al BVB, una cifra salvaje que difícilmente los alemanes rechazarían.
La economía del Chelsea va bien. Roman Abramovich volvió con fuerza el verano pasado y quiere que queda claro en este que su músculo financiero permanece ejercitado. Según 90min, la oferta sería de 150 millones de libras, lo que al cambio rozan los 175 millones en euros. Es una cifra prohibitiva en condiciones normales para casi cualquier club europeo que no esté gobernado por una gran fortuna detrás. En España, los problemas financieros del Barça son más que evidentes y en el Real Madrid, pese a su perfecta gestión ante la crisis del Covid-19, tampoco pude soltar tal cantidad por un único futbolista.
El interés del Chelsea por Haaland no es nuevo, llevan desde diciembre monitorizando al futbolista, valorando cada cualidad y calibrando su necesidad dentro de la plantilla que a día de hoy posee el actual campeón de la Champions League. Thomas Tuchel quiere a un delantero para reforzar una zona donde solo tiene a Tammy Abraham y al veterano Olivier Giroud, con 34 años ya.
Lukaku está descartado
Pese al fuerte interés por el noruego, la primera opción que contemplan en la directiva blue es un ex. Romelu Lukaku es el ojito derecho de Abramovich y le encantaría volver a contar con él en este nuevo proyecto. Su temporada en el Inter de Milán ha sido brillante, decisivo en cada encuentro y abrumador ante casi cualquier zaga. Pero se considera que su salida de Italia es difícil tras la gran venta que efectuaron con Achraf, que alivia notablemente las arcas de los nerazzurri.
Descartado Lukaku, el objetivo del Chelsea pasa a ser Haaland. La posibilidad de que el jugador el próximo curso esté tasado en solo 75 millones de euros, 100 menos de lo que están dispuestos a pagar por él, preocupa a los ingleses que estarían dispuestos a firmarlo ya por tal cantidad para no entrar en una puja salarial por el futbolista ante los numerosos clubes que intentarían convencerlo.
El Chelsea llevaría ya semanas negociando con el noruego y su agente Mino Raiola, con el que existirían entendimiento y con el que, según 90min, no habría problemas para alcanzar un acuerdo por él y existiría deseo de mudarse a Londres para jugar en Stamford Bridge. El objetivo de los blues es que la cifra no llega hasta esos 175 millones de euros, cifra tope a la que están dispuestos a acceder, y que está algo por debajo en torno a unos 155 millones.
Para esquivar un posible problema con el Fair Play Financiero, el Chelsea querría fraccionar el pago de la operación en varios años, algo que deberían negociar con el Borussia Dortmund. Es una oferta difícil de rechazar para el club alemán, incluso tras la gran venta que han logrado con Jadon Sancho, que firma finalmente por el Manchester United tras un par de veranos intentándolo a cambio de 85 millones.
