Eduardo Camavinga nunca podrá olvidar este 8 de septiembre, día en el que ha sido presentado como nuevo jugador del Real Madrid. El joven futbolista confesó estar cumpliendo un sueño de niño, un logro que cobra más significado después de la difícil vida que ha tenido él y su familia. El nuevo jugador del conjunto blanco nació en un campo de refugiados en Angola, donde su familia se había desplazado huyendo de la guerra en la República Democrática del Congo. «Evidentemente haber tenido que escapar de la guerra me ha podido ayudar, hacerme más fuerte», reconocía Camavinga en el acto de presentación como futbolista del Real Madrid.
Están siendo unos días muy emocionantes para Eduardo Camavinga. Su fichaje por el Real Madrid le ha permitido cumplir un sueño de niño para alguien que no tuvo una infancia cualquiera. Su familia tuvo que huir de las guerras en la República Democrática del Congo y se refugió en Cabinda, un enclave angoleño situado en medio del propio Congo. En el campo de refugiados de Miconje, el 10 de noviembre de 2002, nacía Eduardo Camavinga.
Al poco tiempo la familia consiguió emigrar a Francia, primero con una parada en Lille y después en Fougéres. «Vinimos para huir de la guerra, hemos tenido que batallar mucho, el fútbol ha sido mi forma de evadirme», explicaba Eduardo Camavinga. Una manera de evadirse y en la que no tardó en resaltar en la escuela de fútbol a la que su padre le apuntó, captando pronto la atención del Rennes, que lo fichaba en 2013.
Con apenas 16 años y 5 meses, Camavinga disputó un minuto en un partido ante el Angers de la Ligue 1, siendo uno de los jugadores más jóvenes en debutar en una liga europea. La siguiente temporada, ya con un hueco en el primer equipo, el centrocampista se convirtió en el jugador más joven en dar un pase de gol en el campeonato francés. Camavinga fue siendo cada vez más habitual en el equipo hasta ganarse entrar en la convocatoria de la selección francesa, una vez nacionalizado en 2020. En su primer partido como titular con Francia, marcó un auténtico golazo en un encuentro amistoso que se saldó 7-1 ante Ucrania. Ese día se convirtió también en el jugador más joven en jugar con la absoluta desde 1914.
De una infancia difícil a un sueño hecho realidad
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En su presentación como nuevo jugador del Real Madrid, Eduardo Camavinga recordaba su difícil infancia. «Sobre todo es que mi familia me ha ayudado mucho y cuando juego, juego por ellos. Esto me ha hecho más fuerte», comentaba el centrocampista destacando la importancia de su familia en su camino hasta hacer realidad su sueño.
Huir de la guerra no ha sido el único episodio duro en la vida de Eduardo Camavinga. También en Francia, cuando vivía en Fougères, una pequeña ciudad de la Bretaña francesa, vio desde el colegio cómo su casa se quemaba en un incendio. Atrás queda todo aquello, y ahora a los 18 años, ha dado el gran salto de su vida y le llega la oportunidad de jugar en el Real Madrid para seguir creciendo y evolucionando rodeado de los mejores.