Bellingham no es suficiente
El Real Madrid no pasó del empate ante un Betis a pesar de que Bellingham abrió el marcador
Un golazo de Ruibal desde casi 30 metros hizo justicia al buen partido de los verdiblancos y a la discretísima actuación del equipo de Ancelotti
El Real Madrid fue Bellingham y nada más en el Villamarín, pero con Bellingham solo no basta. Un zapatazo de Ruibal igualó el tanto inicial del inglés y rescató un punto para un Betis que lo mereció de sobra, porque el equipo de Ancelotti completó un partido perezoso y ramplón. Lunin fue titular, igual que Modric, que se enfadó cuando Carletto le sustituyó tras su discreto partido. Si el Girona gana este domingo al Barcelona, los de Michel serán líderes de la Liga.
Ancelotti, que miente más que Pedro Sánchez, apostó por Lunin. Si hace unos días aseguró que jugaría Kepa en cuanto estuviera listo, ahora donde el italiano dijo Kepa dice Lunin y se queda tan pichi. Cosas que se consienten a Carletto porque cae bien y levanta la ceja, pero que si las hiciera otro sería fusilado al amanecer o puesto en la frontera. Más allá de Lunin la alineación del Real Madrid no alumbraba sorpresa alguna.
Al Real Madrid le vuelve a tocar Soto Grado, el árbitro del «habéis tenido 90 minutos para marcar» https://t.co/2OrFNcJ4Kd
— okdiario.com (@okdiario) December 7, 2023
Lucas Vázquez entraba por Carvajal, el último en unirse a la cola de lesionados del Real Madrid que es como El Juego del Calamar: cada partido cae un jugador nuevo. El recuperado Modric recuperaba también su sitio para desgracia de un Ceballos que está en pretemporada. Arriba repetía Brahim como pareja de Rodrygo, así que Joselu se sentaba en el banquillo con su higuainesca mochila de goles fallados. Sin novedad en el resto: Rüdiger, Alaba y Mendy completaban la defensa; Kroos, Valverde y Bellingham al lado de Modric en el centro.
Enfrente el Betis de Pellegrini, fugaz entrenador del Real Madrid que se quedó a un si es no es de ganarle la Liga a Guardiola. Y de Isco. Redivivo y vuelto de entre los muertos cuando nadie lo esperaba después de tres años de catalepsia futbolística. El malagueño aún está a tiempo de parecerse a sí mismo, puede que ya no a su mejor yo, pero sí a un Isco que pueda ganarse la vida jugando al fútbol.
El partido nació tranquilo quizá para hacer honor a la hora de la siesta. Hubo que esperar seis minutitos para que Modric se asomara al área grande para cabecear con la nariz un amable centro de Rodrygo. El remate fue defectuoso y el balón se marchó desviado. Manejaba la pelota el Real Madrid y defendía con orden el Betis.
El Madrid manda al paso
Cocinaba el partido el Real Madrid con parsimonia. En el minuto 9 Rodrygo reclamó penalti por un agarroncito de Ruibal. Soto Grado, par variar, se hizo el ciego. Respondió el Betis con una ocasión clamorosa de Isco, que remató picuda dentro del área una asistencia de las que a él le gusta tanto repartir. Respiró Ancelotti, que aún rumiaba su enfado con el colegiado por el penalti que se fue al limbo sin que se revisara siquiera.
El dominio del Real Madrid se tradujo en un gol anulado a Rodrygo por un fuera de juego de medio flequillo si uno se fía de las líneas del VAR esta. Los blancos, negros en el Villamarín, empezaban a llevar muchas veces el cántaro de la pelota a la fuente de gol. El Betis no encontraba la forma de detectar a Rodrygo, emboscado en la izquierda, ni a Brahim, que partía de la derecha.
Dormitaba el Real Madrid sin el balón, incluido algún despiste de Mendy, ese extraterrestre hecho lateral izquierdo. A la media hora tuvo que aparecer Lunin para sacar un disparo de Ayoze a bocajarro. Repitió ocasión el Betis en un disparo cruzado de William José que se marchó desviado a la izquierda de Lunin.
Las dos ocasiones asustaron al Real Madrid, que aceleró para sacudirse la presencia del Betis cerca de su área. El partido devino en correcalles. Rui Silva emergió para sacar tres manos heterodoxas pero efectivas. El primer tiempo se esfumaba pero antes Alaba dispuso de una falta directa que se marchó a la izquierda de la portería verdiblanca.
Bellingham da primero
Regresamos del descanso con el mismo ritmo tedioso. En el 50 Isco volvió a dar un susto al Real Madrid al ganar la espalda a Alaba y plantarse solísimo ante Lunin, que le acortó el espacio y se le echó encima en el mano a mano. Segunda intervención de mérito del portero ucraniano, que reivindicaba su buen momento en el Villamarín.
Y de la ocasión de Isco llegó el zasca del Real Madrid. Lo dio, por supuesto, Bellingham. El inglés inició la jugada por la izquierda y se apoyó en Brahim, que le regaló una majestuosa asistencia picadita a su desmarque de ruptura. Bellingham la pinchó con el pecho y batió a Rui Silva con elegancia. Otra vez Bellingham rescataba a un Madrid mustio y romo.
El Betis acusó el sopapo y el Real Madrid pudo hacer el 0-2 si Rodrygo, que había protagonizado otra jugada venenosa en el área, no hubiera estado tan egoísta. El brasileño se marcó un Juan Ortega y plantó a Brahim en el altar del gol. Se la jugó él solito y la echó fuera.
El Madrid empezó a pensar que había ganado el partido, pero nada más lejos de la realidad. En el 66 igualó el Betis con un disparo lejanísimo de Ruibal al que nadie trató de encimar porque los jugadores de Ancelotti regresaban caminando en la transición. La pelota se coló pegada a la escuadra de Lunin, que se tiró tarde aunque poco podría haber hecho de haberse tirado a tiempo.
Empata el Betis, se enfada Modric
Ancelotti sacó del campo a Modric en el 70 para meter a Ceballos. El croata ya no es ni su sombra y encima se marchó enfadado y pegando coces a las botellas de agua. En el 77, con el Real Madrid desorientado, Carletto metió a Joselu por Brahim. Y luego, de golpe, otras dos sustituciones: Nacho y Nico Paz por Lucas y Kroos.
Pero al Real Madrid se le había agotado el tiempo. Se vio con los tres puntos en el bolsillo y acabó compuesto y con uno solo. Y gracias porque Isco pudo haber logrado el 2-1 si no se hubiera interpuesto el palo. Tampoco se habían merecido más los de Ancelotti en un partido discreto en el que el gol de Bellingham no fue suficiente para que los blancos asaltaran el Villamarín, así que el Girona tendrá este domingo el liderato a tiro de una victoria ante el Barcelona en Montjuic. Y más de un madridista lo firmaría.