Hazard fue la sorpresa de la convocatoria y fue una sorpresa que disputase unos minutos ante el Borussia Mönchengladbach, pero la delicada situación del encuentro, donde el Real Madrid perdía 2-0 y se complicaba mucho la vida en la Champions, obligó a Zidane a dar entrada a lo mejor que tenía y lo mejor, sin duda, es el belga.
Eden saltó al Borussia Park más fino y con ganas de tirar del carro. De ser el hombre que se echase a su espalda a un equipo que estaba jugando bien al fútbol, pero incapaz de hacer goles. Y él lo intento, aunque no mejoró esta faceta. Participativo en los primeros compases del encuentro en el apartado ofensivo, la gran ocasión que tuvo la erró. Un gran pase de Benzema lo mandó al lateral de la red cuando el banquillo madridista ya se preparaba para cantar gol.
Su participación en el encuentro fue de más a menos. Normal cuando uno debuta un 27 de octubre en la presente temporada y no juega desde agosto. Lo que está claro es que el Real Madrid ya ve brotes verdes en el belga. Su presencia va a ser clave para conseguir éxitos esta temporada, empezando por lograr el pase a los octavos de final de la Champions, algo que en estos momentos no está nada fácil. Por el momento los madridistas son últimos con un punto, aunque el segundo clasificado tiene dos y el líder está a tres.
A partir de ahora llega la hora de Hazard. Eden tiene que dar un paso al frente tras una primera temporada marcada por las lesiones, igual que el comienzo del presente curso. Pero el belga ya está recuperado, las molestias son cosas del pasado y ahora por delante sólo tiene que centrarse en sumar para convertirse en el jugador que marque la diferencia dentro de la plantilla de Zinedine Zidane.
