Por fin Marco Asensio tuvo el partido que tanto tiempo llevaba buscando. Lo necesitaba como la humanidad la vacuna del coronavirus. Esa que en España nos van a empezar a poner a partir del 27 de diciembre. El balear no fue titular ante el Granada. Otra vez, y ya van seis seguidas, comenzó el choque en el banquillo y salió con el encuentro ya avanzado. En esta ocasión no mucho, ya que sustituyó a Rodrygo a los 36 minutos. El brasileño cayó lesionado ante los andaluces y abandonó el terreno de juego en camilla y visiblemente dolorido.
Asensio saltó con ganas de demostrar. Ya le tocaba. Desde que reapareció tras superar la lesión que sufrió en la rodilla había dejado destellos, pero todavía no había mostrado su mejor versión. Esa que sí se vio en el segundo tiempo frente al Granada. Con el partido poniéndose muy complicado para los intereses madridistas, el balear empezó a agitar un encuentro que él mismo se encargó de revolucionar para que los blancos terminasen ganando. Desde la izquierda, donde parece que ahora se siente más cómodo, jugó, encaró, fue un quebradero de cabeza para la zaga andaluza, estuvo a punto de hacer uno de los goles del año con un taconazo que se estrelló en el poste y dio la asistencia a Casemiro que sirvió para que los de Zidane inaugurasen el marcador.
Asensio lució su mejor versión ante un Granada peleón que le puso las cosas muy difíciles a los de Zidane en el estadio Alfredo di Stéfano. Marco demostró que cuando está de dulce es uno de los mejores jugadores de la plantilla de Zinedine Zidane, aunque es evidente que necesita continuidad y mantener alto su nivel. Nadie por Valdebebas duda de su calidad, pero tiene que volver a recuperar una confianza que le llegará con la suma de partidos. La duda es si Zidane se los puede dar. Lo que está claro es que ante los de Diego Martínez brilló y el deseo de todos -jugador, entrenador y club- es que lo siga haciendo.
2021, un año lleno de retos
Asensio ha llegado como el turrón, por Navidad. Aunque realmente el balear lo que espera es tener un 2021 mucho mejor que 2020 y, evidentemente, 2019. Hace dos fue el de su lesión, el de la recuperación, el del dolor. Donde sufrió y tuvo que luchar contra todo para superar una grave dolencia frente al Arsenal en pretemporada. 2020 fue el año del regreso. El de volver a sentirse futbolista. La pandemia le permitió jugar el tramo final de temporada y con la nueva temporada aparecieron nuevos retos.
Durante estos meses no ha terminado de romper, pero con la llegada de 2021 tratará de recuperar su mejor versión. Ante el Granada puso la primera piedra, pero aún tiene que dar más. Por delante los retos son mayúsculos, ya que tiene que convencer a Zidane de que es titular y a Luis Enrique de que tiene que estar entre los 23 elegidos para disputar la Eurocopa. A su favor cuenta con que ambos le esperan con los brazos abiertos.
