Acudía Ancelotti a la sala de prensa del Pierre-Mauroy de Lille menos serio de lo habitual, y eso que había motivos para estar enfadado. Muchos motivos. Su equipo no carbura. Realmente, no lo hace desde el pasado 1 de junio de 2024, cuando volvió a ascender a los Olimpos del fútbol ganando la Decimoquinta en Wembley. La realidad es que los blancos no han estado redondos en ninguno de los once partidos que han jugado este curso. Han tenido buenos momentos, han ganado un título, pero nada perfecto. Muy lejos de lo que se espera del que es para muchos el mejor equipo del mundo con, posiblemente, los tres mejores jugadores del planeta.
Lille ha sido, posiblemente, un antes y un después para este Real Madrid. Los blancos tienen dos opciones. Reaccionar desde el próximo sábado venciendo y convenciendo ante el Villarreal en el Santiago Bernabéu o entrar en una espiral peligrosa con aroma a crisis. No quería decir Ancelotti en rueda de prensa que la luna de miel en la que llevaba muchos meses instalado se ha terminado a las primeras de cambio, aunque, como mínimo, llega el momento de aparcarla.
Ancelotti, al contrario de unos jugadores que se han querido escudar en el calendario para encontrar una explicación ante tremendo partido, no ha buscado excusas. El italiano ha dejado claro que este duelo tiene que ser un antes y un después, como aquella derrota el pasado enero en el Metropolitano en los octavos de final de la Copa del Rey. El problema, como también ha señalado el entrenador, es que las sensaciones son diferentes.
Y es que, las sensaciones que transmite actualmente este equipo es una falta de fútbol alarmante. Los blancos no son capaces de encontrar su fútbol y empiezan a pagarlo. Este curso se han estrellado en Mallorca, Las Palmas, donde empataron, y Lille, mientras que vieron como se escapaba la victoria en el último minuto en el derbi ante el Atlético de Madrid del Metropolitano. El sábado, contra el Villarreal, debe ser el punto de inflexión.
Mente fría tras la derrota
Lo que tiene claro Ancelotti y su cuerpo técnico es que deben analizar esta derrota desde la frialdad. «No se puede tirar todo a la basura», decía el italiano en rueda de prensa y puntualizaba que había que tener «mente fría».
«Es difícil evaluar el partido de hoy. Lo hicimos todo mal: con balón, la transición, la intensidad, perdimos los duelos… Tenemos que mirar las cosas con la mente fría y no tirar todo a la basura, pero hay que mejorar. Nos ha costado generar y crear. La posesión de balón ha sido lenta y con pocas ideas. Tenemos delanteros que necesitan un juego más vertical de lo normal y si juegas lento es un problema», aseguró el italiano en rueda de prensa.
El Real Madrid comenzará a analizar este paso atrás que ha dado el equipo desde este jueves a las 16:00 horas, cuando comenzarán a preparar el partido contra el Villarreal del próximo sábado. Ancelotti tiene trabajo por delante y, en este momento, sabe perfectamente que su equipo no puede cometer más errores. Ganar es obligación.