El Real Madrid, campeón de la Supercopa en un Clásico de infarto (72-67)

El SuperMadrid vuelve a tumbar al Barça

El Supercampeón, y van tres consecutivas, vuelve a ser el Real Madrid. El vigente ganador del torneo de campeones se proclamó vencedor (72-67)  de la Supercopa Endesa en la final de Tenerife, de nuevo ante un Barcelona que sigue en blanco y sin culminar lo que se presume como una superplantilla. Campazzo y Abalde fueron los líderes de un equipo que supo sufrir y marcó la diferencia en los minutos finales, con un Rudy estelar en defensa y un grupo acostumbrado a los éxitos y que vuelve a demostrar su supremacía en las competiciones nacionales.

Los alicientes en un Clásico se dan por descontados, pero después del doble fracaso en Liga Endesa, en el que Baskonia le birló a ambos el título, la primera final de la temporada adquiría una importancia extra, aunque sólo fuera para comenzar con buen pie y marcando territorio. Dos fichajes en cada bando, con el Barça apostando por lo estelar en la dirección de campo –Calathes– y desde el banquillo –Jasikevicius– y el Madrid por el futuro y el producto nacional, ejemplificado en las figuras de Abalde y un Carlos Alocén que se quedaba fuera de la convocatoria a pesar de su gran actuación en semis.

Los duelos directos se presuponían apasionantes, y Laso movió las primeras piezas para tratar de volcar el campo de inicio. Un solo cambio en el quinteto inicial, pero significativo. Jaycee Carroll entraba por Usman Garuba provocando un efecto dominó que desvelaba el fin. Gaby Deck haría de ‘4’, para frenar como hace un año a la estrella rival, Niko Mirotic. El canterano madridista, convertido en archienemigo, estaría respaldado por dos currantes de extrema fiabilidad como Claver y Oriola, pero sus dos faltas en los primeros minutos respondían al movimiento de ajedrez de Laso, que comenzaba ganando el duelo táctico a Saras.

El Madrid pudo liderar desde el comienzo, aunque con ventajas escasas como para imaginar un despegue tempranero. Campazzo no terminaba de dar con la tecla, aunque el plus físico del propio argentino, Abalde, Deck y Tavares propondrá una dificultad máxima a sus rivales cuando se junten en pista. La ventaja al final del cuarto, aunque mínima, reflejaba perfectamente las sensaciones. Tres arriba el Real Madrid.

Pérdidas, rebote defensivo y tiro. Pablo Laso repasaba en Movistar + las cosas a cambiar tras el descanso, al que llegó el Madrid con un cuarto de desacierto y con el Barça dándole la vuelta a la contienda, eso sí, por un solo punto. Los culés no alcanzaban la brillantez, pero con Calathes y Mirotic al 75% les bastaba para aprovechar las ventajas. Tres 2+1 consecutivos de Niko eran claves para el cambio de tendencia.

Abalde y Mirotic marcan la diferencia

La reanudación devolvió al partido un conato de mayor ritmo y tiros de tres, aunque el acierto brillaba por su ausencia. En el momento en que Mirotic y Abrines pudieron enchufar, el Barça pareció líder destacado en sensaciones, aunque no en el marcador. El Madrid estaba perdido pero encontró a su guía inesperado en la figura de Alberto Abalde. El gallego, llamado a ir ganando peso en un rol protagonista, se echó el equipo a la espalda y permitió, con la inestimable ayuda de Thompkins y su canasta sobre la bocina, marcharse con la ventaja mínima a los últimos diez.

Nikola Mirotic marcó el comienzo del último cuarto. Sobrado de calidad y en ocasiones de ego, el internacional español amasó las dos para encontrar la mezcla perfecta y ajusticiar a sus ex. Dos canastas seguidas suyas devolvieron la ventaja al Barça, de seis puntos y con poco más de ocho por jugarse, en el primer jaque al partido por parte de los de Jasikevicius. Mirotic es muy criticado en la casa blanca, pero nadie duda de su peligro y aún vigilándole se mostró imparable por momentos.

Campazzo Superstar

Era el momento de las estrellas y el Madrid no tiene ninguna como Campazzo. En una versión gris hasta entonces, el argentino se había autodeclarado insustituible, y cuando empezó a jugar, la remontada se convirtió en un hecho. Primero desde la línea y acto seguido asistiendo para un triple marca de la casa de Llull. El encuentro volvía a cerrarse con cinco minutos por jugar.

El parcial del Real Madrid no iba a frenar hasta el 13-2, pero el mismo que encendió la mecha, provocó el parón. Campazzo, con una equivocación y dos tiros libres fallados, marraba dos ocasiones de despegar definitivamente, mientras revivía un Barça, con Calathes eliminado por el camino. Heurtel entraba para tratar de igualar, pero en los ataques finales, la diferencia la marcarían los de blanco. Rudy, mal en ataque pero excelente, un día más, en defensa, protagonizaba las acciones claves, después de que el MVP Campazzo anotase la canasta de la victoria. No cambia el supercampeón. En España vuelve a dominar el Real Madrid.

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