El Real Madrid se queda ‘solo’ en Granada
El Real Madrid vivió un ambiente hostil en el encuentro ante Breogán que apunta a repetirse en semifinales. El aficionado medio tiende a ir en contra del favorito y en esta edición, la primera de la Copa con público en plena pandemia, han viajado menos madridistas
Todos contra Madrid y Barça en la Copa
Heurtel calla bocas en la Copa
El periplo del Real Madrid en la Copa del Rey 2022 no apunta a ser un camino de rosas ni en lo deportivo ni en lo ambiental. El conjunto blanco, favorito junto al Barcelona para conquistar el torneo del K.O. vivió en el primer día de competición en Granada un ambiente hostil, habitual en estas citas debido a la preferencia de la afición neutral por los equipos pequeños, pero acrecentado por la escasez de incondicionales madridistas en las gradas.
Las restricciones de público debido a la pandemia, sumadas al aforo del Palacio de Deportes de Granada, más pequeño que otras sedes pasadas de la Copa, y otras complicaciones han provocado una menor afluencia de público madridista a estas alturas del torneo, que si bien se incrementaría mínimamente, no resultará un aumento relevante en una hipotética final con los blancos en liza.
La principal peña madridista de la sección de baloncesto, los Berserkers, se sitúan en la zona superior de uno de los fondos del pabellón nazarí, aunque este año la organización madridista, a diferencia de otras ediciones previas a la llegada del coronavirus, no ha organizado directamente la compra de abonos para la Copa, sino que ha sido algo individual. Esto ha producido una compra menor del núcleo afín al Real Madrid en las gradas y, por consiguiente, una visibilidad algo menor del sector madridista en el torneo por excelencia de las aficiones como es la Copa del Rey.
Lo que sí ha gestionado la peña es la posibilidad de juntarse con los otros dos grupos merengues que han viajado desde la capital, Los Ojos del Tigre y La Gran Familia. Entre todos no superan el medio centenar de aficionados madridistas en un sector considerable, pero que se hace pequeño ante la tradicional animadversión contra el favorito, que como en tantas otras ocasiones, viste de blanco en la competición del K.O.. Además, el Madrid cuenta con otros seguidores repartidos por el resto de sectores de la grada que ayudan, con todo, a que su equipo se sienta respaldado.
La tradición de animar al pequeño
En el encuentro del jueves frente a Río Breogán, el Real Madrid vivió un ambiente en contra que, por otra parte, resulta tradicional en la Copa. Y no necesariamente va de la mano de una rivalidad exagerada o de animadversión hacia los blancos, no al menos en todos los casos.
La asistencia de público de diversos equipos, incluyendo conjuntos no clasificados, provoca una tendencia a animar al equipo teóricamente más débil, como en este caso era el Breogán, quienes pese a los kilómetros de distancia con Granada, contaron con una asistencia muy importante de público celeste para tratar de buscar una machada que estuvo realmente cerca. Fue ahí, en el final del tercer cuarto y, sobre todo, en el cuarto, cuando más ruido hicieron los lucenses, ayudados por otras aficiones, con la del Barça a la cabeza, buscando la eliminación de un Madrid que salió vivo gracias al cierre maestro de Thomas Heurtel sobre el parqué.