En la serie contra Olympiacos

Las ocho injusticias arbitrales que condenaron al Real Madrid en la Euroliga

Una eliminatoria marcada por las constantes decisiones a favor de los griegos acabó con el rey de Europa en la lona

Desde el primer partido hasta el cuarto los 'errores' de los árbitros lastraron a los blancos

Siempre que tuvieron opciones de irse en el marcador o acercarse al mismo, los trencillas irrumpieron para frenar su ritmo

El Real Madrid se despidió de la Euroliga con honores. No sólo por plantar cara a Olympiacos y tener canasta para mandar el play off al quinto partido, sino también por sobreponerse al mal arbitraje que sufrió durante toda la serie. Si ya la misión de enfrentarse al líder de la competición y, sin duda, el mejor equipo de esta temporada en Europa, era de máxima dificultad, encontrarse con cuatro tríos arbitrales distintos que le pusieron mil obstáculos en el camino hacia la Final Four acabó por condenar al rey de la competición.

No habrá viaje a Abu Dabi, donde si fuera sólo el voto del Real Madrid el que contara no tendrían lugar los últimos cuatro partidos del torneo (semifinales, tercer y cuarto puesto y final). Una decisión que puede haber estado pagando el club blanco en la cancha desde que mostró su negativa a llevar una Final Four fuera de las fronteras europeas. Sea por el motivo que sea, a lo largo de la serie ha quedado manifiesto ese privilegio arbitral hacia Olympiacos que le sostuvo en los momentos más delicados.

Siempre que el Real Madrid tuvo la oportunidad de acercarse en los dos partidos de El Pireo, pese a que en el primero los de Chus Mateo estuvieran muy lejos del nivel mostrado en los otros tres, los árbitros cortaron de raíz cada acelerón de los blancos, beneficiando directamente a su rival. A lo largo de la eliminatoria hay una serie de acciones que desembocaron en decisiones grotescas de un arbitraje dantesco.

Los dos grandes protagonistas de los continuos perjuicios al Real Madrid son Georgios Bartzokas, entrenador del conjunto heleno, y Sasha Vezenkov, uno de sus dos mejores jugadores. El búlgaro estuvo envuelto en varias jugadas polémicas con final feliz para Olympiacos, mientras que las continuas protestas del técnico heleno desde la banda, o incluso pisando el parqué, no fueron castigadas más allá que con alguna técnica aislada.

Bartzokas, protagonista

De hecho, en toda la serie sólo vio una, y fue lo mejor que le pudo pasar. Ocurrió en el tramo final del primer partido en el 7:53 del último cuarto cuando Andrés Feliz, titánico en el play off, con 75-64 lanzó un triple que si entraba acercaba a su equipo a la remontada, pero Bartzokas entró a la pista y Fall consiguió taponar su tiro. El griego se llevó la técnica, pero al considerar los árbitros que el dominicano ya había tirado cuando entró a la cancha dieron salto entre dos y dejaron al Real Madrid sin tres tiros libres. Por mucho menos, Chus Mateo fue expulsado en el tercer parcial.

Precisamente ese ha sido uno de las grandes rémoras para los blancos en el cruce. Y es que tanto en el segundo partido como en el cuarto la diferencia de criterios en las faltas descompensó muchas ventajas que podrían haber sido mayores para el Real Madrid. Del 21 a 8 a favor de Olympiacos en tiros libres en la segunda cita en El Pireo al 19-30 del segundo en el Movistar Arena, recopilando los de Chus Mateo las mismas opciones de tiro en todo el encuentro que los griegos sólo hasta el descanso.

Otra acción surrealista se produjo en el tercer partido, el único con victoria para el Real Madrid, cuando en un ataque de Olympiacos Williams-Goss, defendido por Campazzo, recibió el balón de manos de Vezenkov, quien tras soltarlo le dio un pequeño empujón en la espalda. Sin apenas desplazamiento del base, los árbitros pitaron falta a favor de los griegos al pensar que le había tocado el ‘7’ madridista.

El colmo de las injusticias contra el Real Madrid

Una de tantas jugadas que encendieron al Palacio de los Deportes, como cuando Usman Garuba y Bartzokas se encararon porque un asistente de Olympiacos no le devolvía la pelota a los blancos y se sacó técnica para el de Azuqueca de Henares y no para el entrenador griegos. Pero el gran escándalo se produjo a 3 minutos del final del cuarto partido.

Con 78-82 y pelota para el Real Madrid, Walter Tavares vio la quinta personal y era descalificado por simplemente amortiguar el choque con la espalda de Vezenkov, dejando a su equipo sin su gran pilar en el aro para los minutos decisivos. La polémica más surrealista que mermó todas las opciones de remontada del equipo merengue, que con todo y con eso estuvo cerca de lograr la machada y estirar la serie hasta una batalla final en Atenas.

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