Doncic se une al homenaje a Pablo Laso en su regreso a Madrid
Luka Doncic se unió al homenaje a Pablo Laso a través de sus redes sociales
Luka Doncic ha sido el último en unirse, a través de las redes sociales, al homenaje que le espera a Pablo Laso este jueves en su regreso a Madrid para disputar la jornada 14 de la Euroliga con el Bayern de Múnich en el Wizink Center contra el Real Madrid.
«Bienvenido de vuelta a tu casa, jefe Pablo Laso», publicó Luka Doncic en sus redes sociales varias horas antes de que el técnico vitoriano se reencontrase con el Real Madrid y con la afición madridista en el Wizink Center.
«Intento decir que va a ser un partido más, no lo va a ser seguro que no. Veré a mucha gente con la que he tenido muy buena relación durante mucho tiempo. Pero yo creo que cuando empieza el partido te olvidas un poco de todo. Me llama mi hijo Axel y me dice ‘¿has visto el mensaje de Llull?’. Y le digo no. Y me dice ‘Llull es Dios, pídele mañana una camiseta’. A mi hijo no le importa el partido, lo único que le importa es que le lleve la camiseta de Llull. Yo prefiero ganar el partido», afirmó Pablo Laso en la previa del partido.
Doncic ha sido el último en unirse a un homenaje del que ya escribió unas palabras muy bonitas en sus redes sociales Sergio Llull. El jugador del Real Madrid se acordó de manera especial de su ex técnico de esta manera: «Mañana es un partido especial. Vuelve a casa la persona que nos enseñó a ganar, la que creó nuestro estilo de baloncesto. Recibámosle como merece».
Bienvenido de vuelta a tu casa, jefe! @pablolaso pic.twitter.com/V6ygmf2qj0
— Luka Doncic (@luka7doncic) December 14, 2023
El 21 de junio de 2011, el vitoriano aceptó el reto de dirigir al conjunto madridista, el más laureado del baloncesto europeo y nacional, pero que atravesaba una sequía de falta de éxitos. Ex jugador del equipo en los 90, su buen hacer en el Gipuzkoa Basket y su baloncesto atractivo convencieron al director deportivo merengue Alberto Herreros para hacer una apuesta un tanto arriesgada. El ex base la transformó en uno de los mejores periodos de la entidad, con un récord de 860 partidos dirigidos y 659 victorias, aderezados con 22 títulos y un juego que encandiló a una afición que le agasajará en su regreso al Palacio de Deportes.
El Real Madrid acababa esa temporada 2010-2011 de volver a disputar una ‘Final Four’ de la Copa de Europa, 15 años después de la última vez, con el vasco en la plantilla, pero acabó cuarto bajo la dirección del italiano Emanuele Molin, ayudante del reconocido y prestigioso Ettore Messina, que había decidido dimitir en febrero y cuyo fichaje no se transformó en lo que se esperaba a nivel de títulos en una época donde predominaban el FC Barcelona y el Baskonia.
El equipo madrileño había levantado su última liga en el 2007, su última Copa del Rey en 1993 y a nivel continental había levantado, también en 2007, la Copa ULEB, pero en la máxima competición, la Euroliga, no levantaba el trofeo desde 1995. Y todo cambió con la llegada de Pablo Laso, no sólo en la sala de trofeos sino en reenganchar a una afición que se ilusionó y acudió con asiduidad al Palacio de los Deportes a ver el baloncesto que predicaba el equipo dirigido por el vitoriano.