Ansu Fati, la recaída que no cesa

Lo de Ansu Fati está cogiendo un color feo, muy feo. El canterano volvió a recaer en el partido de octavos de final de Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao. Por si la eliminación no fuera dolorosa de por sí, el equipo también recibió el duro golpe de la lesión del delantero, uno de los grandes nombres que esperaba el vestuario en esta segunda vuelta de competición. El Barça ya informó en su último parte médico que sufre una lesión en el tendón proximal del bíceps femoral del muslo izquierdo.

«Son días duros», decía Xavi Hernández tras la derrota de su equipo y tras ver como se marchaba su jugador al túnel de vestuario completamente desconsolado, entre lágrimas, consciente de lo que le sucedía y la gravedad del asunto. Ya había pasado por eso, sabía que sensación era, y es por ello por lo que no pudo contener las lágrimas, más de impotencia que de dolor, con las que volvía revivir de golpe el largo camino que lleva vivido en torno a las lesiones desde que se rompiera en noviembre de 2020.

Fue un 7 de noviembre de 2020 cuando Ansu Fati comenzó su tortura. En un partido ante el Betis, Mandi le entra, va al suelo, y contacta con el delantero. Su cambio, obligado, daría pie horas más tardes al parte médico oficial por parte del Barça: sufría una rotura en el menisco interno de la rodilla izquierda. Ha pasado un año, dos meses y dos semanas desde entonces y el futbolista parece haber entrado en su particular Día de la Marmota. Sus recuperaciones han sido más lentas y problemáticas de lo esperado para un chico de su edad, también ha sufrido varias recaídas que le han perjudicado y afectado tanto en su evolución como en su autoestima.

Tras operarse un 9 de noviembre, el Barça comunicó que estaría unos cuatro meses de baja Ansu Fati. El tiempo pasaba y no se habían cumplido los primeros dos meses cuando se conocía que el futbolista era sometido a un tratamiento biológico regenerativo para con el que se incentivaba y estimulaba al jugador para reaparecer cuanto antes. Mientras se decía por un lado que todo evolucionaba de manera «satisfactoria», por otro comenzaban a aparecer las dudas.

Lo que en un principio iba a ser cuatro meses pasaron a ser casi 11. El Barça no informó de nuevas operaciones pero ciertas filtraciones destacaron que había pasado hasta en tres ocasiones más durante todo este tiempo antes de su reaparición. En mayo pasó una revisión médica en Oporto buscando una segunda opinión médica ante las discrepancias y dudas con el doctor Ramon Cugat, profesional que le operó.

El 25 de septiembre de 2021, el Barça informa que Ansu Fati ha superado su lesión y le concede el alta médica, con lo que entra en la convocatoria para el partido ante el Levante de la jornada 7, aún de la mano de Ronald Koeman en el banquillo. Su reestreno fue ilusionante. Entró en la recta final del partido e hizo uno de los goles del equipo. Parecía ir todo sobre ruedas de nuevo. Un mes más tarde sintió nuevas molestias, éstas en la otra pierna por las que sería baja unos días.

Reapareció ya a principios de noviembre pero en Balaídos, donde volvería a marcar, salió de nuevo cruz. Ansu fue titular pero tras el descanso tuvo que quedarse en los vestuarios. Tras el partido se vería al jugador en muletas y el Barça anunciaba el día después que el delantero sufría una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Otros dos meses de baja y llegamos al partido ante el Athletic de Copa del Rey. Tras reaparecer con buenas sensaciones, con otro gol en la Supercopa del España ante el Real Madrid, ante los vascos se rompió de nuevo tras 35 minutos: de nuevo el bíceps femoral. Recaída, concretamente lesión en el tendón proximal del bíceps femoral del muslo izquierdo.

Desde que Ansu Fati se lesionó ante el Betis del menisco, el Barça ha disputado desde entonces 73 partidos de los que el jugador tan sólo ha podido disputar 10 partidos, lo que se traduce en el 13,69% de los partidos de los culés. En poco más de un año es lo que ha podido disputar el blaugrana con su club entre lesiones, recuperaciones y recaídas. Un futuro brillante, de ahí su renovación hasta 2027 con una cláusula antijeques, que se está viviendo interrumpido por un problema que no cesa.