El producto que está en todas las cocinas de España que viene de Irán: es el más exportado

• Janire Manzanas
• Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.
• • 26/06/2025 08:00
  • Actualizado: 26/06/2025 08:00

El comercio entre España e Irán ha tenido una trayectoria con altibajos. En 2015, tras la firma del acuerdo nuclear, se abrió una ventana de oportunidad que impulsó las relaciones económicas entre Teherán y varios países europeos, entre ellos España. En ese contexto, se intensificó la compraventa de maquinaria, productos farmacéuticos y productos agroalimentarios. Si bien el volumen de negocios no alcanza las cifras de otros socios comerciales europeos, Irán se ha mantenido como un interlocutor constante, especialmente por el valor estratégico que representa como acceso a los mercados de Asia Central.

En lo que respecta a las exportaciones españolas a Irán, predominan productos industriales y tecnológicos. La maquinaria para el sector agrícola e industrial, piezas para automoción, equipos sanitarios y productos farmacéuticos encabezan la lista. También se exportan alimentos como arroz, carne congelada y semillas, con un interés creciente en fortalecer la colaboración en el ámbito agrícola. Sin embargo, si se analizan las cifras, se observa un desequilibrio: España importa más de lo que vende a Irán, lo que genera una balanza comercial negativa para nuestro país.

¿Cuál es el producto que más importa España de Irán?

Las relaciones comerciales entre Irán y España han estado sujetas a vaivenes políticos y económicos, marcadas por las sanciones internacionales y los cambios geopolíticos globales. Sin embargo, ambas naciones han mantenido un intercambio constante, especialmente en el ámbito agroalimentario. Irán, principal exportador mundial de azafrán, se ha consolidado como el mayor proveedor de esta especia para España. Esto no sólo refleja la importancia del azafrán en el comercio bilateral, sino también el peso que tiene este ingrediente en la vida cotidiana y en la economía de ambos países.

En 2024, España importó más de 53 millones de euros en azafrán, y casi el 90% de esta cifra procedió de Irán. El dato es significativo si se considera que España también es un productor importante de esta especia, pero la demanda interna supera ampliamente la producción nacional. El azafrán iraní es valorado por su calidad y precio competitivo, lo que lo convierte en una opción atractiva para empresas y consumidores.

Además del azafrán, Irán exporta a España otros productos agroalimentarios como pistachos, frutos secos variados y plantas aromáticas. En el ámbito industrial, destacan las exportaciones de materias primas como el acero, plásticos semi-procesados, vidrio, granito y mármol. Estos materiales se utilizan en distintos sectores productivos dentro de España, lo que refuerza la complementariedad de ambas economías. En conjunto, las importaciones desde Irán en 2024 superaron los 68 millones de euros, manteniendo su peso como socio relevante aunque no prioritario.

Azafrán

El azafrán, por tanto, se convierte en un hilo conductor que explica buena parte de la relación comercial hispano-iraní. Esta especia, conocida como «oro rojo» por su alto valor en el mercado, es utilizada en platos como la paella, el arroz caldoso o determinados guisos tradicionales. Su presencia es tan habitual que pocos se detienen a pensar en su procedencia. Pero lo cierto es que el azafrán iraní ha inundado el mercado español, no sólo por volumen sino también por precio.

En muchos casos, este producto se reetiqueta o se mezcla con azafrán local, generando cierta confusión sobre su origen. El azafrán con denominación de origen española, como el de La Mancha, tiene un coste mucho mayor, por lo que no todas las marcas lo utilizan en exclusiva. Esta situación ha generado preocupación entre los productores nacionales, que luchan por preservar el prestigio de su producto frente a la competencia internacional, muchas veces más barata pero de calidad variable.

Por otro lado, Irán no se limita a vender azafrán en bruto. En los últimos años, ha desarrollado industrias asociadas a su transformación, como la elaboración de extractos, aceites esenciales y productos derivados con valor añadido. Esto le permite ofrecer no solo materia prima sino también productos terminados para uso culinario, farmacéutico y cosmético. Es un paso estratégico que busca diversificar sus ingresos y posicionarse más allá del mercado de commodities.

Mientras tanto, España intenta mantener su presencia exportadora en Irán pese a las barreras. En 2023, las exportaciones españolas alcanzaron los 216 millones de euros, con productos tan diversos como medicamentos, maquinaria para la industria alimentaria, sistemas de riego, aditivos y equipos médicos. También se vendieron animales vivos, como gallinas ponedoras, y subproductos destinados a la elaboración de piensos.

En resumen, el azafrán iraní se ha consolidado como un ingrediente habitual en la cocina española y como un pilar del comercio entre España e Irán. Más allá de su aroma y color inconfundibles, este producto encarna una conexión entre culturas, mercados y estrategias económicas. España, uno de los principales reexportadores de azafrán, importa grandes cantidades desde Irán, el mayor productor mundial. Así, cada hebra representa un conjunto de decisiones comerciales, acuerdos bilaterales e influencias geopolíticas. El comercio del azafrán refleja cómo un simple condimento puede convertirse en símbolo de cooperación internacional.