La decoración de yates se centra en tres pilares: el lujo, la funcionalidad y el confort. Y en los últimos años parece que se quiere sumar una nueva variante a la ecuación basada en la transgresión. Studio Indigo, con sede en Londres, lleva más de 30 años llevando a los propietarios de yates a un nuevo nivel con sus propuestas. Su última creación, en colaboración con la prestigiosa Little Halstock, se trata de un escultural decantador para lucir a bordo. Para ello trabajaron codo con codo con la marca de whisky escocés The Glenrothes y el resultado es una auténtica obra de arte.
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Como bien dice la cotizada diseñadora de interiores Kirsten Schwalgien, «para crear algo verdaderamente excepcional hay que romper las reglas de lo convencional». Y eso, precisamente, es lo que parece que han hecho los creadores del original decantador para yates.
Se trata de una pieza escultural que contiene una jarra de cristal de 70 centímetros donde descansa un wisky de más de 50 años, The Glenrothes Demijohn 1969.
Ingeniería aeroespacial
La idea original pertenece a Anna Lisa Stone, responsable creativa de The Glenrothes, pues fue quien propuso guardar el whisky en un decantador con un mecanismo cardán. Se trata de un sistema mecánico que permite unir dos ejes no coaxiales; es decir, que uno de los ejes no se encuentra en la misma línea que el otro.
Para el desarrollo del cardán, Studio Indigo acudió a especialistas en ingeniería aeroespacial y explican que el diseño es muy similar al ‘Aerotrim’, un dispositivo usado por la NASA apara entrenar a los astronautas.
Bautizado como Philos, el decantador lleva un soporte pivotante que puede girar sobre tres ejes para mantener la jarra estable cuando el yate está navegando.
Esfera armilar
Studio Indigo, que cuenta con una gran experiencia en el diseño de interiores de yates, lo tenía claro y combinaron técnicas de artesanía gracias el savoir faire de Little Halstock con ingeniería. Sobre una estructura esférica, que evoca al diseño de las esferas armilares que se utilizaban en astronomía en la Antigüedad, Philos presenta una estructura protectora de aluminio y una jarra de cristal.
Está colocado sobre un ángulo de 23,5 grados para imitar el eje de rotación de la Tierra y pintado a mano en tonos azules en honor a las profundidades del mar. La esfera se abre moviendo las seis hojas entrelazadas dejando al descubierto la jarra que descansa en un cardán de cuatro direcciones. El mecanismo permite el libre movimiento en respuesta al oleaje, salvaguardando el preciado whisky de 1969.
Con una brújula de 1891
Para servir, la botella se vuelca a mano. En el cuello de la botella se encuentra un vaso y un bisel de aluminio de una antigua brújula fabricada en Edimburgo en 1891. Todo ello forma parte de un mecanismo preciso para servir 50 ml del codiciado whisky. Expertos lo definen como un «whisky unicornio», pues es único y «te paraliza al saber que nunca volverás a degustarlo».
Aunque Philos abraza la historia, el estudio de diseño quería que la pieza tuviera un aire moderno, es por ello que se alejaron de materiales como madera y latón y apostaron por el acero y aluminio.
