Los datos más sorprendentes que desconocías del embarazo

En torno al embarazo y cómo se desarrolla el feto a lo largo de nueve meses antes de nacer, existe mucha información pero puede que se nos escapen algunos datos que tienen que ver con algunos de los síntomas o procesos que se dan durante la gestación o también con cómo se trataba el embarazo en el pasado. Conozcamos a continuación, los datos más sorprendentes que desconocías del embarazo.

Los datos más sorprendentes que desconocías del embarazo

Los datos que ahora os enumeramos son bastante curiosos y tienen que ver con el embarazo y estudios al respecto, de modo que estamos seguros que te van a sorprender.

Náuseas misteriosas

Las hembras de la especie humana son las únicas, o entre las pocas, que tienen náuseas durante el embarazo: se han observado casos de náuseas durante el embarazo, raras veces, sólo entre perros y macacos. La razón de las náuseas sigue siendo un misterio. Una hipótesis es que se trata de un sistema estudiado por la evolución para proteger al embrión de sustancias que puedan dañarlo, por ejemplo microbios o toxinas contenidas en ciertos alimentos, en las primeras etapas delicadas de su desarrollo. Los datos epidemiológicos muestran que, de hecho, las mujeres con náuseas tienen menos probabilidades de abortar que las que están bien. Pero no todo está claro.

Del sonar a pixar

El antepasado del ultrasonido moderno, una máquina basada en el ultrasonido, fue el sonar, inventado a principios del siglo XX para cazar submarinos. El principio era aprovechar el eco de las ondas sonoras reflejadas por un cuerpo. El ginecólogo escocés Ian Donald intuyó que de esta forma se podía observar al feto en la barriga: era el inicio de la ecografía obstétrica.

Las primeras ecografías se parecían más a trazos de electrocardiograma que a imágenes realistas a las que estamos acostumbrados. Después de las imágenes bidimensionales, de hecho, vinieron las tridimensionales, creadas gracias a los algoritmos desarrollados originalmente para las películas animadas en 3D de Pixar.

Hilo directo con el vientre

Si bien la ecografía es la base para tener un gran conocimiento sobre el feto y cómo se «comporta» en el vientre, se han ideado varios experimentos para comprender lo que le llega del mundo exterior. El entorno sonoro del útero se estudió, por ejemplo, mediante la introducción de micrófonos en el interior del vientre en el momento de la rotura del agua. Para comprender cuántos sabores y olores llegan al bebé a través de lo que come la madre, en algunas investigaciones se hicieron a gusto muestras de líquido amniótico por parte de voluntarios, quienes reconocieron la presencia de ajo, vainilla, menta, zanahoria que la madre había comido. Una vez que el bebé nace, parece que le gusta más lo que ya ha «probado» durante el embarazo.

Hombres contra mujeres

Se dice que la partera es la profesión de mujeres más antigua del mundo ya que durante siglos y siglos, el parto fue asunto exclusivo de las mujeres. Se dice que en el siglo XVI un tal doctor Veit de Hamburgo fue quemado vivo por haber asistido a unos partos disfrazado de partera. Fue en el siglo XVII en Francia cuando los obstetras masculinos comenzaron a ocuparse del parto, acusando a las parteras de ignorancia y superstición. La «batalla» entre hombres y mujeres sobre quién podía ayudar mejor a la mujer durante el parto se prolongó hasta el siglo XIX.

Pruebas de embarazo en vivo

Desde la antigüedad se han intentado métodos más o menos empíricos para comprender si había o no un embarazo en curso. Pero las pruebas reales solo comenzaron a hacerse una vez que se identificó la hormona específica del embarazo, la gonadotropina coriónica (hCG). Las primeras pruebas para detectar su presencia involucraron ratones, ranas y conejos. La orina de la mujer a analizar se inyectaba debajo de la piel y, si la hormona del embarazo estaba presente, los animales entraban en celo. A partir de la década de 1940, se utilizaron principalmente ranas, en particular una especie de rana africana, la Xenopus laevis , importada para este fin en los laboratorios de Europa y Estados Unidos.