Caja de la ira: qué es y cómo usarla con los niños

La ira es un sentimiento que todos tenemos o sentimos en alguna que otra ocasión, pero que es posible que se repita más cuando somos pequeños y no controlamos todavía demasiado, nuestras emociones. Para afrontar situaciones en las que el niño se pone irascible, uno de los mejores elementos que podemos utilizar es la llamada caja de la ira, de la que os ofrecemos ahora todos los detalles sobre lo qué es y cómo utilizarla con los niños.

Los niños en especial aquellos que son pequeños pueden asustarse, e incluso sentirse abrumados, cuando tienen un arranque de ira. A edades tempranas, los niños no saben ni tan siquiera verbalizar sus emociones, de modo que ante un ataque de rabia o de ira, lo principal es calmar al niño y explicarle que lo que está sintiendo es algo normal y que pasará, de hecho tenemos que enseñarle cómo manejar la ira y de este modo, podrá controlar su propia rabia interior.

Cómo enseñar a los niños a manejar la ira

La vida de cualquier niño, igual que la de un adulto, puede estar llena de frustración. Quizás no al mismo nivel que si estamos rodeados de problemas propios de la adultez, pero basta con que pongamos un impedimento al niño para hacer o tener algo que desea para que sienta auténtica ira.

Por ejemplo, todas estas semanas que hemos vivido de confinamiento, puede haber dado paso a que el niño se haya expresado en determinados momentos, con rabia e ira por no poder salir a la calle.

Al sentir esta ira, es posible que el niño se asuste, pero lo cierto es que podemos entender la ira como algo saludable dado que nos hace comprender que algo nos incomoda y nos permite activar comportamientos para evitar esta afección o aprender a soportarla.

Pero para ello, el niño tiene que aprender a manejar su ira interior y para ello, existen dos pasos básicos:

• Reconocer la ira mostrándola al niño y haciéndole comprender que hemos entendido su estado.
• Dejar que se enoje pero intentar contener la ira. Una buena manera es construir un contenedor, por ejemplo, una caja, donde los niños puedan expresar su frustración y enojo.

Cómo utilizar la caja de la ira

Para enseñar al niño a lidiar y manejar su ira, la caja de la ira es quizás el mejor elemento de todos ya que se puede utilizar desde que son bien pequeños, a partir de los dos años, y les va a permitir entender mucho mejor por lo que están pasando.

Podemos coger una caja tal cual, o elaborar un contenedor especial a partir de elementos reciclados y dejando que el niño, si quiere la decore.

Luego, debemos permitir que el niño elija cómo expresar sus emociones: el pequeño puede, por ejemplo, gritar dentro de la caja, o romper algo para poner dentro de la caja, o incluso arrojar objetos a la caja.

Una vez que la ira esté dentro de la caja, se cierra y se vuelve a colocar en su lugar. Después de un tiempo, se vuelve a abrir y se observa al niño. Se dará cuenta entonces que esa ira ya no está dentro de la caja, de modo que debe entender que es una emoción que igual que viene, se va.

De este modo, se materializa un proceso interno , haciéndolo real y visible, y por lo tanto más comprensible, para el niño que al mismo tiempo se tranquiliza por el hecho de que su ira ha sido controlada y no ha destruido todo, aprendiendo además, que tiene la capacidad para controlarla.