Polémica en redes por la celebración de una boda gay en una ermita de Madrid

La polémica se ha desatado en las redes sociales este domingo después de que circularan las imágenes de una boda gay celebrada en una ermita en una finca privada de El Escorial, Madrid. Este evento ha generado diversas opiniones, sobre todo en el circulo social de la Iglesia Católica, ya que en la ceremonia estaba presente un sacerdote.

Uno de los sacerdotes que más ha arremetido contra esta ceremonia, en la que previamente el matrimonio ya se había casado por lo civil, es el padre Juan Manuel Góngora. Este sacerdote ha tachado la celebración de «exaltación sodomítica». Además, dice que va a «rezar por su conversión».

El Arzobispado rechaza la unión

Por otro lado, el Arzobispado de Madrid ha advertido de que «en ningún caso está permitido realizar un matrimonio civil dentro de un recinto religioso». Además, ha asegurado que no fue informado ni consultado sobre la posibilidad de realizar dicha celebración «siendo un acto unilateral de la finca que tendrá efectos canónicos al respecto».

En este contexto, ha recordado que las ermitas familiares «sólo pueden ser usadas para el fin que la Iglesia les concede». «No pueden ser lugar de celebraciones públicas religiosas salvo autorización expresa del obispado, tampoco pueden ser objeto de finalidades comerciales ni lugares de celebraciones civiles de ningún tipo», ha agregado.

De hecho, el Arzobispado de Madrid detalla que en su momento «fueron concebidas únicamente para uso privado devocional de la familia o propietarios de la misma y en ningún caso para ser ofrecidas como un servicio opcional lucrativo».

El Papa recuerda que los homosexuales «tienen cabida en la Iglesia»

Aunque los sacerdotes se hayan posicionado en contra de esta unión entre dos hombres, el Papa Francisco declaró el pasado mes de agosto que «todas las personas tienen cabida en la Iglesia, incluidos los homosexuales y las personas trans».

«Jesús dice sanos y enfermos, justos y pecadores, todos, todos, todos. En otras palabras, abrir la puerta a todos, todos tienen lugar en la Iglesia». Además, el máximo Pontífice señalo que «hoy día el tema de la homosexualidad está muy alto, porque según las circunstancias históricas esto cambia», pero puntualizó que no le gusta que «se ponga la lupa sobre los pecados de la carne».

Sobre las personas transexuales, el Papa recordó la historia de una monja que trabajaba con mujeres trans. «¡Todos están invitados! Me di cuenta de que estas personas se sienten rechazadas, y eso es realmente duro».