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Mario Casas cuenta como fue vivir en casa de sus padres hasta los 33

El actor ha sido sincero y ha admitido que le costó abandonar la casa familiar

Mario Casas tiene muy buena relación con sus padres y se siente orgulloso de ello

"Estuve hasta los 33 años y seguiría con ellos porque se ahorra mucho más", comenta al respecto

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La confesión de Mario Casas acerca de su permanencia en el hogar familiar hasta los 33 años ha generado un notable revuelo. El actor ha explicado que esa etapa prolongada en casa de sus padres le permitió ahorrar de forma constante y disponer de una base económica que más adelante le sería imprescindible. Su gesto conecta con la experiencia de miles de jóvenes que, por razones económicas, retrasan su independencia, hasta el punto de que en 2024 la media de emancipación se situaba en los 30 años. Con humor, señalaba en un pódcast que en el hogar materno se vive «muy bien» y que incluso habría seguido allí más tiempo de no existir una presión social que, según él, empuja a marcharse cuando ya se alcanza cierta edad.

El protagonista de nuestra noticia no sólo abordó la cuestión desde el punto de vista económico, sino que quiso subrayar la influencia de la educación recibida en una familia humilde que siempre priorizó la prudencia financiera. Aseguró que en casa nunca les faltó lo necesario, pero que sus padres insistieron en la importancia de mirar hacia el futuro y de no gastar por impulso, enseñanza que considera determinante en su desarrollo personal y profesional.

De hecho, su hermano Óscar sigue viviendo con los padres a los 27 años, algo que él mismo cuenta con absoluta naturalidad, recordando que no se trata de tacañería, sino de una estrategia razonable dada la situación del país. El propio Óscar comentaba que ni siquiera se plantea alquilar un apartamento por separado, reforzando la idea de que el contexto económico y las prioridades familiares condicionan esta decisión más allá de cualquier prejuicio.

La familia a de Mario Casas

La figura de la madre ocupa un papel fundamental en este relato, ya que ambos hermanos reconocen que ella es quien marca los límites y supervisa que las cuentas familiares se mantengan en orden. Mario Casas comentaba entre risas que, si alguna vez se exceden en algún gasto o actúan con poca cabeza, es ella quien les recuerda la importancia de actuar con responsabilidad. Para él, esa disciplina transmitida desde pequeño ha sido clave para avanzar en una industria marcada por la inestabilidad, donde los ingresos y las oportunidades fluctúan constantemente.

Óscar Casas con su hermano Mario. (Foto: Gtres)

El actor insiste en que no siente vergüenza alguna por haber optado por esta fórmula, más bien al contrario: considera que lo aprendido en esos años de convivencia ha influido directamente en la solidez con la que afronta cada proyecto profesional y en la libertad de movimiento que hoy disfruta.

Mario Casas ya está independizado

Después de mucho esperar, Mario Casas pudo dar el salto a una vivienda propia que refleja el resultado de años de trabajo y una gestión económica prudente. Su nuevo hogar, valorado en torno a los 2 millones de euros, se sitúa en una urbanización a las afueras de Madrid y se caracteriza por un enfoque arquitectónico moderno que busca integrarse con el entorno natural. Grandes ventanales, estructuras limpias y materiales que apuestan por la sobriedad construyen un espacio donde la serenidad prevalece sobre cualquier exceso ornamental.

Además, esta vivienda ha despertado interés por otro motivo: los rumores que apuntan a que Melyssa Pinto, con quien inició una relación a principios de 2025, podría pasar largas temporadas allí. La pareja ha sido fotografiada en escapadas románticas, lo que ha alimentado las especulaciones sobre una posible convivencia.

Así es el refugio de Mario Casas

El diseño interior de la casa encaja con la imagen discreta que Mario ha mantenido a lo largo de los años, combinando tonos blancos, maderas claras y detalles minimalistas que generan una atmósfera cálida y ordenada. El salón de doble altura, iluminado por ventanales de suelo a techo, se comunica directamente con el jardín y la piscina, creando una continuidad visual que refuerza la sensación de amplitud. La cocina abierta, con isla central y acabados pulidos, añade funcionalidad a un espacio pensado para la vida tranquila.