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La mezcla que no puedes hacer con la lejía por el bien de tu salud

La mezcla que no puedes hacer con la lejía por el bien de tu salud
La mezcla que no puedes hacer con la lejía por el bien de tu salud

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Uno de los grandes errores que cometemos si de limpieza se trata, es pensar que al mezclar diferentes productos, todos buenos por separado, la combinación de los mismos resultará en una sustancia superior. Pero no siempre es así. Debes saber la mezcla que no puedes hacer con lejía.

Así que mejor no mezclar productos de limpieza entre ellos, por lo peligrosos que resultan para la salud de quien manipula su resultado.

Esta es la mezcla que no puedes hacer con lejía

Aclarado esto, queremos detenernos especialmente entonces en aquellos productos de limpieza que, bajo ninguna circunstancia, puedes mezclar con lejía. Ya que, al hacerlo, corres el riesgo de ser uno de los miles de españoles que todos los años acaban intoxicados.

Con amoníaco

La combinación de lejía y amoníaco genera, casi automáticamente, un conjunto de vapores que pondrán en riesgo tu integridad física y, sobre todo, los órganos del sistema respiratorio todo. Especialistas en la materia advierten que ésta es la mezcla más usual entre los intoxicados que requieren tratamiento.

Los expertos explican que se crea un gas llamado cloramina (NH2Cl), altamente tóxico y que, al entrar en contacto con las mucosas que tenemos en la nariz, se descompone, convirtiéndose en ácido clorhídrico, que irritará el interior de las fosas nasales y provocará quemaduras externas.

Con alcohol

Otra pésima solución es la mezcla de lejía con alcohol, que también suelta al ambiente ácidos tóxicos, como el cloroformo y el ácido clorhídrico, los cuales atacan el sistema nervioso central. Adicionalmente, pueden causar estragos en la piel al acercarse, en los pulmones y hasta los riñones.

 ¿Qué consecuencias puede tener?

A consecuencias de la mezcla y de que tengan lugar estos cuadros toxicológicos se producen complicaciones a nivel respiratorio y se puede desarrollar rinitis o irritación faríngea, por un lado. Y, por otro, problemas dermatológicos, como irritación de la piel, quemaduras o inflamación.

¿Qué aconseja Salud?

Desde la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud se recomienda que no mezclemos la lejía con un limpiador que contenga un ácido, sea ácido clorhídrico (salfumán), nítrico, fosfórico, acético (vinagre), o cítrico.

Pues esto daría lugar a cloro gas, que es una sustancia tóxica cuando la podemos inhalar. Otra recomendación de Salud es no mezclar lejía con un limpiador a base de amoniaco, ya que se producirían cloraminas, que también si las inhalamos dan lugar a alteraciones respiratorias.

¿Qué debemos hacer?

Debemos diluir 200 mililitros de lejía en 10 litros de agua, para poder limpiar suelos dentro de los cubos domésticos. Esto debe añadirse al agua.

Si tenemos dudas, entonces es vital leer las etiquetas de los productos.

Otros productos que es mejor no mezclar

Aunque el vinagre no es tan peligroso, si lo mezclamos con agua oxigenada puede causar molestias y dañar, piel, ojos y sistema respiratorio. Tampoco se recomienda bicarbonato de sodio al vinagre.

Con vinagre

Por último, nunca combines lejía con vinagre, porque podrías acabar con los ojos quemados, debido al ácido y al gas cloro, que al densificarse en el ambiente destruye las células superficiales de la piel.

 

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