Canarias Análisis del ecosistema marino

Un vehículo autónomo navega entre Canarias y Cabo Verde para estudiar el ecosistema marino

Monitorizará variables físicas y biogeoquímicas del agua del mar en un viaje de ida y vuelta

Canarias Cabo Verde WaveGlider
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

La Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) ha iniciado una misión científica para estudiar las características del ecosistema marino macaronésico entre Canarias y Cabo Verde, utilizando un vehículo no tripulado de observación marina WaveGlider, lanzado el pasado fin de semana en aguas próximas al Puerto de Taliarte, en Gran Canaria.

El dispositivo, rumbo ya a Cabo Verde, recogerá información durante un plazo de entre seis y ocho semanas, datos oceanográficos y meteorológicos de la zona estudiada, cuyo análisis favorecerá un mayor conocimiento del ecosistema marino atlántico, sus modificaciones, vulnerabilidades y oportunidades, según explica en un comunicado la Plataforma.

Esta iniciativa, que se realiza en colaboración con la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU) y el Centro de Ciencias Medioambientales Marinas (MARUM) de la Universidad de Bremen, se integra en el proyecto europeo Mission Atlantic, como parte del programa de caracterización del ecosistema marino del océano Atlántico a través de la monitorización de variables físicas y biogeoquímicas del agua del mar.

Cambios en el Atlántico

«Es un proyecto de referencia en el estudio del estado de conservación de los ecosistemas atlánticos. Conecta los dos archipiélagos mediante una tecnología novedosa, como es un vehículo autónomo», ha destacado antes del viaje el responsable del Área de Vehículos (VIMAS) de PLOCAN, Carlos Barrera.

«Desde PLOCAN, como infraestructura de servicios, ponemos a disposición nuestras capacidades, tanto de personal técnico cualificado, como las singularidades en cuanto a operaciones logísticas en el mar», ha destacado  Barrera.

ecosistema marino

Mission Atlantic, financiado por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea con 11,5 millones de euros, tiene como objetivo principal estudiar los cambios del océano Atlántico a través de las variaciones en el movimiento de las corrientes y aguas (dinámica oceanográfica) y en las sustancias químicas de las mismas (biogeoquímica).

También, a partir de las poblaciones de peces y cetáceos en la zona, localizados a través de los sonidos que emiten bajo el agua (trazas acústicas). Todo ello, aseguran desde la Plataforma, en el contexto de la Evaluación Integrada de Ecosistema (AIE), que se realiza tanto a escala regional, como de la cuenca del Atlántico.

Misión de ida y vuelta

El coordinador de la misión, Fabrizio Mariani, ha especificado que «los datos recogidos darán mucho conocimiento sobre las interacciones con el océano, la vida marina y el medioambiente», por lo que «es una gran contribución para comprender procesos que son importantes como las interacciones alimentarias en el océano y la cantidad de peces que tenemos, pero también la cantidad de CO₂ que absorbe el océano».

El interés del espacio de estudio seleccionado radica tanto en su singularidad, como en su gran riqueza y diversidad ecosistémica, consecuencia del sistema de afloramiento y la corriente de Canarias, integrada en el Giro Subtropical del Atlántico Norte.

Así, el dispositivo WaveGlider empleado en esta misión de ida y vuelta entre Canarias y Cabo Verde está configurado por una «singular» arquitectura de componentes interconectados (alimentación, telemetría, carga de pago y procesadores) distribuidos en tres módulos principales (flotador, motor/timón y remolque).

Vehículo autonomo WaveGlider

Larga duración

A ello se suma su «ingenioso» sistema de propulsión basado en aprovechar el empuje de las olas, que convierten a esta plataforma autónoma no tripulada en una solución «ideal» para abordar este tipo de misiones de larga duración de forma «más segura, eficiente y sostenible».

WaveGlider tiene integrado un conjunto de sensores destinados a la medida de variables físicas y biogeoquímicas del agua de mar y meteorológicas, como son la presión, conductividad, temperatura y oxígeno disuelto del agua de mar, sonido (ecosonda) submarino, dirección e intensidad del viento, presión atmosférica, humedad relativa y temperatura del aire.

En particular, destaca la sensórica de acústica pasiva, instalada en el módulo remolque, que posibilitará registrar la presencia de determinadas especies de mamíferos marinos y peces a lo largo de la ruta prevista, a través de la detección de sus trazas acústicas características.

Telemetría satelital

El WaveGlider está operado y supervisado remotamente y de forma continuada por técnicos de PLOCAN y DTU, mediante telemetría satelital bidireccional y herramientas de ayuda a la navegación integradas en una interfaz de pilotaje en tiempo real.

Como parte de su sistema de navegación, el dispositivo dispone de un receptor AIS (Sistema de Identificación Automática), que permite recibir información y localización de otras embarcaciones cercanas, ayudando a mejorar la seguridad en la navegación.