Centrales nucleares Vida de las centrales nucleares

La Sociedad Nuclear defiende que las centrales españolas pueden llegar a operar 80 años

Defiende que "apagar las centrales nucleares supone perder, en un plazo de 11 años, un 20% de la electricidad generada de forma permanente"

Sociedad Nuclear
La central nuclear de Cofrentes en Valencia
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

El presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), Emilio Mínguez, ha argumentado que las centrales nucleares españolas son instalaciones avanzadas, tecnológicamente y están preparadas para continuar operando «durante muchos años más, 60 e incluso 80 años, en línea con la tendencia internacional».

Así lo ha puesto de manifiesto en la jornada Las centrales nucleares en 2024. Experiencias y perspectivas en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid.

Durante el evento, los directores de las centrales españolas, así como expertos y líderes del sector, expusieron el «excelente comportamiento» del parque nuclear español en el último año y han reflexionado sobre el futuro de la energía nuclear en España.

21% de la demanda eléctrica

Según los datos aportados durante la jornada, en 2024, las centrales nucleares españolas han generado 52.055,26 GWh netos. El presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), Emilio Mínguez, ha argumentado que las centrales nucleares españolas son instalaciones avanzadas, tecnológicamente y están preparadas para continuar operando «durante muchos años más, 60 e incluso 80 años, en línea con la tendencia internacional».

Según la SNE, la energía nuclear ha sido la tecnología que más horas ha operado a plena potencia, con un 83,27% del total de las horas del año (7.314 horas sobre 8.784), lo que reafirma su papel como una fuente de estabilidad y garantía de suministro.

Además, según se ha puesto de manifiesto en la jornada, se trata de una «energía limpia, que tiene un papel esencial en la transición energética y el freno de emisiones de CO₂».

Interior de central nuclear
Sala de control de la central nuclear de Cofrentes

Energía eléctrica libre de emisiones

En este sentido, el presidente de la SNE, Emilio Mínguez, ha recordado que la producción de energía nuclear en España «evitó la emisión de más de 20 millones de toneladas de CO₂ al año, contribuyendo con el 25,28% a la energía eléctrica libre de emisiones».

Así mismo, se ha recordado que Gobiernos de muy distintos signos políticos se inclinan por la continuidad de las centrales nucleares, incluso por la construcción de nuevas unidades.

«La mayoría de los países con centrales nucleares similares a las españolas han decidido extender su vida útil porque lo consideran una solución óptima desde el punto de vista de la garantía de suministro, de competitividad económica y de retos ambientales», según han puesto de manifiesto los expertos que ha apuntado como en España, «donde la contribución de la energía nuclear es muy relevante, se ha decidido prescindir de ellas».

Energía abundante, limpia y barata

«El progreso y el desarrollo socioeconómico necesitan energía abundante, limpia y barata, 24 horas los 365 días del año. Por esta razón, los grandes usuarios de energía, incluyendo la industria pesada, la química, el transporte o la inteligencia artificial, están apostando por la nuclear», concretó Mínguez.

«Son seguras y fiables -así lo ha reconocido también la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO)-, y resultan económicamente sostenibles si no se las penaliza con impuestos», ha añadido.

Pérdidad de talento

Mínguez ha defendido que al «tener un parque nuclear en forma»,  la continuidad de la operación de las centrales nucleares como fuente de energía estratégica en España.

«Apagar las centrales nucleares supone perder, en un plazo de 11 años, un 20% de la electricidad generada de forma permanente, y las soluciones para su sustitución están en los papeles, pero no materializadas en proyectos concretos que permitan pensar que es fácil hacer esa transición».

También, ha añadido el presidente de la Sociedad Nuclear, se perderán «gratuitamente instalaciones capacitadas para seguir funcionando y perdemos talento». «Perderemos el capital humano que suponen profesionales jóvenes, y no tan jóvenes, altamente formados, que son una de las piezas clave que buscan los países que están empezando a desarrollar sus proyectos nucleares y que nos miran como referente».