Cocina

Si tienes cocina de gas en casa deberías saber si tiene niveles altos de dióxido de nitrógeno

Un estudio realizado a nivel europeo desvela que el 85 % de las cocinas de gas españolas superan los niveles de contaminación de dióxido de nitrógeno

Cocina gas dióxido nitrógeno
La CECU advierte del riesgo de contaminación por dióxido de nitrógeno en las cocinas de gas

Si tienes cocina de gas en casa, en la cocina o un espacio compartido como el salón, deberías saber es muy posible que se superen los niveles de dióxido de nitrógeno en tu hogar con las posibles repercusiones en la salud de sus habitantes.

El motivo de la preocupación proviene por parte de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) al analizar los resultados de un reciente estudio realizado por CLASP a nivel europeo.

En él se constata que, en el caso de España, «un 85% de los hogares con cocina de gas superan los límites de dióxido de nitrógeno (NO2) establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ambientes interiores. Este elevado porcentaje resulta significativamente mayor en comparación con los hogares con cocinas eléctricas».

Contaminantes nocivos

Los preocupantes datos recopilados en un estudio realizado en siete países, considerado el más amplio realizado hasta ahora en Europa en su categoría, pone de manifiesto la urgente necesidad de considerar opciones de cocción más limpias y seguras.

Así, desde CECU se concluye que el cambio en los hogares a las cocinas eléctricas «no es sólo una opción más segura, sino también un paso crucial hacia un ambiente interior más saludable». Los hogares con cocina de gas liberan contaminantes nocivos como el dióxido de nitrógeno que pueden tener graves efectos en la salud, afirman desde la confederación.

Como resultado de esta exposición, las personas que elaboran sus comidas con cocinas de gas «pueden ver agravados sus síntomas o sufrir problemas de salud inmediatos, principalmente respiratorios: asma, tos, sibilancias, dificultad respiratoria…» debido a este elevado índice de contaminación de óxido de nitrógeno. LA CECU también hace especial mención a los problemas que pueden afectar a las personas más vulnerables o con enfermedades preexistentes.

A su vez, cabe destacar que el estudio encontró que la presencia de campanas extractoras tenía poco impacto en la calidad del aire interior, lo que pone de relieve la necesidad de soluciones más eficaces que no se basen únicamente en la ventilación. Las campanas de ventilación deberían ser más eficientes y las personas deberían estar mejor informadas sobre cómo utilizarlas.

Contaminación invisible

Este análisis, que en el caso de España ha dispuesto de una muestra de 34 cocinas, 15 de ellas con sistema de gas y 19 con placas eléctricas, resulta muy coincidente en sus líneas generales.

La preocupación por las conclusiones de este estudio se centra en el NO2, un contaminante que superó los límites recomendados en la mayoría de los hogares con cocina de gas durante el período de estudio. Estos hallazgos subrayan la necesidad de una acción inmediata para abordar este problema de salud pública.

La mayor parte de los consumidores desconoce los riesgos para la salud asociados al uso del gas en la cocina debido a la naturaleza invisible de la contaminación. Sin embargo, en la encuesta realizada por el CLASP la mayoría de los encuestados (entre el 58% y el 74%) se plantearía deshacerse de sus cocinas de gas si supieran que existe un riesgo para la salud.

En este sentido, también revela que los niveles de NO2 en los salones de hogares con cocina de gas eran considerablemente más altos. Mientras que el 77% de estos hogares superaron las directrices horarias de la OMS y el 69% los límites de la UE, ningún hogar con cocina eléctrica excedió dichos límites, destacando así la eficacia de las cocinas eléctricas para mantener un aire interior más limpio.

Respirar aire limpio

Desde la entidad se proclama que «respirar aire limpio en interiores debe ser un derecho fundamental y que la transición a la cocina eléctrica es una necesidad imperativa para proteger este derecho».

Entre las opciones para paliar este riesgo de las cocinas de gas que pueden liberar dióxido de nitrógeno, está el cambiarlas por opciones eléctricas como una «medida esencial para mejorar la calidad del aire interior y proteger la salud de los ciudadanos. El aire limpio comienza en casa, y tomar medidas proactivas para reducir la contaminación del aire interior es crucial», destacan.

Legislación en la UE

En este sentido, CECU insta a una acción gubernamental urgente para afrontar esta problemática y que, desde la Comisión Europea se establezca una «legislación con límites claros y obligatorios para las emisiones contaminantes de las cocinas de gas y el efecto de dióxido de nitrógeno y promover un diseño más ecológico de los electrodomésticos».

A su vez, también constatan que el papel de los fabricantes de electrodomésticos es fundamental en el compromiso de producir y vender cocinas y hornos menos contaminantes.

Para ello, desde la organización declaran que la concienciación pública es clave, y es responsabilidad de todos —gobierno, industria, medios de comunicación y sociedad civil— informar y educar sobre los riesgos asociados con la cocina de gas y las alternativas más seguras disponibles».

Propuesta a Europa

A su vez, coincidiendo con la presidencia española de turno del Consejo Europeo, desde CECU consideran que «es un buen momento para incluir una propuesta de límites de contaminación del aire respaldados por estudios científicos actualizados y por las recomendaciones de la OMS tanto para el aire exterior como el interior, así como un mejor acceso y transparencia de la información sobre la calidad del aire».

Finalmente, CECU, respaldada por los resultados de esta investigación, llama a una acción coordinada y consciente a nivel nacional y europeo para proteger la salud de los ciudadanos y asegurar un futuro más seguro y sostenible para las generaciones venideras.