Electricidad

El objetivo del 81% de electricidad renovable para 2030 en peligro si no invertimos en más redes

La Asociación para la Transición Energética reclama fijar como prioridad absoluta el conectar con la demanda en España

Una planta de energía eólica en España.
Una planta de energía eólica en España.

España debería alcanzar para el año 2030 el objetivo de que la electricidad en España sea en un 81 % de origen renovable. Para la Asociación para la Transición Energética (ATE) esta meta «será inalcanzable sin inversiones en redes eléctricas bajo una regulación estable».

Es una de las principales conclusiones del nuevo documento elaborado por ATE en el que se analizan la necesidad, la urgencia y los desafíos de las Redes Eléctricas en España y reclama fijar como prioridad absoluta el conectar con la demanda.

Dicho documento apuesta «por la necesidad de contar con unas redes eléctricas adecuadas en cantidad y calidad, adaptadas a las distintas zonas de demanda», con la afirmación basada en el hecho de que «la transición energética precisa de una amplia panoplia de actuaciones como el cambio del mix energético, el aumento de la capacidad de almacenamiento, las innovaciones tecnológicas para el ahorro de energía o los nuevos hábitos de consumo».

Algo más que un «plan»

En este sentido, la asociación defiende en el documento la absoluta necesidad de que la transición energética sea algo más que un «plan», apuntando como imprescindible disponer de una red eléctrica robusta que permita que la electricidad renovable llegue a todos los puntos de consumo que quieran electrificarse.

Dicho objetivo está reflejado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) elaborado por el Ministerio para la Transición Energética y el Reto Demográfico.

Según el ministerio, entre los objetivos del plan para alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono antes de 2050 está el generar el 81 % de la electricidad con energía renovable en 2030, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 32% en 2030 respecto 1990, aumentar el peso de las renovables hasta el 48 % del consumo final de energía y mejorar la eficiencia energética hasta el 44 % en términos de energía final. Todo ello con el fin de reducir la dependencia energética hasta el 51% en 2030 (en 2019 la dependencia energética era del 73%).

Objetivo: electricidad renovable en España

El documento de ATE concluye que sin redes eléctricas no es posible la consecución del objetivo de descarbonización y reindustrialización en España, y para ello apunta varios puntos para cumplir los objetivos para la electricidad renovable en España:

  • Anticipar las inversiones que el sistema eléctrico va a necesitar, en vez de ir atendiendo petición a petición de manera individual.
  • Reconocer una inversión en redes mucho más ambiciosa, que duplique las cifras actuales, y eliminar el límite legal de las inversiones en redes eléctricas con el objetivo de reforzarla, modernizarla y ampliar sus conexiones.
  • Establecer un marco retributivo más simple, estable y predecible alineado con las mejores prácticas y adaptado a los nuevos retos y roles que ofrece la transición energética que suponga un impacto positivo en la economía española y en el resto de los sectores.
  • Establecer una tasa de retribución financiera adaptada al contexto actual, aplicando inversiones y costes actualizados adaptados al mercado.
  • Disponer de una planificación flexible que se revise de una manera ágil para que se pueda dar respuesta a las nuevas necesidades de conexión de la generación y del consumo en un tiempo razonable.

Revisión de planes

Así mismo, el documento recomienda de esta manera la revisión de planes de desarrollo de red cada dos años y advierte de que el plan vigente (2021-2026), que está en revisión actualmente, «es una oportunidad que no se puede desaprovechar para incluir todas aquellas actuaciones necesarias para dar respuesta a la demanda de energía descarbonizada actual, tanto en la red de transporte, como en la red de distribución».

Además, advierte que de no dar accesos a las solicitudes de las industrias en el tiempo requerido, estas industrias se perderán para siempre. Por ese motivo, el documento considera que es necesario adecuar la normativa de planificación actual tanto para la red de transporte como para la de distribución al nuevo paradigma de producción, distribución y demanda de electricidad.

Desde la asociación afirman que «cuando no hay claridad o certeza sobre los plazos y costes de conexión, los nuevos proyectos industriales se estancan o se abandonan perdiéndose la oportunidad económica de reindustrializar España».

Revisión y transparencia

Por último, concluye que es imperativo revisar el sistema retributivo para las empresas, de manera que se debe establecer un mecanismo claro y transparente que refleje adecuadamente los costos y riesgos asociados a la gestión de las redes de transporte y distribución y que proporcione una rentabilidad justa y competitiva.

El trabajo ha sido coordinado por la secretaria general de la asociación, María Jesús González, con un equipo compuesto por diferentes expertos, entre los cuales se encuentra el Comité de Energía y Recursos Naturales del Instituto de Ingeniería de España.

La Asociación para la Transición Energética (ATE) es una organización sin ánimo de lucro que observa y analiza los diferentes aspectos de la transición energética y propone plataformas de debate sobre las cuestiones relacionadas con ella y los cambios en los modelos para su producción, transporte y consumo, y su efecto sobre las personas y los territorios.