¿Sabías que tus aparatos domésticos tienen metales preciosos y que se pueden reciclar?
Los aparatos eléctricos y electrónicos son una fuente inagotable de metales preciosos como el oro, la plata o el cobre
Seguro que en tu casa tienes metales preciosos y no lo sabías. Pero no te preocupes, estos tesoros escondidos en muchos aparatos electrónicos son recuperados, valorizados y puestos en circulación de nuevo.
Si atesoras antiguos smartphones, tablets y televisores, seguramente tienes metales preciosos que pueden ser aprovechados si se tratan de la forma correcta.
Los RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) se posicionan como el desecho con mayor crecimiento de la Unión Europea, suponiendo todo un reto ambiental, por lo que estos metales también representan un nicho para la economía circular.
Oro, plata, cobre y paladio
En muchos casos son metales preciosos y no ferrosos como oro, plata, cobre y paladio unos materiales cuya demanda crece a ritmo desenfrenado, a pesar de su escasez. Pero ojo, su extracción es cada vez más arriesgada por lo que la buena alternativa es el reciclaje de los RAEE por parte de empresas especializadas en la gestión de residuos peligrosos y no peligrosos de aparatos eléctricos y electrónicos.
Los antiguos smartphones, tablets y televisores entre otros contienen una gran cantidad de estos metales preciosos y no ferrosos que pueden ser aprovechados si se tratan de la forma correcta.
La normativa europea establece en su directiva 2012/19/UE la obligatoriedad de reciclar como mínimo el 85% de los RAEE. Por cada tonelada de RAEE es posible extraer entre 150 g y 1,5 kg de metales preciosos. Estos datos, traslados a España, eleva la cantidad a 118.000 toneladas de RAEE recicladas en 2022, lo que da un total de entre 17.700 a 177.000 kg de metales preciosos, según datos de la fundación Ecolec.
Mina circular en Badajoz
En Badajoz existe una línea propia de refinería de metales preciosos y no ferrosos comandada por la empresa familiar Movilex que cuenta con una infraestructura innovadora y personal debidamente cualificado para desarrollar todos los procesos necesarios para refinar estos metales. Su modelo de negocio se basa en ser «un operador de la minería urbana dentro de la economía circular».
Desde la empresa cuentan que «vemos los RAEE como una oportunidad para obtener materias primas que permitan hacer el mundo más sostenible. Su tratamiento y refinería nos permite extraer metales preciosos y no ferrosos de alta calidad, revalorizando de esta forma los residuos».
De este modo, estos residuos electrónicos son auténticas minas de metales preciosos permiten ahorro económico y ambiental lo que se traduce, según datos de Statista, que en 2022 se utilizaron un total de 90 toneladas de oro reciclado en todo el mundo.
Sostenibilidad de los metales preciosos
Una buena solución de economía circular que evita la extracción de estos metales por el método tradicional que genera un alto coste ambiental, lo que hace imposible cubrir esta creciente demanda.
No obstante, el avance tecnológico de la gestión de residuos hace posible que se puedan extraer metales preciosos reciclados de los RAEE a través de diferentes técnicas y procesos de refinería con un coste ambiental mucho menor.
La tendencia de emplear metales preciosos reciclados está alineada con el compromiso mundial de apostar por la economía circular y las fuentes de recursos respetuosas con el medio ambiente, recogido en el ODS 12 de producción y consumo responsables.
La confederación EuRIC (Industrias de Reciclaje de Europa) afirma que la producción a través de metales reciclados reduce la contaminación del aire en un 80%, la contaminación del agua en un 76% y consigue reducir las emisiones de CO2.
Minerales críticos, el otro caballo de batalla
Por otro lado existe también una gran demanda de minerales críticos que juegan un papel esencial en la transición energética mundial. En la actualidad, algunos de los principales metales y minerales críticos demandados a nivel mundial son: uranio, níquel, cobre, cobalto, manganeso, cromita, grafito, tierras raras, germanio, berilio, bauxita, litio y los elementos del grupo del platino.
Litio, níquel, cobalto, manganeso y grafito son cruciales para el rendimiento, longevidad y densidad energética de las baterías. Los elementos de las tierras raras son esenciales para las turbinas eólicas y los motores de los vehículos eléctricos.
En otro nivel se sitúan el cobre y el aluminio que por su gran utilización y demanda, también son materiales muy codiciados ya que las redes eléctricas necesitan una gran cantidad de estos elementos.
Ahora las estrategias se centran en promover la innovación tecnológica en todos los puntos de la cadena de valor, escalar su reciclaje, mejorar la resiliencia de las cadenas de suministro y la transparencia del mercado, incorporar normas ambientales, sociales y de gobernanza más estrictas y, además, fortalecer la colaboración internacional entre productores y consumidores.