La Junta de Andalucía afirma que «en seis meses podría comenzar la demolición del Algarrobico»
La demolición la asumirá el Gobierno central, mientras que la Junta se encargará del tratamiento de los residuos y de la restitución ambiental del terreno
Greenpeace considera las declaraciones de la consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía como "muy positivas"
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Catalina García, ha confiado este martes en que la demolición del Algarrobico, en el término de Carboneras (Almería), pueda empezar en un plazo de «seis meses».
Esta actuación, acordada ya entre el Gobierno de España y el Ejecutivo de Juanma Moreno, está pendiente de las últimas decisiones judiciales una vez que el Ayuntamiento de Carboneras remita al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) «aclaraciones» sobre la calificación de los suelos donde se levanta el hotel, según señala la Junta de Andalucía.
En una entrevista en el programa «Despierta Andalucía», la consejera ha apuntado que la demolición de El Algarrobico, que asumirá el Gobierno central mientras la Junta se encargará del tratamiento de los residuos y de la restitución ambiental del terreno, está a la espera del pronunciamiento del Ayuntamiento.
Reacción de Greenpeace
María José Caballero, portavoz de Greenpeace, considera que las declaraciones hechas hoy por la consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía «nos parecen muy positivas».
La portavoz ha añadido que lo que se necesita para demoler el Algarrobico es «voluntad política», y que «el Ayuntamiento de Carboneras haga caso a las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y dé el paso definitivo y obligatorio por sentencia para calificar el terreno como protegido y, por tanto, no urbanizable».
Para Greenpeace, este paso llevaría a «la anulación de la licencia de obras y eso permite que comience la demolición en cualquier momento, porque ya hay un acuerdo firmado y publicado en el BOE entre el Ministerio para la Transición Ecológica y la Junta de Andalucía para recuperar y devolver el Algarrobico al estado natural que nunca debió perder».
21 años de espera
La complejidad que rodea al hotel de Azata del Sol, levantado en 2003 en el paraje de El Algarrobico con 21 plantas y 411 habitaciones, se construyó sobre uno de los escasos espacios sin urbanizar de la costa mediterránea occidental en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, ha dilatado enormemente su demolición.
Han pasado ya 21 años desde que se empezara a levantar este complejo hotelero, que ha sido el foco de múltiples acciones por parte de organizaciones ecologistas y de interminables trámites judiciales.
A la espera del ayuntamiento de Carboneras
Sin embargo, la responsable de la Junta de Andalucía declarado que todavía se está a la espera del «pronunciamiento del Ayuntamiento» y que el pasado 17 de septiembre, el TSJA requería al Ayuntamiento de Carboneras «aclaraciones» sobre la calificación de los suelos de El Algarrobico, así como del paraje de El Canillar tras haber aportado nueva documentación en relación con el requerimiento efectuado el pasado mes de julio de cara acreditar que los suelos figuran como «no urbanizables».
En una nueva providencia, consultada por Europa Press, la Sala de lo Contencioso-administrativo de Granada daba por atendido finalmente el requerimiento hecho al Consistorio carbonero al considerar que, al principio, le remitió documentación «incompleta», de manera que seguía «sin cumplir debidamente» sus continuas peticiones por las que incluso le advirtió con ir a la Fiscalía ante una posible «desobediencia».
Solicitud de aclaraciones
Así, tras la exploración de los documentos que el Ayuntamiento que dirige Salvador Hernández le ha hecho llegar durante el mes de agosto junto con el resto de archivos remitidos inicialmente, la magistrada ponente María del Mar Jiménez ha optado por solicitar algunas aclaraciones «muy específicas» pese a dar por cumplido el requerimiento.
En concreto, se interesa por conocer por qué el sector ST-2 correspondiente a El Canillar aparece aún como «suelo urbanizable vigente» el subapartado sobre usos, densidades y edificabilidades globales del PGOU vigente, ya modificado y rectificado, dentro uno de los artículos del capítulo II del planeamiento de Carboneras.
Suelo no urbanizable
De igual modo, no aprecia que exista una modificación y rectificación en relación con el anexo de las Normas Urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana de Carboneras, referido al artículo sobre los usos de los suelos en cuestión.
Pese a tales consideraciones, y a la espera de que se produzcan dichas aclaraciones, el Alto Tribunal andaluz ha acordado abrir un trámite de alegaciones para que el resto de las partes del procedimiento impulsado por los colectivos Greenpeace, Ecologistas en Acción y Salvemos Mojácar indiquen lo que estimen oportuno sobre el cumplimiento de la sentencia que obliga a variar el PGOU para que El Algarrobico conste como «suelo no urbanizable» y «de especial protección».
Acción de Greenpeace
El pasado 10 de octubre El Algarrobico también fue noticia por la sentencia en la que se absolvía a las 28 personas que fueron acusadas de causar daños en la fachada del hotel, según la propiedad del hotel, en una acción de Greenpeace que tuvo lugar el día 11 de mayo de 2014.
La acción de Greenpeace, realizada hace 10 años, desencadenó la acusación ejercida por la propiedad del hotel, que solicitaba una pena de veinticuatro meses de multa, a razón de una cuota de 6 euros diarios, un total 1.080 euros para cada una de las personas acusadas.
Personas sin identificar
Además, se pedía una pena de prisión de un año para cada una por un supuesto delito de desobediencia. Además, solicitaba 186.703 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños causados en el hotel.
Por su parte, el Ministerio Fiscal entendía, al igual que la defensa, que no se había cometido delito alguno dado que no había sido posible identificar a las personas que habían pintado la fachada del hotel, que las personas acusadas habían sido identificadas en la playa, pero no dentro del mismo y, en definitiva, que no se podía atribuir responsabilidad a las acusadas.