Establecen la relación directa entre el abandono de canes y el número de perros de raza
España es uno de los países europeos con mayores tasas de abandono y menor porcentaje de perros de raza, según la RSCE
La asociación destaca que los criadores son "los verdaderos garantes" del bienestar animal y que son fundamentales para luchar contra "la gran lacra" del abandono de perros en España
La Real Sociedad Canina de España (RSCE) ha establecido la relación directa entre el abandono de perros y el número de perros de raza, observando que nuestro país, en comparación con Europa, presenta las mayores tasas de abandono y menor porcentaje de perros de esta tipología.
Así lo refleja el informe La cría en domicilio y los perros de raza como herramientas para una política de Bienestar Animal que la RSCE ha presentado a la Dirección General de Derechos de los Animales dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno de España, en pleno desarrollo reglamentario de la norma.
Ratios de bienestar animal
La RSCE ha indicado los países que registran mayores ratios de Bienestar Animal y menor tasa de abandono de los 26 europeos que recoge el estudio son las naciones que tienen un mayor porcentaje de perros de raza.
En Europa, Finlandia presenta un 61,35% de proporción de perros de raza sobre el total, Suecia un 59,03%, Noruega un 58.63%, Irlanda un 43.45% y Dinamarca un 34,97%. Lo que denota que en los países nórdicos hay mayor tradición en la cría de este tipo de perros.
En el puesto 20
Paralelamente, en España sólo presenta un 9,5% de los perros son de raza, frente a la media del 16,87% en los países europeos y del 20% en la UE, lo que la sitúa en el puesto número 20.
Por detrás de España solo están Hungría, Portugal, Polonia, Bulgaria, Rumanía y Turquía, que de acuerdo con el informe también presentan altas tasas de abandono entre las 26 naciones europeas con datos.
Según la Fundación Affinity aunque desde el 2008 se observa un descenso en el número de perros recogidos por las entidades protectoras en España, aún es un descenso moderado y la cifra, que en el año 2022 fue de más de 288.457 animales de compañía abandonados de los cuales 170.105 eran perros, una cifra considerada «aún muy alta» por la fundación.
A lo largo de los últimos años hemos conseguido mejorarla, pero aún son muchos perros que se quedan solos. El abandono o la pérdida en 2022 afectó al 2,6% de los 6.552.000 de perros que se estima viven en España.
Relación directa
La organización establece una «correlación directa» entre el número de perros de raza y el abandono, algo que explica por la «gran labor» de los «criadores responsables», una «figura que prevé reforzar la Ley de Bienestar Animal», una norma que se implementó la Ley 7/2023, de 28 de marzo, que versa sobre la protección de los derechos y el bienestar de los animales.
El presidente de la RSCE, José Miguel Doval, ha destacado la importancia de dar cobertura legal al criador en domicilio en el desarrollo reglamentario de la ley, ya que «cría a pequeña escala y velando siempre por el bienestar del perro a lo largo de toda su vida». Según Doval, esta sería una manera directa y económica de atajar «la gran lacra» del abandono de perros en España.
Según la asociación, los criadores son «los verdaderos garantes» del bienestar animal, tanto por su labor de asesoramiento a las familias como por su trabajo en la lucha contra el abandono.
En este sentido, la RSCE apunta que estos profesionales desarrollan una trazabilidad de los animales de acuerdo a los estándares de la Federación Cinológica Internacional (FCI), la organización canina más importante a nivel mundial.
Identificación y cuidado
Así, los criadores consiguen conservar el rastro de los orígenes de los perros y que los cachorros estén «debidamente identificados», lo que «además de favorecer la predictibilidad de comportamiento y carácter, impide que sean abandonados con impunidad».
Además, inscriben automáticamente a los cachorros en un registro, lo que en la Ley de Bienestar Animal es obligatorio. A su vez, inscriben a las camadas en los libros genealógicos de la RSCE, implantan el microchip a los perros y se encargan de toda una serie de actividades, pruebas y tests físicos y psíquicos que quedan recogidos en el historial de cada animal.