Basura Retirada de basura espacial

España participará en las misiones europeas de retirada de basura espacial

El satélite español LUR-1 está preparado para ser retirado del espacio una vez que su misión llegue a su fin

España basura espacial
Antonio Quilis
  • Antonio Quilis
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora director de OKGREEN en OKDIARIO. Anteriormente director de El Mundo Ecológico. Colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Más de 140 millones de objetos de basura espacial orbitan en el espacio alrededor de la Tierra, la mayoría de ellos fragmentos de los diferentes lanzamientos que ha ido realizando el ser humano desde hace décadas, con un pequeño porcentaje perteneciente a satélites.

El limpiar de objetos el cielo terrícola y llegar a alcanzar el objetivo de cero residuos, es uno de los objetivos que se ha propuesto la Agencia Espacial Europea (ESA) que acaba de confirmar la colaboración con la Agencia Espacial Española (AEE) en una misión en el espacio.

En esta colaboración de demostración en órbita llamada Capture Payload Bay (CAT) se ensayará una interfaz de acoplamiento estandarizada que simplificará las operaciones de retirada de satélites, según ha informado la ESA.

Retirada de un satélite español

De este modo, ambas instituciones colaborarán considerando al satélite español LUR-1 como objetivo para la misión CAT de la ESA. El satélite LUR-1 contiene a bordo la interfaz MICE a bordo, un elemento considerado fundamental para la misión CAT de la ESA que aspira a retirar de forma segura el satélite LUR-1 de su órbita terrestre baja de forma oportuna una vez la misión llegue a su fin.

La colaboración ente España y la ESA en la demostración en órbita de CAT es un «trampolín clave» para hacer posible el objetivo de cero residuos de la ESA y constituye un progreso significativo en la mejora de la seguridad y la sostenibilidad en el espacio.

Las pautas de mitigación de la basura espacial indican que un satélite debería ser capaz de maniobrar por sí mismo fuera de órbitas valiosas, ya sea para volver a entrar en la atmósfera y quemarse, o para estacionarse en la llamada órbita cementerio.

basura espacial ESA
Imagen que muestra la basura espacial. (Fuente ESA).

Riesgos de colisión

Sin embargo, incluso el más fiable de los satélites puede fallar en órbita y volverse incontrolable, convirtiéndose en un riesgo para otros satélites en caso de colisión.

Las técnicas para la retirada activa de escombros, donde un segundo satélite captura y retira un satélite incapacitado u otros escombros, son complejas, pero, según Alberto Águeda, director de vigilancia espacial en GMV, «en el futuro se espera que podamos reciclar la basura espacial en órbita», tal y como afirmó el pasado fin de semana en una entrevista a OKGREEN.

La ESA explica que acercarse y acoplarse a otro satélite «siempre es un riesgo, ya que cualquier colisión puede provocar más daños y generación de fragmentos». Se vuelve aún más complicado si la nave no está preparada, es decir, no está diseñada para acoplarse y ser remolcada

Captura al final de la vida útil

La Agencia Espacial Europea ha comenzado a preparar sus satélites con interfaces estándar para su captura y retirada con el fin de simplificar las misiones activas de retirada de escombros. Para una interoperabilidad eficiente del hardware, se necesitan interfaces compatibles.

En septiembre de 2024, la empresa española AVS lanzó con éxito su misión LUR-1 que, entre otras nuevas tecnologías, lleva una interfaz mecánica para la captura al final de la vida útil (MICE – Mechanical Interface for Capture at End-of-Life), que es un demostrador tecnológico desarrollado junto con la ESA.

Además, lleva otros instrumentos de ayuda a la navegación que acompañaran para determinar con precisión la distancia y orientación necesarias durante la fase de navegación de proximidad.

basura espacial
Los restos de satélites suelen ser los más habituales

Interfaz MICE

La interfaz MICE es un punto de sujeción puesto en el satélite para que CAT pueda atraparlo fácilmente, de forma similar a como los coches tienen ganchos de remolque.

También se han instalado seis instrumentos de ayuda a la navegación en LUR-1 para apoyar el proceso de encuentro y captura, ayudando a determinar la distancia, orientación y cualquier rotación del satélite.

MICE y los instrumentos de ayuda a la navegación se están instalando también en cuatro de las futuras misiones Copernicus, para facilitar su retirada de órbita en caso de un fallo que les impidiese abandonar la órbita por sus propios medios.

Opción más asequible

El siguiente paso es demostrar las operaciones de retirada en órbita enviando también al espacio el lado CAT de las interfaces estandarizadas. La interfaz CAT se está desarrollando actualmente bajo el liderazgo de GMV en España.

Es compatible con el diseño de la interfaz de retirada de la ESA y combina robótica innovadora con equipos de navegación relativa para operaciones de muy corta proximidad.

Validación completa en órbita

La interfaz CAT se someterá a una validación completa en órbita durante la misión de la ESA. La demostración hará de la retirada activa una opción fiable y más asequible para los futuros satélites de la ESA, en caso de fallos en órbitas congestionadas.

La misión se propone para su implementación dentro de la propuesta del Programa de Seguridad Espacial con vistas a la reunión del Consejo a nivel ministerial de la ESA en noviembre de 2025.