España desperdicia energía suficiente para abastecer a más de 2 millones de hogares
La valorización energética en el tratamiento de los residuos se perfila como herramienta crucial para disminuir la dependencia energética
España envía a vertedero cerca de 12 millones de toneladas de residuos, es decir, casi la mitad de todos los residuos generados por la población
En el contexto global actual, marcado por la necesidad de prácticas sostenibles, España se encuentra ante un desafío crucial que afecta tanto a nuestra política energética como medioambiental.
Nos hallamos en un momento decisivo, en la que se debe pivotar hacia métodos más sostenibles y eficientes, sobre todo en lo que respecta a la gestión de residuos.
A pesar de que la idea no es novedosa, la valorización energética se presenta como una tecnología poco utilizada con un enorme potencial para corregir la excesiva dependencia de vertederos en España.
Nuestro país se sitúa entre los países europeos que más residuos no reciclables destinan a esta forma de «eliminación». Esta técnica, que va más allá del mero tratamiento de residuos, ofrece una vía hacia una mayor seguridad energética.
¿Qué es la valorización energética?
La valorización energética es un proceso que convierte los residuos no reciclables en energía mediante la incineración. Esta técnica eficiente no solo produce energía, sino que lo hace con mínimas emisiones contaminantes, abordando de manera efectiva dos cuestiones críticas como son la creciente demanda energética y la acumulación de residuos en vertederos.
A pesar de los esfuerzos para mejorar los índices de valorización energética en España, que actualmente se sitúa en un 12,7%, existe una brecha considerable con respecto a la media de la Unión Europea, que alcanza el 26%.
El contraste es aún más marcado cuando se observa a los líderes europeos, como Finlandia y Suecia, con tasas de valorización del 57% y 53%, respectivamente.
España, con un margen amplio para el desarrollo de esta industria dentro de sus fronteras, no solo tiene la oportunidad de incrementar estas cifras sino de establecer un nuevo estándar de gestión de residuos y producción de energía sostenible.
La energía de los residuos urbanos
Si lo vemos desde el prisma energético, estos residuos urbanos representan una fuente de energía barata, autóctona y el 50% renovable, que está literalmente siendo desaprovechada.
Según datos recientes, España envía a vertedero cerca de 12 millones de toneladas de residuos, es decir, casi la mitad de todos los residuos generados por la población un dato que muestra también la cantidad de energía que se pierde.
España y la energía de los residuos
Esto no sólo significa un desperdicio de recursos valiosos sino también un derroche energético masivo, ya que la conversión de estos residuos podría suponer la generación de 6.995 GWh anuales, energía suficiente para abastecer a más de 2 millones de hogares.
Frente a este panorama y con estos datos encima de la mesa, Rafael Guinea, presidente de la Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos (Aeversu), ha defendido de manera incansable una revisión profunda de la política nacional respecto a la valorización energética.
«Llevamos años instando al gobierno central y a los gobiernos autonómicos a intensificar su compromiso con la valorización energética, no solo para mejorar la gestión de residuos, cosa que necesitamos, sino también como una herramienta crucial para disminuir la dependencia energética», asegura Guinea.
El reto de reducir los residuos
Si lo vemos desde el prisma medioambiental, España es el quinto país de la Unión Europea con más proporción de residuos urbanos no reciclables que acaban en los vertederos.
El vertedero es un recurso finito, caro y que además tiene un alto grado de contaminación, una práctica insostenible que conlleva altos costes ambientales y económicos. Mientras que ciertos países de la Unión Europea han conseguido minimizar significativamente la cantidad de residuos que terminan en vertederos, en España aún enfrentamos el reto de reducir nuestra dependencia de esta forma de eliminación y aumentar nuestra independencia en producción de energía.
Autosuficiencia energética
Con estos desafíos sobre la mesa, la valorización energética se perfila no sólo como una respuesta a la necesidad de sostenibilidad en España, sino como un eje transformador de su modelo de gestión de residuos y producción energética.
Al enfrentar la situación actual de nuestros vertederos, esta práctica ofrece un respiro al medioambiente y un impulso hacia la autosuficiencia energética. De cara a un presente y futuro inmediato, España debe cerrar la brecha existente con sus homólogos europeos y también marcar el camino hacia un futuro más verde y energéticamente seguro para las generaciones venideras.