Elsa Arnáiz: «España debe impulsar el autobús como un medio de transporte sostenible y asequible»

La alianza #ViajaMásEnAutobús reclama modernizar y transformar la red española de transporte del autobús media y larga distancia para que esté alineada con Europa, sea más eficiente, sostenible y más barata.

El retraso en los autobuses es muy evidente, y preocupante, si atendemos a los datos que nos proporciona esta plataforma en la que están presentes empresas, entidades sectoriales y sociales, académicos, ecologistas y think tanks.

Abordamos desde OKGREEN la entrevista con Elsa Arnaíz, portavoz de la alianza #ViajaMásEnAutobús, con un modelo no liberalizado con una regulación de hace 37 años, tildado como «obsoleto» por la alianza, en el que la desconexión social y territorial ha provocado que quince millones de viajeros hayan abandonado el autobús, un medio de transporte sostenible.

OKGREEN: ¿Por qué nace el movimiento #ViajaMásEnAutobús?

Elsa Arnáiz: #ViajaMásEnAutobús nace como un movimiento representativo de la sociedad civil destinado a transformar el sistema de los autobuses de media y larga distancia en España. Empresas, entidades sociales y de jóvenes, ecologistas, think tanks y academia nos hemos unido con un propósito claro: redefinir el modelo actual, obsoleto desde 1987, y adaptarlo a las necesidades actuales de movilidad de la población.

Somos una alianza comprometida a romper barreras territoriales, fomentar la igualdad en la movilidad de toda la sociedad teniendo en cuenta las necesidades reales de los ciudadanos y promover un sistema de transporte más accesible, eficiente y sostenible, bajo un modelo laboralmente responsable que respete las condiciones de los trabajadores.

P.: ¿Qué ventajas ambientales tiene el modelo de transporte en autobús que proponéis desde la alianza?

R.: La transformación del sistema de autobuses tiene numerosas ventajas, tanto económicas como de conexión territorial, y por supuesto ambientales y de lucha contra el cambio climático.

En un momento en el que es cada vez es mayor la apuesta por la movilidad cero emisiones, el cambio del sistema que proponemos desde Viaja Más en Autobús fomentaría el uso del autobús por parte de los ciudadanos al aumentar las rutas disponibles.

Incorporar competencia genera incentivos para que las empresas impulsen flotas más sostenibles, como ya ha pasado en otros países de nuestro entorno. Debemos apostar por un sistema más eficiente y que las compañías se comprometan con alcanzar las cero emisiones de CO₂.

P.: ¿Qué debilidades tiene el sistema actual de transporte en autobús?

R.: El sistema actual está obsoleto, genera diferencias territoriales y no tiene en cuenta las necesidades de los ciudadanos. Entre 2009 y 2019, quince millones de viajeros han abandonado el autobús por alternativas como el coche compartido. España no puede ser una excepción en Europa.

La Ley de Ordenación del Transporte Terrestre es de 1987 y desde entonces no se ha actualizado, a pesar de los grandes cambios que ha vivido el sector del transporte en nuestro país.

Además, esta Ley no se adecúa a los estándares europeos sobre transporte terrestre ni permite que se creen nuevas rutas que conecten municipios más allá de Madrid o Barcelona, como por ejemplo Valencia-Vigo o Badajoz-Toledo.

P.: Señaláis que España debe de adoptar un nuevo modelo para equiparar los precios con Europa. ¿Qué diferencias de tarifas existen entre España y los países más desarrollados en este ámbito?

R.: España es una excepción a nivel europeo. Somos, junto a Grecia, Rumanía y Hungría los únicos países europeos que no han procedido a la apertura de su sistema de autobuses, mientras que el resto de países de Europa sí lo han hecho.

En España tenemos los precios un 88% más caros que en Italia o en Francia, por poner un ejemplo. Además, según datos de la CNMC, son un 41% más costosos que en Portugal, un 36% respecto a Alemania y un 28% si se comparan con Reino Unido. Esto es algo que podría cambiar de enorme manera únicamente transformando el sistema actual.

P.: Habláis de liberalizar el transporte de media y larga distancia, un modelo que se ha quedado obsoleto en España. ¿Qué ventajas tiene esta liberalización y cómo se protegería el derecho a la movilidad de los ciudadanos?

R.: Nosotros hablamos de modernizar el mercado, transformarlo y adaptarlo a las necesidades reales de la población. Creemos que la transformación del sistema debe ir más allá del ámbito económico y debe incluir a todos los actores, por eso en la alianza contamos con empresas privadas, sociedad civil y personas relevantes del ámbito de la academia.

Las ventajas de esta transformación serían la reducción de tarifas, mejora de la calidad del servicio, apertura de nuevas rutas que reduzcan la brecha territorial y conecten a la España rural y la apuesta por un medio de transporte sostenible, entre otras.

El sistema actual sólo permite que las mismas grandes empresas que han obtenido una concesión operen en este mercado, dejando fuera a más de 2.000 pymes españolas repartidas por todo el territorio. De las 2.800 empresas de autobuses que hay en España, sólo 25 tienen concesiones estatales.

Además, hay otras alternativas que mejorarían la situación, como cumplir la normativa europea sobre cabotaje, que permitiría aprovechar las rutas internacionales para aumentar frecuencias y conectar ciudades hoy desconectadas; permitir que se autoricen nuevas líneas hoy inexistentes sin tener que lanzar una concesión; abrir la puerta al autobús compartido para optimizar los trayectos discrecionales, o abrir a la competencia corredores en modo de prueba para que los operadores demuestren a los ciudadanos las ventajas del sistema del que ya se disfruta en Europa. Hay muchas herramientas que pueden usarse para que todos viajemos más en autobús.

En definitiva, esta transformación reforzaría el derecho de los ciudadanos a tener a su disposición un sistema de autobuses adaptado al siglo XXI.

P.: ¿Qué tiene que hacer España, las administraciones estatales y autonómicas para modernizar su modelo de movilidad interurbana y equipararlo al de países como Francia, Alemania o Italia?

R.: En primer lugar, España debe permitir que se aprovechen al máximo las líneas internacionales para aumentar las conexiones y frecuencias en autobús.

Es por eso que España no puede seguir rigiéndose por un modelo de transporte de 1987, sino que debe adaptar el proyecto de Ley de Movilidad Sostenible para lograr que el modelo de concesiones de autobús esté plenamente alineado con la regulación europea.

En segundo lugar, es clave transformar el mercado para que haya nuevas líneas, más competencia y mejores servicios para los ciudadanos.

Por lo tanto, la apertura del mercado interregional de autobús permitiría que más de 2.000 pymes optasen a nuevas rutas. Además, tendría beneficios económicos para los ciudadanos, ya que el aumento de la competencia disminuiría el precio de los billetes.

En tercer lugar, desde España se debe impulsar el autobús como un medio de transporte sostenible y asequible para garantizar el derecho a la movilidad de todos los ciudadanos, teniendo en cuenta los beneficios medioambientales de este tipo de medio.

P.: ¿Cómo encajan las peticiones de vuestra plataforma en Ley de Movilidad?

R.: Es de enorme importancia esta ley. Y tiene un apellido igualmente importante. Es la Ley de Movilidad Sostenible. Y desde la sostenibilidad también hablamos nosotros.

Es una gran oportunidad para abordar la transformación del sistema y por eso es que vamos a presentar nuestra alianza al Congreso de los Diputados, para promover un debate, un diálogo entre la sociedad civil, las empresas y la política que marque las propuestas respecto a la ley de movilidad y la incorporación del autobús como medio de transporte sostenible y asequible para los ciudadanos.

P.: Mencionáis al coche compartido como uno de los factores que «ha ocasionado que 15 millones de viajeros hayan abandonado el autobús». Además de este vector, ¿existen otros competidores que han ganado terreno al autobús de media y larga distancia?

R.: Otros competidores directos han sido los trenes y los aviones. Esto se debe a que tanto el mercado ferroviario como el mercado aéreo han ido transformando el sistema en base a las necesidades de los ciudadanos y es lo mismo que queremos para el autobús. Aprendamos de experiencias pasadas y avancemos en medidas necesarias.

P.: ¿Cómo se conectaría a la sociedad de nuevo con este modelo de transporte?

R.: Nos dirigimos a una sociedad que conoce a la perfección la problemática de movilidad y que también está concienciada con la sostenibilidad. Son los ciudadanos los que sufren directamente la falta de rutas disponibles, los altos precios de los billetes o la escasez de frecuencias.

Por eso en nuestra alianza están algunas de las principales asociaciones juveniles como la Red Europea de Estudiantes Erasmus. Los jóvenes saben lo que cuesta viajar por Europa y lo caro e ineficiente que es viajar en España. Y quieren cambiarlo.

Además, también buscamos ofrecer oportunidades de transporte para la España rural, con esta transformación del sistema lograríamos una apertura de rutas que permitiría que haya un mayor número de interlocutores para cubrir la demanda de una parte de la población que hasta ahora no tenía una alternativa de transporte más allá del coche privado.

P.: ¿Qué papel juegan la innovación y las nuevas tecnologías para fomentar este modelo? ¿Existen ejemplos a seguir en España o en Europa?

R.: Las nuevas tecnologías juegan un papel muy importante, ya que gracias a su incorporación se están creando transportes más eficientes, sostenibles y comprometidos con el medioambiente. Estos avances han tenido un efecto positivo en la reducción de tarifas, en el aumento de frecuencias y conexiones, en la mejora calidad de servicios y en la disminución de emisiones de CO₂.

Algunos ejemplos exitosos han sido la apertura de la alta velocidad en España y en el autobús interregional en otros países europeos como Francia, Italia o Portugal.