Aves

La Comunidad de Madrid reintroduce 900 vencejos en el cielo de la Castellana

La Comunidad de Madrid logra, mediante la técnica de "fostering", que las crías rescatadas se depositen junto a otras donde crecen al cuidado de una pareja de adultos

Vencejos
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

El emblemático paseo de la Castellana de Madrid contarán con unos nuevos vecinos muy singulares que surcarán sus cielos gracias a la reintroducción de 900 vencejos en la zona de Cuzco.

Esta repoblación de vencejos se realiza en una de las colonias más destacadas de la capital con el fin de incrementar la presencia de esta especie autóctona.

La decisión de contar con la presencia de estas aves ha sido por parte de la Comunidad de Madrid, que ha contado con los vencejos procedentes del Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS), donde, en la primavera de este año, ingresaron 1.040 ejemplares, en su mayoría crías.

Técnica de fostering

Estas aves llegaron masivamente entre los meses de mayo y agosto, tras haberse caído del nido antes de saber volar o haber saltado ante las elevadas temperaturas, ya que suelen situarse en las cubiertas de los grandes edificios donde anidan, estando muy expuestas a la radiación solar.

Este año las acogidas han sido menores que en 2023 (cuando se alcanzaron 1.800), a causa de unas mejores condiciones climáticas, con menos olas de calor y tormentas, que han propiciado la abundancia de los insectos voladores que constituyen su alimento.

Mediante la técnica de fostering se devuelven a su hábitat, buscando parejas reproductoras de la misma especie con pollos en un estado de desarrollo similar al de los que se quiere liberar.

Vencejo

Crías huérfanas

Una vez que las crías huérfanas se dejan en los nidos, los padres las adoptan y cuidan junto a las suyas propias. Con esto se logra una mayor tasa de supervivencia, ya que reciben el alimento adecuado para su crecimiento y, al ser atendidos por congéneres, aprenden los hábitos que necesitan para convertirse en adultos.

El CRAS recoge animales que, por estar heridos, enfermos o inmaduros no pueden vivir en su hábitat natural. Está considerado uno de los hospitales europeos más destacados en la salvaguarda de la fauna silvestre, especialmente la autóctona, aunque también da acogida a las especies exóticas invasoras que deben ser retiradas del medio.

Los profesionales del centro forman un equipo integral que se ocupa de los cuidados, el crecimiento de ejemplares jóvenes o la recuperación en el caso de adultos heridos, así como la devolución a la naturaleza cuando es posible. Este último año los mayores ingresos han sido de vencejos, gorriones y urracas.

Vencejo
Vencejo llegando a su nido (Foto: Europa Press – Comunidad de Madrid)

Adaptación extrema

Según la Guía de Aves de España de SEO/BirdLife, los vencejos «suponen la adaptación extrema de las aves a la vida aérea. Todo su ciclo vital se puede desarrollar en vuelo, excepto la nidificación».

La guía explica que el vencejo común (Apus apus) es la única especie europea que habita zonas relativamente frías. Los pollos han desarrollado la capacidad de entrar en un estado de torpor, similar a una hibernación, que les permite superar fenómenos meteorológicos adversos sin la necesidad de comer. En origen rupícola, actualmente cría casi de forma exclusiva en zonas urbanas, incluso en metrópolis enormes y contaminadas.

Diez meses volando

Esta especie llama especialmente la atención por pasar la mayor parte de su vida en el aire. Está comprobado que permanece en vuelo ininterrumpido durante diez meses completos y sólo se posa dos meses para poner los huevos y criar a sus polluelos, durmiendo tanto en el nido como durante el vuelo.

El vencejo común presenta silueta en forma de ballesta, cola corta y ahorquillada, y alas estrechas y largas. Posee pico corto, plano y con la boca muy ancha, patas emplumadas y extremadamente cortas, que le impiden posarse en el suelo, y pies pequeños y de fuertes garras, con los cuatro dedos dirigidos hacia delante.