Cómo preparan las hermandades El Rocío 2024 ante la nueva Ley de Bienestar Animal
20.000 animales, entre ellos bueyes, burros, mulos y caballos, se ven afectados este año por la nueva norma estatal
Más de 20.000 animales que participarán este año 2024 en El Rocío se desplazarán este año por los cuatro recorridos bajo la nueva Ley de Bienestar Animal.
En este evento multitudinario, en el que también participan miles de personas pertenecientes a las 127 hermandades, se recorren cientos de kilómetros que conducen hasta la famosa aldea de Almonte en Huelva.
Por ejemplo, la Hermandad del Rocío de Córdoba se desplaza más de 200 kilómetros durante nueve días, unas largas jornadas en las que este año cambian muchas cosas para garantizar la salud y el buen estado de los animales.
Animales de producción
Unos recorridos en los que las autoridades, ayuntamientos, SEPRONA y Guardia Civil deberán estar atentos a que la normativa se cumpla y algunos ya solicitaron con antelación que se vele por sus condiciones.
Legalmente, bueyes, burros, mulos y caballos que se usan en la Romería de El Rocío tienen la consideración de animales de producción, por lo tanto, no se trata de animales de compañía.
La norma de Bienestar Animal entró en vigor el 29 de septiembre de 2023, pero sólo de forma parcial, por lo que muchos puntos son ambiguos en su interpretación o necesitan de más desarrollo para definir aspectos que quedan en un limbo por poder ser interpretados de diferente forma.
Romería de El Rocío
Aun así, el artículo 65 de la Ley de Bienestar Animal habla concretamente de «Romerías, eventos feriados, belenes, cabalgatas y procesiones», con el desarrollo de ocho puntos que afectan directamente a El Rocío.
El artículo habla de que los animales «deben presentar un estado higiénico-sanitario óptimo y tener garantizados durante el transcurso de la actividad unos niveles óptimos de bienestar animal atendiendo a las necesidades propias de cada especie y a las condiciones ambientales que existan en ese momento».
Además, mientras se desarrolle la actividad, se deberá velar que los animales que forman parte de la romería «se encuentren en buenas condiciones físicas, atendiendo entre otras cosas a indicadores comportamentales del animal o a signos que puedan evidenciar la necesidad de descanso, en particular en los meses de altas temperaturas».
Descanso e hidratación
Además, especifica que se deben habilitar puntos de parada para descansar y beber agua, la prohibición de pirotecnia o el desplazamiento de los animales por altas temperaturas.
Así mismo, la Ley de Bienestar Animal incide en la Romería del Rocío porque, pide que «se establecerán los horarios, lugares y medios de descanso de los animales de compañía utilizados en romerías y eventos feriados, según actividad, especie y demás condicionantes ambientales, debiendo ser estrictamente respetados en el manejo y cuidado del animal en todo momento. Se establecerán los rangos de temperaturas en que se permitirá el uso de animales de compañía en romerías».
Aminorar la presión en Doñana
Sin embargo, desde la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía se establecieron las nuevas condiciones de tránsito para las hermandades que participarán en la Romería del Rocío, ya que discurre por el Espacio Natural de Doñana para interferir lo menos posible con la fauna.
De este modo, los vehículos, ya sean de tracción mecánica o animal, llevarán carteles identificativos con el nombre de la hermandad, matrícula y número de orden. Esta medida busca facilitar la organización y garantizar un tránsito ordenado y seguro.
Concienciación de las hermandades
Con estos escuetos reglamentos y normas, las hermandades se han puesto a tomar medidas para no caer en sanciones y procurar que todo discurra con normalidad.
Las autoridades piden que se vigile «con especial atención» el trato que reciben los animales, instando a todos los romeros a «denunciar cualquier situación que ponga en riesgo el bienestar animal», ya que estos incidentes «afectan negativamente a la imagen de El Rocío», tal y como se ha expresado desde el Ayuntamiento de Huelva.
Una de las novedades de este Rocío 2024 será la instalación por parte del Ayuntamiento de Almonte de puntos de duchas en los accesos para refrescar a los animales, unos 15 abrevaderos para hidratarlos y zonas de sombra para mitigar el impacto del sol y de las altas temperaturas.
Veterinarios y tractores
La Hermandad onubense de Emigrantes anunció que contarán con servicios de veterinario y herrador que estarán acompañando su comitiva en los viajes de ida y vuelta.
Y para aminorar el sobreesfuerzo en los momentos más difíciles, se dispondrá de maquinaria motorizada o tractores para ayudar a los animales en los puntos clave.
Peticiones de los ecologistas
Sin embargo, año tras año, las organizaciones ecologistas siempre muestran su preocupación por el bienestar de los animales, tanto de los participantes como de la presión que recibe la fauna por su paso por entornos naturales.
Desde SEO/BirdLife destacan que «en los próximos días de peregrinación, cruzarán el corazón del Parque Nacional de Doñana más de 5.000 vehículos a motor (tractores, camiones y todoterrenos), más de 7.000 de tracción animal y un número de peregrinos de más de 50.000 personas, a las que se sumarán más de medio millón en El Rocío (Almonte)».
Impacto ambiental
Ante esta masificación que «genera basura, molestias a la fauna protegida en plena época de cría, rodadas sobre la vegetación, riesgo de incendio y vertidos contaminantes», lamentan que «aunque sea una obligación legal, aún no se ha evaluado el impacto ambiental acumulado que generan sobre el parque nacional los tránsitos que se producen durante la romería y las peregrinaciones extraordinarias de los fines de semana de gran parte del año».
Por su parte, otro el Colectivo Andaluz Contra el Maltrato Animal (Cacma) ha hecho hincapié en la importancia de aumentar la vigilancia en el camino que realizan las hermandades de vuelta a sus lugares de origen una vez transcurrido el Lunes de Pentecostés, una «operación retorno» que ponga el foco en las condiciones por las que pasan los animales en este «último y olvidado» tramo de la romería.