Cómo lograr que las fiestas patronales y los festivales reduzcan su huella ambiental y de carbono
Los eventos multitudinarios deberán cuidar más el impacto ambiental para proteger el planeta y la reputación de sus organizadores y promotores
El verano es el momento álgido para eventos, festivales de música, verbenas y conciertos de todo tipo, unas citas que congregan a cientos de miles de personas y que también dejan su huella ambiental en el planeta.
España se ha convertido en uno de los países que más festivales organiza y que más gente de todo el mundo acoge en el denominado turismo de festivales, por lo que estas convocatorias también deben empezar a fijar su atención en el cuidado del medioambiente.
Por ejemplo, el próximo 15 de agosto marca el inicio de las tradicionales fiestas patronales en muchos pueblos de España. Este período festivo es una oportunidad ideal para implementar medidas sostenibles que reduzcan el impacto medioambiental.
Facturación en España
Para hacernos una idea de lo que mueven estas convocatorias musicales hay que resaltar un dato, el de que el sector de los conciertos y festivales en España obtuvo en 2023 un registro histórico de facturación con casi 579 millones de euros, lo que supone un incremento del 26% con respecto al año anterior.
Una cifra que va a ir a más cada vez más y que aumenta el número de eventos que se preocupan por la sostenibilidad y no sólo miden sus impactos, sino que tratan de implementar acciones para reducir su huella de carbono y ambiental, la del público que asiste, el consumo de agua y energía, los residuos o los alimentos consumidos. Pero muchos organizadores no saben por dónde empezar.
Para los que están pensando en organizar o convertir sus fiestas populares o su festival deben fijar su objetivo en alinearse con los estándares de la ISO 20121 de gestión de eventos sostenibles.
Una asesoría necesaria
Para ello, y para estar bien asesorado y acompañado en este proceso, lo mejor es adoptar la decisión de un acompañamiento profesional que ofrezca una asesoría integral para cumplir con la norma ISO 20121.
En este sentido, DEKRA ofrece una asesoría integral para ayudar a festivales y eventos a implementar estrategias sostenibles personalizadas, y recomienda que «lo mejor es contar con un equipo de expertos que trabaje en estrecha colaboración con los organizadores para identificar y reducir el impacto medioambiental, promoviendo el uso de energías renovables, la reducción de emisiones y la compensación de carbono».
¿En qué debemos fijarnos para ser lo más sostenible posible en este tipo de eventos? Muchos de los organizadores de eventos toman como ejemplo inspirador el del grupo británico Coldplay, que reflexionó sobre el impacto de sus conciertos y, tras la pandemia, dio un giro al concepto de conciertos pensando en su impacto ambiental.
El inevitable ejemplo de Coldplay
Coldplay ha establecido un estándar alto en la industria de eventos en vivo con su compromiso hacia la neutralidad climática. Han implementado diversas iniciativas verdes, incluyendo la reducción de emisiones de carbono, el uso de energías renovables, etc.
Además, han compensado las emisiones inevitables y promovido prácticas ecológicas entre sus seguidores, como la erradicación del plástico en sus conciertos, demostrando que es posible disfrutar de la música en vivo mientras se cuida del planeta. Coldplay ha emitido un 47% menos de emisiones de carbono en su gira mundial hasta el momento, en comparación con su gira de 2016 y 2017.
Entre otros muchos parámetros en los que hay que fijarse, están el transporte, la energía y los residuos. El transporte es uno de los grandes generadores de huella de carbono, un reto que deben afrontar los organizadores de este tipo de eventos multitudinarios.
En el otro extremo también está el de la imagen, como por ejemplo lo que frecuentemente le ocurre a Taylor Swift, a quien critican sus desplazamientos en avión y la huella de carbono, en contraposición al mensaje de protección ambiental que expresó públicamente. Es decir, hay que ser sostenible, para cuidar la imagen de un evento, de los organizadores y de los promotores.
Energía, transporte y residuos
«Los organizadores cada vez más se preocupan para ofrecer movilidad más eficiente (autobuses compartidos), se traba en la optimización y/o reducción del merchandising, en reducir los residuos, por ejemplo, de platos y cubiertos de un solo uso (o compostables) o los vasos únicos que cada participante usa para todo», explican desde DEKRA.
Otro ejemplo en el que fijarse es el del Bilbao BBK Live 2024, que por primera vez en sus 18 ediciones, toda la energía empleada provenía de fuentes renovables.
Integró 130 paneles solares y dos turbinas eólicas con el objetivo de generar energía limpia y sostenible durante todo el evento. Una energía generada cuyo uso se ha maximizado gracias a sistemas de almacenamiento que han permitido un aprovechamiento óptimo de los recursos.
Eventos masivos y sostenibles
DEKRA está realizando, por encargo del Gobierno alemán, un estudio climático a posteriori sobre la UEFA EURO 2024, que incluye la evaluación del impacto medioambiental en las diez ciudades anfitrionas. Y entre los factores que se investigarán figuran la acción por el clima, la movilidad/transporte y los residuos, evaluando las opciones para evitar emisiones.
Otro caso es el de los Juegos Olímpicos de París 2024, que aspiran a ser los más ecológicos de la historia. El objetivo de la ciudad del Sena es ambicioso: reducir a la mitad la huella de carbono de los Juegos en comparación con ediciones anteriores (los Juegos Olímpicos de Tokio emitieron una media de 3,5 millones de toneladas de CO₂).
En París, el 95% de las infraestructuras son existentes o temporales; estructuras bajas en carbono, energías renovables, movilidad y restauración sostenible, los atletas duermen en colchones fabricados con redes de pesca recicladas y somieres de cartón reforzado, etc.
Errores más comunes
Los conciertos y festivales son dinamizadores culturales y económicos de las ciudades, pero también son grandes creadores de una huella ambiental que hay que reducir al máximo.
A pesar de los avances, muchas ciudades y organizadores de eventos aún enfrentan desafíos significativos en la creación de eventos sostenibles. Los errores comunes incluyen la falta de planificación adecuada, insuficiente integración de tecnologías verdes y fallos en la educación y participación del público.
La problemática de los errores en la creación de eventos sostenibles por parte de ayuntamientos y promotoras es un tema crítico. Con frecuencia, estos errores derivan en eventos que, aunque bien intencionados, no alcanzan sus metas ecológicas.
La misión de una asesoría de este tipo es la de estar preparada para abordar estos desafíos y demostrar que, con la orientación correcta, es posible lograr eventos verdaderamente sostenibles que no sólo cumplen con las expectativas, sino que también educan y movilizan al público hacia prácticas más responsables.