2024, el año en el que sufrimos 41 días de calor peligroso y rompimos la barrera de los 1,5 °C
Los 29 fenómenos meteorológicos estudiados por WWA, que acabaron al menos con la vida de 3.700 personas y provocaron el desplazamiento de millones de seres humanos
El cambio climático añadió 41 días de «calor peligroso» a 2024 y provocó un «sufrimiento implacable», según un estudio de World Weather Attribution (WWA) y Climate Central. Esta voz de alarma enlazada con lo que ya es seguro que en 2024 el planeta ha superado el umbral de los 1,5 ºC por encima del promedio preindustrial sitúa en una situación de peligro a la humanidad.
2024 ya ha batido el récord de temperaturas del año pasado, y, según las estimaciones del programa de observación terrestre de la Unión Europea, Copernicus, 2024 será el primer año en el que la temperatura global rompa la barrera marcada en los acuerdos de París, los ya traspasados 1,5 grados Celsius, esta marca fue establecida en la Conferencia de las Partes (COP) de París de 2015 como límite de calentamiento.
Cumbres poco positivas
Un año en el que las COP29 y 16, no han logrado avances sustanciales en el compromiso de los países más desarrollados para ayudar a la transición energética y la lucha contra el cambio climático de los más desfavorecidos, sin una financiación suficiente, tal y como reclamaban en un principio.
En definitiva, a partir de los 1,5 °C, los expertos advierten de que, a partir de ese nivel, la crisis climática empieza a superar la capacidad de adaptación de los seres humanos y del mundo natural.
Según Samantha Burgess, directora adjunta del Copernicus Climate Change Service, «después de 10 meses de 2024, es prácticamente seguro que será el año más cálido registrado y el primero con más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, según el conjunto de datos ERA5».
Dejar atrás los fósiles
Los científicos del estudio de WWA y Climate Central, reclaman una transición «mucho más rápida» que deje atrás los combustibles fósiles y más preparación por parte de los países para las condiciones climáticas extremas.
WWA y Clima Central son organizaciones compuestas por científicos. La primera se especializa en estudios de atribución, de los que ya ha hecho más de 90, mientras que la segunda estudia el cambio climático y su impacto en la vida de las personas.
En este informe, ambas organizaciones han identificado los «días de calor peligroso» locales, calculando el umbral para el 10% de temperaturas más cálidas entre 1991 y 2020.
Más días de calor
Estos días, que superan el percentil 90 de las temperaturas históricas, están asociados a mayores riesgos para la salud. Tras ello, compararon el número de días que excedieron este umbral con un escenario sin cambio climático.
A lo largo del documento han informado de que, además, el cambio climático tuvo una influencia más fuerte que El Niño en muchos fenómenos meteorológicos extremos.
De hecho, han concluido que intensificó 26 de los 29 fenómenos meteorológicos estudiados por WWA, que acabaron al menos con la vida de 3.700 personas y provocaron el desplazamiento de millones de seres humanos.
Resoluciones para 2025
«Esto se alinea con la tendencia más amplia de que, a medida que el planeta continúa calentándose, los efectos del cambio climático dominan cada vez más sobre otros factores naturales que influyen en el clima», han advertido los expertos.
De cara a 2025, los autores establecen cuatro resoluciones para abordar el cambio climático y proteger a las personas de situaciones extremas. Éstas son el abandono más rápido de los combustibles fósiles, las mejoras en la alerta temprana, la notificación en tiempo real de las muertes por calor, y financiación internacional para ayudar a los países en desarrollo a ser más resilientes.
Joseph Giguere, investigador asociado de Climate Central, ha advertido que las temperaturas lo suficientemente altas como para amenazar la salud humanas «se vuelven más comunes debido al cambio climático».
Semanas adicionales de calor
«En muchos países, los residentes están expuestos a semanas adicionales de calor, llegando al riesgo de umbrales que serían prácticamente imposibles sin la influencia del calentamiento global», ha advertido.
Por su lado, Friederike Otto, líder de WWA y profesora titular de ciencia climática en el Imperial College de Londres, ha recalcado que la sociedad tiene el conocimiento y la tecnología para alejarse de los combustibles fósiles y acercarse a las renovables, reducir la demanda y frenar la deforestación.
A su parecer, hay que implementar estas medidas y no permanecer «distraídos» por tecnologías como la eliminación de dióxido de carbono (CO₂), que «no funcionará sin hacer todo lo demás primero».
«Las soluciones han estado frente a nosotros durante años. En 2025, todos los países deben intensificar sus esfuerzos para reemplazar los combustibles fósiles con energía renovable y prepararse para el clima extremo», ha avisado Otto.