Range Rover Sport presenta a su gato eléctrico
Range Rover Sport se ha situado en otra dimensión con la irrupción del P510e phev. El fabricante inglés se sometió voluntariamente a una exigente prueba en la mítica finca barcelonesa de Les Comes demostrando que puede con los terrenos más complicados incluso en modo eléctrico. Este elegante SUV hizo sin despeinarse un circuito que es imposible para el 95% del común de los automóviles y únicamente haciendo uso de propulsión electrónica.
Con este tipo de demostraciones, Range Rover Sport evidencia que no ha perdido ni un ápice de la identidad off-road que le hizo popular en todo el planeta. El coche ha evolucionado con el paso del tiempo hasta ser uno de los más elegantes y con mejor gusto del mercado, pero nunca sin olvidar sus raíces de campo. El P510e phev Autobiography sorprende por su facilidad para adaptarse al camino que se nos presente ofreciendo una infinidad de modos de conducción que se ajustan a la perfección a nuestras necesidades.
Podríamos decir que ante ese aspecto señorial que se inicialmente se nos presenta encontramos un gato oculto que es capaz de salir indemne de las situaciones más complicadas. Pese a dar en la báscula casi tres toneladas, este Range Rover Sport se mueve sin ningún tipo de problema en pendientes imposibles, ángulos inclinados de 45 grados, subidas llenas de rocas o incluso en terrenos embarrados en lodo. Las ayudas a la conducción convierten esta experiencia en algo que hasta un novel podría sacar adelante sin ningún apuro.
Preparado para los más exigentes
Como si de una cámara de fotos profesional se tratase, el P510e phev cuenta con todo tipo de modos de conducción para sacar el mejor partido, aunque ayuda a los menos expertos a través del programa Terrain Response 2. Este sistema mejora el rendimiento en condiciones todoterreno al aplicar de forma automática la mejor configuración dependiendo del terreno. Esto se hace el maridaje perfecto con su impresionante suspensión neumática adaptativa. Antes de entrar en cualquier camino, podemos adaptar la altura y la dureza de la misma para disfrutar de una experiencia donde el confort es la bandera de todo.
Además, este Range Rover Sport dispone de una transmisión automática con convertidor de par con ocho velocidades que se encuentra asociada a la tracción integral inteligente, recalcando la circunstancia de que todo se adapta para mejorar nuestra experiencia de conducción a cualquier terreno. El nuevo control de crucero todoterreno adaptativo también es una novedad en este modelo permitiéndonos, por ejemplo, establecer la velocidad máxima a la que queremos descender una pendiente pronunciada.
Podrías pensar que es imposible que un coche con tanta presencia se mueva con agilidad, pero os vamos a contar el secreto del Range Rover Sport. La dirección en el eje trasero es capaz de girar las ruedas hasta en 7,3 grados en sentido contrario a las delanteras, lo que le permite reducir la distancia de giro a niveles de coches mucho más pequeños y menos voluminosos. En un giro en U consigue un radio de 11 metros, lo equivalente a un utilitario de ciudad. No le ponemos el mote de gato gratuitamente.
Músculo por todas partes
A nivel prestacional, el Range Rover Sport es una soberana bestia. A la espera de que en 2024 aterrice el esperado 100% eléctrico, tampoco nos vamos a quejar de un P510e phev que te trae la codiciada etiqueta 0 y una autonomía eléctrica de 113 km con un propulsor de 105 kW y una batería de 38,2 kW.
Se trata de un coche completísimo porque además cuenta con un motor de gasolina Ingenium de seis cilindros y 3,0 litros para alcanzar una potencia total de 510 caballos. La autonomía total de este coche alcanza los 740 kilómetros siendo unas cifras más que generosas. Y sin olvidar que tiene nervio con una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos y una velocidad máxima 242 km/h.
Range Rover ha vuelto a superar las expectativas con un coche redondo en todos los sentidos, pese a que su precio pueda echar a muchos para atrás con esta versión ofertándose a 140.100 euros. Muchos pueden pensar que se trata de un SUV más con ínfulas de coche elegante, pero sólo basta montarse en él para darse cuenta de que se trata de una máquina elegante y muy conseguida. Si te lo puedes permitir no lo dudes ni un segundo. Es el mejor coche que hay en el mercado para combinar dos mundos: carretera y campo. Y encima eléctrico.