Prueba del Renault Kadjar dCi 110 Zen
Llega tarde, pero ha llegado. Hablamos del Renault Kadjar, el crossover de la marca del rombo, que ha desembarcado en el mercado cuando casi todas las marcas a las que se enfrenta ya tienen un producto bien posicionado en este segmento. Sin embargo esta tardanza puede haber sido positiva, porque ha permitido a los franceses estudiar las apuestas de sus rivales antes de poner en liza a la suya. ¿Qué ofrece el nuevo Kadjar? Nosotros hemos probado la versión dCi de 110 CV con el acabado Zen y te lo vamos a contar.
Diseño exterior
Si hubiese que definir la imagen exterior del Renault Kadjar en una sola palabra, ésta sería imponente. Los diseñadores de la firma francesa han dotado a este crossover de unas líneas que le hacen parecer más grande y musculoso de lo que realmente es. A ello contribuye la inclusión del lenguaje actual de diseño de Renault, con su característico frontal coronado por un logotipo de la marca de grandes dimensiones.
Otro de los puntos que logra potenciar Renault con las líneas elegidas para este Kadjar es el de la deportividad. Sus estilizadas y redondeadas formas, además de aportar la imponente presencia de la que hablamos, aporta un toque de agresividad bien entendida. No es tan sencillo como parece hacer que un SUV de este tamaño sea realmente atractivo para la vista, y el Kadjar lo es. Además tiene el mérito de que tanto su frontal como su zaga no se parecen mucho a las del Nissan Qashqai, modelo con el que comparte el 60% de las piezas -aunque según Renault, solamente el 5% de éstas se encuentran a la vista-. No sucede lo mismo con la vista de perfil, que recuerda mucho más al modelo nipón. No obstante, el gran acierto de Renault es el paso adelante dado respecto a su anterior apuesta en este segmento, el Koleos.
De un vehículo de aspecto tosco y desfasado hemos pasado a otro de líneas fluídas y modernas. A pesar de su tamaño y de una altura respecto al suelo considerable -20 centímetros-, sus formas son de lo más aerodinámicas. De hecho, éste es uno de los puntos donde más han trabajado los ingenieros de Renault, contribuyendo además a lograr unas cifras más que satisfactorias en lo que a eficiencia se refiere.
Interior
El interior del Renault Kadjar combina grandes luces con algunas pequeñas sombras. Estamos ante un coche donde prima el confort de los ocupantes. Tanto las plazas delanteras como las traseras presentan el suficiente espacio como para que cada uno de los cinco ocupantes que admite este crossover viajen de forma cómoda. Desde el puesto del conductor tenemos una muy buena visibilidad en todo momento, algo que es sin duda elogiable. No lo es tanto la posición elegida para los mandos situados detrás del volante. Tanto los que controlan las luces como los parabrisas se encuentran en una posición excesivamente alejada, sobre todo si tenemos en cuenta que la unidad probada solamente permitía regular dicho volante en altura, y no en profundidad.
Además, Renault sigue apostando para los controles del audio y del móvil por una pieza ‘extra’ situada detrás del mismo volante, en una posición algo más baja que éste y a la derecha. Detallamos tanto su ubicación porque desde el puesto del conductor ni la verás, ni la intuirás. Esta solución no es la idónea, y es algo que se viene repitiendo desde hace tiempo en los modelos de la marca del rombo.
También merece la pena comentar la situación de la pantalla táctil de la consola central. Desde ella controlaremos todos los parámetros que se nos puedan ocurrir. No sufráis por su funcionamiento porque es óptimo e intuitivo. Además no se bloquea en marcha como sucede en otros coches, con lo que podremos consultar todo aquello que se nos ocurra en cualquier momento. Pero ojo, las dimensiones interiores del Kadjar provocan que dicha pantalla esté algo alejada de nosotros, con lo que habrá que desviar la vista de la carretera más de lo aconsejable para manipularla. Lo ideal, a pesar de que permita lo contrario, es que ‘investigues’ con el coche parado.
Otro de los puntos a destacar es la capacidad de carga del Renault Kadjar. Su imagen exterior te hace pensar que tendrá un maletero de dimensiones hercúleas. No es así, si bien su capacidad es más que suficiente -472 litros, que ascienden a 1.478 con los asientos traseros abatidos- para transportar casi lo que se nos ocurra. Además, el sistema de bandejas que se pueden colocar en posición vertical ayuda bastante.
Motor y consumos
Cuando nos confirmaron que la unidad del Renault Kadjar que íbamos a probar contaba con el motor diesel dCi de 110 CV de la marca francesa nos asaltó una duda muy concreta. ¿Será suficiente para mover con soltura este SUV? Igual de concreta es la respuesta. Sí. A pesar de que sobre el papel parezca un motor con poca fuerza, la realidad es que nos encontramos con una mecánica que es capaz de funcionar a las mil maravillas, incluso teniendo en cuenta los 1.455 kilogramos que pesa esta unidad del Kadjar. Solamente cuando vamos cargados hasta arriba tendremos que jugar con la caja de cambios más de la cuenta, especialmente cuando afrontemos alguna subida pronunciada en una autopista. Pero nada más. Para el resto de las situaciones los 110 CV y 260 Nm de par máximo que ofrece este dCi francés son más que suficientes.
La gran ventaja de este motor viene dada por el consumo de combustible que ofrece. Si bien la cifra de gasto homologado es de 3,8 l/100 km, lo normal es que supere los 5. Éste será el consumo que tengas la mayor parte de la vida del SUV galo, aunque tenemos que advertirte que si lo cargas al tope de sus posibilidades tendrás que forzar más el motor, elevándose éste sustancialmente. No obstante, con un depósito de 55 litros de capacidad, nos olvidaremos de pasar por la gasolinera frecuentemente, algo siempre interesante.
En cuanto a emisiones, homologa 99 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, con lo que esta versión del Kadjar está exenta de pagar impuesto de matriculación. El motor, por su parte, se asocia a una caja de cambios manual de seis relaciones de la que no tenemos queja alguna. Tanto su tacto como el recorrido de las diferentes marchas nos parece todo un acierto.
Comportamiento
Si hablamos del comportamiento del Renault Kadjar, tenemos que hacerlo de un vehículo donde se ha buscado el confort por encima de todas las cosas. Es lo lógico, aunque ello penalice a la hora de afrontar las carreteras más viradas. Pero ojo, no toméis esto como una crítica, pues no tendría sentido fabricar un SUV con otras características. Obviamente, a la hora de encarar ciertos virajes, vas a notar las inercias que genera un coche del tamaño del Kadjar, pero nada que no provoquen todos y cada uno de sus rivales.
El objetivo a perseguir por los creadores del SUV galo era el de ofrecer la máxima comodidad posible, y se ha conseguido con creces. El Renault Kadjar se convierte por tanto en uno de esos SUV donde da gusto devorar kilómetros. Os aseguro que hemos hecho unos cuantos y en ningún momento la fatiga se ha apoderado de nosotros. Pudimos comprobar además el buen trabajo que ha hecho la marca francesa en lo que a los frenos se refiere. Si bien el tacto del pedal central es algo blando al principio, lo cierto es que éste transmite sensación de confianza en todo momento.
Por otra parte, el Renault Kadjar que hemos probado, con sistema de tracción delantera, es el ideal para todos aquellos que no tengan pensado sacarlo del asfalto. Es cierto que tiene el sistema X-Grip, que nos ayuda mucho siempre y cuando vayamos con los neumáticos adecuados a la hora de afrontar los caminos más difíciles, pero si tenemos cierto espíritu aventurero y nos gusta este vehículo, lo lógico es decantarse por una versión de tracción a las cuatro ruedas.
Equipamiento
La unidad de pruebas que hemos tenido a nuestra disposición del Renault Kadjar contaba con el acabado Zen, o lo que es lo mismo, el más completo de la gama. Solo podemos decir que, a pesar del sobre precio que tiene respecto al resto de acabados, merece la pena. Contamos con elementos como el sistema de parada y arranque Stop/Start, espejos retrovisores con calefacción y abatibles eléctricamente, climatizador bizona, cristales traseros sobre tintados, conexión por Bluetooth, conexión USB, llave manos libres, control de estabilidad ESC, luces con tecnología LED, detector de ángulo muerto, control de presión de los neumáticos, cambio automático de luces de carretera y cruce, asistente de arranque en cuesta… un auténtico arsenal tecnológico a nuestra disposición.
Todo esto nos costaría 27.585 euros, precio que se eleva algo respecto al acabado Zen ‘convencional’ debido a los extras con los que contaba nuestra unidad de pruebas. Habría que añadir los 500 euros que vale el ‘Pack Safety Premium’ -incluye elementos como el detector ángulo muerto, frenada de emergencia asistida o el radar lateral de obstáculos-, los 650 del ‘Pack Vision’ -techo panorámico y retrovisor interior electrocrómico-, los 500 de la pintura ‘Gris Platino’ y los 450 del equipo de sonido Bose, muy recomendable para los amantes de la buena música.
Ficha técnica | |
Motor | |
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Situación | Delantero transversal |
Nº Cilindros | 4 en línea |
Tipo de combustible | Diesel |
Compresión | 16,0 a 1 |
Potencia (CV/rpm.) | 110 a 4.000 |
Par máximo (Nm/rpm.) | 260/1.750 |
Transmisión | |
Tipo | Manual |
Cambio | 6 velocidades |
Bastidor | |
Suspensión delantera | McPherson/Resorte helicoidal |
Suspensión trasera | Rueda tirada con elemento torsional/Resorte helicoidal |
Frenos | |
Delanteros | Discos ventilados 296 mm. |
Traseros | Discos 290 mm. |
Dirección | Cremallera eléctrica |
Diámetro de giro (m.) | 10,7 |
Neumáticos | 215/60 R17 (serie) |
Llantas | 17 pulgadas |
CARROCERÍA | |
Nº de plazas | Cinco |
Peso en vacío (kilos) | 1.455 |
Depósito de combustible (litros) | 55 |
Largo (mm.) | 4.449 |
Ancho (mm.) | 1.836 |
Alto (mm.) | 1.607 |
Vía delantera (mm.) | 1.556 |
Vía trasera (mm.) | 1.542 |
Distancia entre ejes | 2.646 |
Capacidad del maletero (litros) | 472-1.478 |
Prestaciones | |
Velocidad máxima (km/h.) | 182 |
Aceleración de 0 a 100 Km/h. (seg.) | 11,9 |
Consumos | |
Urbano (litros/100 km) | 4,1 |
Extraurbano (litros/100 km) | 3,6 |
Mixto (litros/100 km) | 3,8 |
Conclusión y rivales
El Renault Kadjar es una de las opciones a tener en cuenta si lo que buscas es un SUV del segmento C, así de claro. Comparte el 60% de piezas con su ‘primo hermano’, el Nissan Qashqai, lo que es garantía de calidad teniendo en cuenta el éxito de éste. Además dispone de una imagen atractiva y deportiva que hace que entre por los ojos nada más verlo, algo que no todos los nuevos modelos logran. Su interior es garantía de confort, algo vital para un vehículo de corte familiar.
También destaca la versatilidad que ofrece el motor diesel dCi de 110 CV que equipa la versión probada, teniendo en cuenta que éste tiene sus limitaciones. Si lo explicado durante la prueba te supone algún impedimento, siempre tienes la opción de decantarte por el propulsor de 130 CV, que aporta un plus en todos los sentidos. Y en cuanto al equipamiento, si te decantas por el acabado que hemos probado, habrá pocas unidades más completas en lo que a sus rivales se refiere. En definitiva, los 27.585 euros que cuesta son una buena inversión.
Lo mejor
- Gran paso adelante respecto al Koleos
- Comodidad en marcha y espacio interior
- Diseño muy atractivo
Lo peor
- Distribución de los mandos tras el volante
- El consumo sube demasiado al ir cargado
Rivales
- Nissan Qashqai
- Kia Sportage
- Hyundai Tucson
- Dacia Duster