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Prueba del Renault Clio RS 200, un juguete no apto para todos los públicos

Renault Clio RS
Renault demuestra de nuevo su buen hacer a la hora de crear deportivos con el Clio RS, un urbano que de inofensivo tiene poco.

El de hoy es uno de esos coches que gusta probar. Puede que no sea el más lujoso, ni el más rápido, ni el más llamativo del mercado. Pero es un auténtico juguete con ruedas, de esos que despiertan la pasión de los aficionados más ‘quemados’ del mundo de las cuatro ruedas. Es el Renault Clio RS, que a pesar de su juvenil aspecto no debería caer en manos inexpertas. Vamos a verlo.

Diseño

Renault Clio RS 200
La zaga del Renault Clio RS está protagonizada por la peculiar forma de su salida de escape.

Al contrario de lo que sucedía con los Renault Clio RS anteriores, el que hemos probado -y el actual en su versión 2017, que actualiza lo presente- no es muy diferente del resto de la gama. Si obviamos el color amarillo Renault Sport de la carrocería, apenas algunos detalles -importantes, eso sí- nos dejarán claro que no estamos ante un Clio convencional. Las siglas RS situadas bajo el emblema de Renault en el centro, las llantas de 18 pulgadas -que son de 17 si no elegimos el chasis Cup-, la forma de las ópticas -ahora vamos con ello-, la doble salida de escape en la zaga… En definitiva, en un primer vistazo nos daremos cuenta de que estamos ante un coche fuera de lo común, pero sin saber realmente por qué. Será cuando nos fijemos bien en los detalles cuando saquemos conclusiones sobre lo que se nos viene encima.

Otro de los puntos que destaca en el Renault Clio RS es, como decíamos, su sistema de iluminación, el conocido como RS Vision, que viene a ser una iluminación adicional con tecnología LED dotada de multi reflectores con la forma de una bandera de cuadros. Una solución muy ‘racing’ que, además de servir como antinieblas y luces auxiliares para las curvas, le cambian la cara la variante deportiva del compacto galo.

También merece la pena comentar la buena solución que ha encontrado Renault para implantar las puertas traseras. Jamás me gustó que un GTI en miniatura como éste viniese solamente con versión de cinco puertas, pero hay que reconocer que es prácticamente imposible percatarse del abridor salvo que ya sepas dónde está. Se esconde en una zona alta que no es la más cómoda, pero bienvenida sea esta molestia en aras de una estética más acorde con el coche del que hablamos.

Interior

Renault Clio RS
Diferentes detalles del interior nos dejan bien claro que estamos ante un Clio de lo más especial.

Como sucede con el exterior, el interior del Renault Clio RS 200 basa su exclusividad en los detalles. No llega al nivel de radicalidad que ofrece el Clio RS 220 Trophy, algo que se agradece en el día a día. Nada más entrar observaremos algunos adornos en color rojo que aumentan la deportividad del coche, así como otros puntos de interés como unos pedales acabados en aluminio, el logotipo RS en el volante y un botón RS Drive situado bajo el freno de mano y que comentaremos en el apartado correspondiente.

El puesto de conducción es lo suficientemente deportivo como para disfrutar del dinamismo del Clio RS, aunque presenta una pega que para mí ha de ser subsanada más pronto que tarde, pues Renault sigue cayendo en ella en modelos más nuevos. Se trata de las levas del cambio automático EDC que equipa de serie el coche. Éstas van ancladas a la columna de la dirección en lugar de situadas en el volante, lo que me parece una gran solución. Sin embargo, la longitud que presentan en la parte superior no es tal en la inferior, con lo que si, por ejemplo, necesitamos subir una marcha cuando afrontamos un viraje de derechas, o soltamos la mano del volante o no podremos hacerlo. Lo mismo vale para las reducciones si tenemos ‘la rosca’ virada hacia la izquierda.

Renault Clio RS
Detalles como los pedales acabados en aluminio son exclusivos del Renault Clio RS.

Por lo demás no existen muchas variaciones respecto a los Clio convencionales. Incluso el cuadro de mandos o la consola central son prácticamente calcados, si bien en la pantalla táctil que preside esta última podremos consultar datos exclusivos gracias a la aplicación RS Monitor que comentaremos más adelante. Esta falta de novedades hace que el mando satélite para controlar el sistema de audio siga en la misma posición de siempre, es decir, a la derecha de nuestra posición tras el volante, con lo que es imposible verlo y hay que aprenderlo de memoria para manejarlo como se debe. En cuanto al maletero, hablamos de 300 litros de capacidad, que pueden aumentar a 1.146 si abatimos unos asientos traseros que nunca formarán un suelo totalmente plano.

Motor y consumo

Renault Clio RS
Un motor capaz de hacer que el coche acelere de 0 a 100 km/h en tan solo 6,7 segundos no es ninguna broma.

Los dos apartados más importantes a destacar en el Renault Clio RS son los que vienen ahora. Su motor y su comportamiento. El primero de ellos destaba una gran curiosidad en mi, ya que el último Clio RS que había probado era el atmosférico de la generación anterior. ¿Cómo le sentaría la reducción de cilindrada y la presencia del turbo? Pues la mar de bien, para qué vamos a andarnos con rodeos. Los 200 CV que anuncia se dejan sentir desde muy abajo, algo típico en estos motores, lo que ya no hará necesario el tener que apretar las clavijas al urbano francés para sacar toda su rabia, lo que además deriva en una mejora de las cifras de consumo.

Es aquí donde hay que comentar que el Renault Clio RS no debería caer en manos inexpertas. Es cierto que es tremendamente estable y que, por tanto, es complicado perderlo. Pero no dejan de ser 200 CV en un tracción delantera que, si nos pasamos con el pie derecho, provocarán pérdidas de adherencia que pueden dar más de un susto si no estamos preparados para ello. El coche es seguro, mucho, pero hay que saber utilizarlo con cabeza. Y es que una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos no es ninguna broma.

Asociado a este motor encontramos de serie un cambio automático EDC de seis velocidades. Si obviamos la pega de diseño de las levas que hemos comentado antes, no tenemos queja alguna sobre él. Tanto en modo automático como si lo controlamos nosotros, tenemos a nuestra disposición una transmisión rápida y efectiva, que además no se cortará a la hora de revolucionar el motor cuando activamos el modo más deportivo con el antes mencionado botón RS Drive. Este modo, incluso, aumenta el ralentí para asegurar una mejor salida desde parado, algo que se vuelve óptimo si activamos el Launch Control pulsando a la vez las dos levas de cambio.

En cuanto al consumo, es lo de siempre con este tipo de coches. Su gasto homologado, de 6,3 l/100 km, es bastante adecuado, pero si queremos divertirnos con él la cifra subirá bastante. No has de preocuparte por ello, porque si compras un Clio RS sabes a lo que te expones. En mi caso, durante la semana de pruebas que compartí con el coche, haciendo un poco de todo, el ordenador de a bordo me marcaba 8,5 l/100 km. Y eso yendo casi siempre con el modo más deportivo, que además de desconectar el sistema Stop/Start, lograba emanar unos emocionantes petardazos por el escape cuando subías de marcha a poco que le apretases las clavijas.

Comportamiento

Renault Clio RS
El grado de estabilidad que logra el Renault Clio RS es realmente sorprendente.

Otro de los puntos clave del Renault Clio RS 200 es su comportamiento. Ya sea dotado del chasis Cup, el más deportivo, o del convencional, estamos hablando de un deportivo muy bien plantado. Este chasis Cup, que incluye por defecto llantas de 18 pulgadas en lugar de 17 y basa su extra de deportividad en una suspensión y muelles más rígidos, está destinado a aquellos que no les importe sacrificar el poco confort que ofrece el coche en aras de la mayor deportividad posible. Sí, se nota que en curvas es una auténtica lapa, pero pasar por cualquier badén más rápido de lo que debes hará que te tiemblen los empastes. No es una crítica, todo lo contrario.

Renault ofrece la opción de tener algo realmente radical a quien lo desee, y también la oportunidad de disfrutar de mucha deportividad con el chasis convencional a los que también quieran el Clio RS para el día a día. Y ojo, porque este chasis convencional, salvo que le pongamos muy al límite en un circuito, no desmerece para nada. También puede presumir de tener una estabilidad a prueba de bombas y de ofrecer un sustento muy por encima de la media en carreteras viradas.

El comportamiento del coche varía en función del modo de conducción elegido, desconectando ayudas según nos acercamos al más deportivo de los tres que se ofrecen. La respuesta de la dirección, del acelerador y de un control de estabilidad que puede desconectarse por completo son las claves.

También merece comentario la brillante incidencia que tiene en la conducción del Renault Clio RS el diferencial autoblocante electrónico que equipa. Un tracción delantera con 200 CV sería sinónimo de un subviraje crónico, especialmente cuando toca acelerar. Pues no, nada más lejos de la realidad. Obviamente tendremos que tratar con mimo el pedal derecho, pero llega a sorprender la capacidad que tiene el coche para redondear curvas, algo a lo que ayuda un eje trasero muy bien trabajado para este fin.

Equipamiento

Renault Clio RS
Apretando a la vez las dos levas del cambio activaremos el Launch Control, sistema preparado para obtener la máxima aceleración.

Además de los mencionados chasis Sport y Cup, que quizás sea la elección más importante del coche, la unidad de pruebas con la que hemos contado incluía uno de los extras más vistosos, el color amarillo Renault Sport. ¿Su problema? Los 1.600 euros que cuesta. Eso sí, bonito y llamativo es un rato.

También destaca la inclusión del sistema RS Monitor, que aunque no vayas a pisar nunca un circuito con el coche no deja de ser interesante. Desde la pantalla de la consola central podrás acceder a datos más propios del mundo de la competición en tiempo real. Véanse aceleraciones, cantidad de potencia usada en cada momento, fuerzas G de las curvas… en definitiva, todo un rosario de datos que, a pesar de no tener una utilidad real en nuestro día a día, sacarán más de una sonrisa a quienes disfruten de este tipo de vehículos.

Por lo demás, nos encontramos con un Renault Clio RS que, sin destacar respecto a la competencia en ningún apartado, puede presumir de ser un coche bastante completo. Más allá de lo que queramos radicalizar su imagen y su comportamiento, no tendremos que desembolsar mucho más dinero que el del precio de partida par disfrutar de lo lindo.

Ficha técnica

Ficha técnica
Motor
Situación Delantera transversal
Nº Cilindros 4
Tipo de combustible Gasolina
Compresión 9,5 a 1
Potencia (CV/rpm.) 200/6000
Par máximo (Nm/rpm.) 240/1750
Transmisión
Tipo Automática doble embrague
Cambio EDC 6 velocidades
Bastidor
Suspensión delantera Tipo McPherson / Resorte helicoidal
Suspensión trasera Rueda tirada con elemento torsional / Resorte helicoidal
Frenos
Delanteros Disco ventilado (320)
Traseros Disco (260)
Dirección Cremallera eléctrica
Diámetro de giro (m.) 10,9
Número de vueltas de volante 2,7
Neumáticos 205/45 R17 88Y
Llantas 17 pulgadas
CARROCERÍA
Nº de plazas 5
Peso en vacío (kilos) 1279
Depósito de combustible (litros) 45
Largo (mm.) 4090
Ancho (mm.) 1732
Alto (mm.) 1432
Vía delantera (mm.) 1504
Vía trasera (mm.) 1500
Distancia entre ejes 2589
Capacidad del maletero (litros) 300
Prestaciones
Velocidad máxima (km/h.) 230
Aceleración de 0 a 100 Km/h. (seg.) 6,7
Consumos
Urbano (litros/100 km) 8,1
Extraurbano (litros/100 km) 5,1
Mixto (litros/100 km) 6,3

Conclusión

Renault Clio RS
El Renault Clio RS, a pesar de su radicalidad, no renuncia a cierto confort que lo convierte en un coche viable para el día a día.

Pequeños diablos con ruedas, que eso es lo que son estos urbanos vitaminados con sangre de GTI, hay bastantes, pero tengo que reconocer que el trabajo de Renault Sport siempre aporta un plus. Y os lo dice alguien que tiene guardado en su garaje para el día a día un Mégane RS. En el caso del Clio RS el sentimiento es el mismo. Los franceses son capaces de lanzar auténticos coches de carreras camuflados con una matrícula que les hace ser viables para la vida normal. Y, encima, sin llegar a un nivel de incomodidad inasumible para los ‘no quemados’. Ni con él ni con ninguno de sus rivales te vas a equivocar. Pero yo lo tengo claro, si quiero un urbano con mala leche, el Clio RS estaría entre mis favoritos. El precio de partida del Clio RS que hemos probado era de 23.650 euros -extras que te hemos comentado que tenía aparte-, una cifra que no diferirá mucho de la del actual, que sin ser una revolución, mejora levemente lo presente.

Lo mejor

  • Comportamiento dinámico
  • Motor
  • Sonido

Lo peor

  • Diseño de las levas del cambio
  • Su imagen podría ser algo más radical

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