Sufre el accidente más brutal de su vida… ¡y aún así gana la carrera!
Lo que ha sucedido en el famoso Gran Premio de Macao disputado este fin de semana en la categoría de GT es digno de guion de película, y es que el ganador de la carrera acabó la misma con el coche destrozado y panza arriba. ¿Cómo puede ser eso? Te contamos la historia.
El piloto belga Laurens Vanthoor lideraba a falta de 15 minutos para el final al volante de su Audi R8 LMS, si bien estaba muy presionado por dos Porsche 911. De hecho, uno de ellos le adelantó, con lo que Vanthoor entró largo en la siguiente curva buscando los límites para que el ya líder no se le escapase. Esto provocó que se fuese contra los guardarraíles, los cuales, caprichos del destino y de la física, hicieron que el prototipo alemán despegase del suelo como si se tratase de un avión.
Al caer, el Audi R8 LMS se desplazó por la pista unos cuantos centenares de metros con las ruedas donde debería estar el techo, que era precisamente lo que contactaba con el suelo. Por suerte el resto de los pilotos pudo evitar al belga, evitando males mayores.
Lo que en ese momento fue una tremenda decepción -además del susto- para Vanthoor, poco después se convirtió en alegría. Tal fue la magnitud del accidente que el director de carrera suspendió la misma. Lo curioso es que al darse esta circunstancia, la clasificación final válida fue la que se dio en la vuelta precedente al percance… ¡resultando ganador el propio piloto belga! No creemos que fuese una estrategia maquiavélica ejecutada a la perfección, pero ¿y si…?