Griffiths (Cupra) avisa que los aranceles a China que afectan al Tavascan complican el futuro de la marca
Este modelo se produce en la planta que tiene el Grupo Volkswagen en Anhui (China)
El CEO de Cupra, Wayne Griffiths, ha alertado sobre el riesgo del proyecto del nuevo Cupra Tavascan por los efectos derivados en los aranceles impuestos por la Comisión Europea (CE) a los coches 100% eléctricos. Bruselas ha impuesto al fabricante automovilístico del Grupo Volkswagen una tasa del 21% -que inicialmente se situaba en el 38%- por la importación de este modelo de cero emisiones al Viejo Continente, lo que se traduce en un incremento del precio de 10.000 euros por cada vehículo y que obligaría a la marca a vender este modelo a perdidas hasta afectar directamente en el futuro de Cupra.
Así lo ha señalado el directivo alemán en un encuentro con los medios de comunicación, en el marco de la presentación internacional del nuevo Cupra Terramar, en el que ha señalado que «con la entrada en vigor de los aranceles de Bruselas, corre peligro no sólo el proyecto de Tavascan, si no corre peligro nuestra empresa».
Los aranceles que ha impuesto Bruselas al envío de coches producidos en China afectan al Cupra Tasvascan, ya que éste se produce en el país a través de una empresa conjunta entre Volkswagen y Anhui Jianghuai Automobile Group (JAC). Inicialmente, la Comisión Europea grabo al coche con uno del 38%. Tras entregar nueva documentación ha pasado al 21%, lo que supone sumar 10.000 euros más al precio del coche, teniendo en cuenta que su precio de partida se sitúa entre los 50.000 euros.
Griffiths ha confesado que «los aranceles son un problema grande y un riesgo para el proyecto Cupra Tavascan. Cuando desarrollamos este proyecto no había aranceles y no estaban dentro de nuestros cálculos». «Para nosotros, es incomprensible que una marca europea, española, con un coche claramente europeo, diseñado aquí en España, con una plataforma de un grupo europeo que es el Grupo Volkswagen, tenga aranceles por encima de empresas que no son de Europa», ha criticado el directivo alemán.
Preguntado por la opción de trasladar este modelo a las fábricas que tiene el consorcio alemán en el Viejo Continente, el CEO de Cupra ha señalado que «esta opción sería inviable para la compañía, ya hemos gastado las inversiones para fabricar el Cupra Tavascan en China y doblar las inversiones, en este momento, sería muy difícil para hacer el proyecto rentable».
Impacto en la producción en España
Los efectos de los aranceles podrían tener un efecto boomerang para las plantas del fabricante en España, ya que, con el objetivo de cumplir con los niveles de CO2 exigidos por la Unión Europea, Cupra tendría que reducir la producción de los coches de combustión en Martorell para compensar la caída de ventas de Tavascan en Europa por el incremento del precio de los envíos al sumar un 21% por los aranceles a China.
Ante esta situación, Griffiths ha solicitado el apoyo de la Comisión Europea (CE) y del Gobierno de España, con el que ya ha iniciado una serie de contactos para que éste cambie su postura en Bruselas y vote no a la imposición de aranceles a la importación de eléctricos de China. «Yo espero que sí, que entienden nuestra situación y que busquemos una solución para nuestro caso individual», ha insistido.