Ford descartó un coche eléctrico para Almussafes para poder garantizar el 100% del empleo en la fábrica
La compañía ha adjudicado 300.000 unidades al año a la factoría
Después de meses de incertidumbre en la planta de Ford Almussafes, el fabricante automovilístico ha confirmado la adjudicación de un nuevo modelo de gran volumen con la producción de 300.000 unidades al año. Un coche que no será 100% eléctrico para poder garantizar el empleo y evitar nuevas medidas de restructuración en la factoría valenciana. Todo ello a pesar de ser la instalación para la electrificación de la marca.
Así lo ha anunciado la compañía, que se había comprometido a aclarar las dudas sobre los futuros modelos para la factoría antes de verano y que ha explicado que «la nueva adjudicación se trata de un modelo que no será coche eléctrico 100%, pero que, en términos globales de carga de trabajo y empleo, garantizará niveles superiores a lo que supondría a día de hoy un coche con este tipo de motorización».
La producción de un coche eléctrico supone cerca de un 30% menos de carga de trabajo en las líneas de producción, en comparación con un coche propulsado por motores de combustión -bien diésel o gasolina-, por la reducción de los procesos de ensamblaje y la instalación de un número menor de piezas. Motivo que ha llevado a la dirección de la compañía a apostar por otro tipo de motorizaciones para garantizar el futuro de la factoría.
Cifras de empleo
La fábrica valenciana de Ford Almussafes tiene en vigor, hasta el 20 de junio, un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas productivas y organizativas que durante varios días afectará a más de 2.000 trabajadores, pero el retraso de la llegada de los nuevos modelos ha obligado al fabricante automovilístico a solicitar al Gobierno la activación de un mecanismo especial para garantizar el empleo hasta 2027 que llega la nueva adjudicación.
Se trata del Mecanismo RED, un instrumento de flexibilidad y estabilización del empleo que permite a las empresas solicitar medidas de reducción de jornada y suspensión de contratos de trabajo que sólo se puede aprobar en el Consejo de Ministros, sin precedentes en el sector de la automoción.
El objetivo de la activación de este mecanismo es evitar la aplicación de un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) en la factoría. Desde 2020, el fabricante automovilístico norteamericano se ha visto obligado a acometer reestructuraciones en la plantilla casi una vez al año, con el objetivo de adecuar el número de empleados con los actuales niveles de producción y redimensionar la fábrica hacia los futuros volúmenes de ensamblajes que requieran los nuevos modelos eléctricos.
Electrificación de Ford
Una situación que llega después de que Ford Motors haya reconsiderado seguir vendiendo coches con motores de combustión más allá del año 2030 para el mercado europeo, ante la caída de la demanda por el fin de los incentivos de los distintos gobiernos.
En concreto, Ford anunció en 2021 su objetivo de vender únicamente turismos eléctricos de batería en Europa para finales de la década. El objetivo era más ambicioso que el plan de la Unión Europea de permitir que sólo se vendan automóviles con cero emisiones después de 2035 como parte de su estrategia de reducción de CO2.
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