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Están multando con 500 €: la maniobra que jamás debes hacer con tu coche

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La conducción es una actividad cotidiana para millones de personas, y dentro de las muchas maniobras que se realizan en la vía pública, la marcha atrás es una de las más comunes. A pesar de que los conductores la ejecutan con frecuencia, esta acción sólo está permitida en circunstancias específicas que recoge la normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT). El objetivo es garantizar la seguridad vial, minimizando los riesgos que conlleva esta maniobra, que puede ser peligrosa si no se realiza adecuadamente.

El Reglamento General de Circulación «prohíbe circular hacia atrás, salvo en los casos en que no sea posible marchar hacia adelante ni cambiar de dirección o sentido de marcha, y en las maniobras complementarias de otra que la exija, y siempre con el recorrido mínimo indispensable para efectuarla». El incumplimiento de la normativa puede acarrear sanciones económicas. Circular marcha atrás en situaciones que no están no permitidas se considera una infracción grave y conlleva una multa de 200 euros. Sin embargo, en casos en los que el conductor circule en sentido contrario de manera prolongada, la multa puede ascender a 500 euros.

¿Cuándo está permitido circular marcha atrás?

El Reglamento General de Circulación establece que circular marcha atrás está prohibido, salvo en tres situaciones excepcionales:

  • Cuando no es posible avanzar hacia adelante. En casos donde un obstáculo o una situación en la vía impiden el avance en la dirección normal, se permite la marcha atrás como única alternativa viable.
  • Cuando no se pueda cambiar de dirección ni de sentido. Si el conductor se encuentra en una vía sin posibilidad de girar o hacer un cambio de sentido, la reversa es una opción válida para salir de la situación.
  • Cuando la maniobra sea complementaria a otra. Esto incluye situaciones como estacionar o incorporarse a una vía cuando no hay otra alternativa razonable.

Aún cuando se cumpla alguna de estas excepciones, la ley establece que el recorrido marcha atrás debe ser el mínimo indispensable.

Condiciones

Incluso cuando se permite la marcha atrás, la normativa exige una serie de condiciones para su correcta ejecución. Estas condiciones buscan minimizar el riesgo de accidentes y garantizar la seguridad de los demás conductores y peatones:

  • La maniobra debe limitarse al espacio justo y necesario para solucionar la situación sin prolongarse más de lo indispensable.
  • Es fundamental realizar la marcha atrás a una velocidad reducida para permitir la rápida reacción ante cualquier imprevisto.
  • Es obligatorio activar las luces de marcha atrás y, si es necesario, advertir la maniobra con las señales luminosas del vehículo o con señales manuales.
  • Antes de iniciar la maniobra, el conductor debe asegurarse de que no haya obstáculos, peatones u otros vehículos en la trayectoria del recorrido.
  • Está prohibido dar marcha atrás en autovías y autopistas, así como en túneles y en intersecciones de calles, ya que representan un alto riesgo para la circulación.

Cuando la marcha atrás se realiza como una maniobra complementaria, la distancia recorrida no puede superar los 15 metros y no está permitido invadir cruces de vías.

Recomendaciones de la DGT

Para ayudar a los conductores a realizar la marcha atrás de manera segura, la DGT ofrece una serie de recomendaciones clave:

  • Evitar dejar caer el vehículo en pendiente sin engranar la marcha. Si el coche desciende por gravedad sin utilizar la marcha atrás, las luces traseras no se activarán, lo que supone un peligro para otros conductores.
  • Utilizar los espejos retrovisores y, si es necesario, mirar hacia atrás. Es fundamental asegurarse de que no haya obstáculos o peatones en la trayectoria del vehículo.
  • Ejecutar la maniobra con calma. La conducción en reversa requiere mayor precisión y control, por lo que es recomendable realizarla sin presiones.
  • Siempre priorizar la seguridad. Si no es seguro dar marcha atrás, es preferible buscar alternativas.

Responsabilidad en caso de accidente

Debido a los riesgos asociados con esta maniobra, en caso de accidente, la responsabilidad suele recaer en el conductor que circula marcha atrás. Sin embargo, si el otro vehículo no respeta una señal de stop o ceda el paso, la responsabilidad recaerá sobre el conductor que incumplió la señalización. Mientras, si ambos vehículos circulan marcha atrás o uno invade el carril contrario, la culpa puede considerarse compartida entre los conductores involucrados.

La marcha atrás es una maniobra muy habitual en la conducción, pero su uso está restringido a situaciones específicas por razones de seguridad. Aunque su ejecución está permitida en casos de necesidad, su uso indebido puede conllevar sanciones económicas de hasta 500 euros y la atribución de responsabilidad en caso de accidente. Para evitar multas y riesgos innecesarios, es fundamental conocer las normativas que regulan esta maniobra y aplicar las recomendaciones de seguridad establecidas por la DGT.

En definitiva, ser prudente y estar atento son claves al hacer esta maniobra. Seguir las normas de tráfico no sólo ayuda a evitar multas, sino que también hace que la conducción sea más segura para todos.

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