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El error que todos cometemos con los intermitentes: la DGT lo dice muy claro

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Cuando nos acercamos a una rotonda, a veces surgen dudas sobre cómo debemos señalizar nuestras intenciones, especialmente con el uso de los intermitentes. Muchos conductores, incluso aquellos con años de experiencia, no terminan de dominar esta señalización, lo que puede derivar en situaciones de peligro o, al menos, en confusiones que afectan la fluidez del tráfico. El uso correcto de los intermitentes es esencial para una circulación segura y ordenada, pero en el caso de las glorietas, las reglas no siempre son bien conocidas o aplicadas.

Las rotondas son una forma de gestionar el tráfico en cruces, pero también pueden ser complejas para muchos conductores, sobre todo en lo que respecta a la señalización con intermitentes. Una de las dudas más frecuentes es si se debe usar el intermitente al momento de entrar en la rotonda. La respuesta, basada en las indicaciones oficiales de la Dirección General de Tráfico (DGT), es que no es obligatorio hacerlo al acceder a la glorieta.

Uso correcto de los intermitentes en las rotondas

Una vez dentro de la rotonda, la situación cambia. Aquí, es fundamental utilizar el intermitente para comunicar a los demás conductores cualquier cambio de carril o la intención de abandonar la glorieta. De este modo, se previenen accidentes causados por adelantamientos inesperados o movimientos bruscos que podrían sorprender a los vehículos que circulan detrás.

La DGT insiste en que el uso correcto de los intermitentes dentro de la rotonda contribuye a evitar situaciones de peligro y favorece un tráfico más fluido y seguro. Por ejemplo, si decides cambiar de carril dentro de la rotonda, es obligatorio señalizarlo. Asimismo, al aproximarte a la salida que vas a toma, debes encender el intermitente derecho con suficiente antelación para que los demás conductores puedan anticipar tu maniobra.

Uno de los principales errores que cometen muchos conductores es activar el intermitente izquierdo justo al entrar a la rotonda para indicar que no van a salir en la primera salida, sino que seguirán circulando dentro de ella. Este gesto, aunque podría parecer lógico para algunos, es innecesario y puede provocar confusión o accidentes.

La razón es simple: el intermitente sirve para avisar de cambios de dirección, no para confirmar que se va a continuar recto. En el contexto de la rotonda, la acción de seguir circulando sin salir no requiere señalización porque no se está efectuando ningún cambio de carril ni de trayectoria. Por lo tanto, mantener el intermitente apagado al entrar es lo más correcto.

Por lo tanto, podemos resumir que el uso de los intermitentes en las rotondas se concentra en tres momentos fundamentales: al circular dentro de la rotonda cuando se cambia de carril, al salir de la glorieta, y durante cualquier maniobra que implique modificar la trayectoria dentro de ella.

Carriles

Los carriles son aspecto clave para mantener la seguridad y el orden en la circulación. Según las normativas de tráfico vigentes, los conductores deben optar por circular por el carril exterior siempre que éste se encuentre libre, ya que es el carril destinado a quienes van a tomar la próxima salida o a continuar en la rotonda sin realizar adelantamientos. El carril interior, por su parte, está reservado principalmente para adelantar a otros vehículos o para quienes tienen previsto seguir circulando por la rotonda más allá de la siguiente salida.

En el caso de rotondas situadas en zonas urbanas, los conductores pueden el carril que mejor se adapte a su destino final, siempre que respeten las señales y las normas de circulación correspondientes. Esto facilita la fluidez del tráfico y reduce la congestión en estas zonas.

Un error frecuente y peligroso que suelen cometer muchos conductores es lo que se conoce como la «cruzada»: cambiar abruptamente desde el carril interior hacia el carril exterior justo en el momento de salir de la rotonda, sin preparar ni señalizar la maniobra con antelación.

Esta práctica genera confusión en otros conductores y puede provocar colisiones, especialmente con vehículos que ya circulan por el carril exterior o que se encuentran preparándose para entrar en la glorieta. Por ello, es fundamental anticipar bien el cambio de carril y usar siempre el intermitente para avisar correctamente a los demás usuarios de la vía.

Consejos prácticos

Para evitar errores y mejorar la seguridad al circular por rotondas, conviene seguir algunos consejos prácticos:

  1. Recuerda que el intermitente no es obligatorio ni recomendable al acceder a la rotonda.
  2. Presta atención a las señales de tráfico y marcas viales para elegir el carril correcto.
  3. Dentro de la rotonda, si necesitas moverte al carril interior o exterior, avisa con antelación.
  4. Antes de abandonar la rotonda, enciende el intermitente derecho con tiempo suficiente.
  5. Circula a una velocidad segura, adaptada al tráfico y las condiciones de la vía.
  6. Estate atento a los demás vehículos, ciclistas y peatones que puedan circular por la zona.

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