El aviso de la DGT que nadie esperaba: sanciones de hasta 500 € por incumplir un requisito de la ITV
Para muchos conductores, pasar la ITV puede suponer un quebradero de cabeza, pero es una obligación legal y su incumplimiento puede acarrear consecuencias graves tanto económicas como de seguridad. En este contexto, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado un endurecimiento de la normativa: a partir de ahora no se podrá circular con la ITV está caducada, ni siquiera cuando el conductor tenga cita para renovarla.
Hasta hace poco, muchos conductores mostraban la cita previa como argumento válido ante un control policial, pero esta práctica ha quedado oficialmente anulada. La fecha que aparece en la ficha técnica y en la pegatina del parabrisas es la única referencia válida. Esta medida elimina cualquier periodo de gracia, independientemente de si hay o no citas disponibles en la ITV. La DGT señala que esta regla se aplica en toda España y afecta a turismos, motocicletas, furgonetas, ciclomotores y vehículos industriales.
Prohibido circular con la ITV caducada
El Gobierno ha ordenado aumentar los controles tanto en carretera como en zonas de estacionamiento público. Los agentes pueden sancionar incluso si el vehículo está aparcado, ya que la infracción no depende de que esté circulando, sino de que se encuentre en la vía pública sin haber pasado la ITV. La sanción asciende a 200 euros y la pérdida de tres puntos del carnet; el importe puede subir hasta 500 euros cuando como conducir con una ITV negativa o con un retraso de varias semanas o meses.
Además, en caso de accidente, las aseguradoras pueden negarse a cubrir los daños si constatan que el vehículo no tenía la ITV en vigor, especialmente cuando el siniestro guardaría relación con un defecto que la inspección habría detectado.
El aumento de los controles se debe a una realidad preocupante: muchos vehículos circulan sin haber pasado la inspección o con fallos que suponen un riesgo grave para la seguridad vial. En numerosos siniestros se detectan defectos que habrían salido a la luz en una ITV: neumáticos en mal estado, frenos deteriorados, iluminación incorrecta o emisiones por encima del límite permitido.
José López-Tafall, director general de ANFAC, destaca que «año tras año vemos con preocupación como nuestro parque automovilístico sigue envejeciendo. En 2023, ya superamos los 14 de años de antigüedad. Tan solo en la última década nuestro parque ha envejecido más de 3 años. Y esto teniendo en cuenta que estamos en un proceso de descarbonización y en la transición hacia la movilidad cero emisiones. Es una situación alarmante para la que hay que actuar de inmediato. Desde ANFAC insistimos en que hay que mejorar la eficiencia de los planes MOVES con ayudas directas a la compra y, al mismo tiempo, fomentar una fiscalidad que incentive la compra de vehículos electrificados».
Pegatina obligatoria
El Real Decreto 920/2017, por el que se regula la Inspección Técnica de Vehículos, determina en el artículo 11: «Superada la inspección, se entregará al titular del vehículo la tarjeta ITV diligenciada y el distintivo que acredite haber superado la inspección técnica, cuya colocación será obligatoria en el lugar que reglamentariamente se determine». Asimismo, la Orden CTE/276/2002, que desarrolla el Manual de Procedimiento de Inspección, establece que «el istintivo de inspección técnica deberá colocarse en el ángulo superior derecho del parabrisas, por su cara interior, o en lugar visible en los vehículos que carezcan de dicho elemento».
Novedades en 2025
Uno de los cambios más relevantes es la inclusión obligatoria de la revisión de los sistemas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems), que ya forman parte de los elementos verificables en la inspección. Si durante la ITV se detecta cualquier fallo en su operatividad, el informe será desfavorable.
«Los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor, más conocidos como ADAS (Advanced Driver Assistance Systems), son un conjunto de innovadoras soluciones tecnológicas que se integran en los vehículos para mejorar la seguridad tanto de conductor y pasajeros como de otros ocupantes de la vía, incluidos peatones y ciclistas, además de mejorar la experiencia al volante», detalla la DGT.
Otro punto clave es el refuerzo del control de emisiones contaminantes, especialmente en vehículos más antiguos. Los diésel matriculados antes de 2006 y los gasolina anteriores al año 2000 se someterán a pruebas más estrictas. Las inspecciones también se apoyarán en sistemas electrónicos avanzados, utilizando el puerto OBD (On-Board Diagnostics) para identificar alteraciones en parámetros clave del vehículo.
Finalmente, el proceso avanza hacia una digitalización total. En un futuro próximo ya no será necesario entregar físicamente la documentación del vehículo al llegar a la estación. La ITV accederá a un registro digital con información como los kilómetros, la fecha de matriculación, la póliza de seguro vigente o los datos técnicos del vehículo directamente desde la DGT.
El mensaje de la DGT es claro: no habrá excepciones. El objetivo es reducir riesgos, mejorar la seguridad vial y garantizar que todos los vehículos que circulan por las carreteras españolas cumplen los requisitos legales y técnicos para hacerlo.
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