Los aranceles de Trump dejan fábricas de coches en EEUU sin piezas: los proveedores cancelan envíos
Volvo paraliza su producción en Carolina del Sur por desabastecimiento

Los fabricantes automovilísticos sufren los primeros problemas con la producción de coches en Estados Unidos por los efectos derivados de los aranceles de Donald Trump. Las tasas al envió de productos industriales al país han provocado el desabastecimiento de piezas en las factorías obligando a paralizar las líneas de ensamblaje de la planta de Volvo en Carolina del Sur, de forma temporal, ante las interrupciones continuas en la cadena de suministro. Una situación que podría repetirse por las dificultades para asegurar el stock de las marcas con negocio industrial en Estados Unidos.
En concreto, Volvo Cars ha suspendido temporalmente la producción en su planta de ensamblaje en Ridgeville, Carolina del Sur, debido a una escasez de piezas esenciales, causada por las interrupciones continuas en la cadena de suministro que afectan a la industria automotriz. En estas instalaciones el fabricante automovilístico sueco produce el Volvo EX90 100% eléctrico, un modelo clave en la estrategia de electrificación de la firma en Estados Unidos.
El sector de la automoción se está enfrentando a las consecuencias de las interrupciones en la cadena de suministro global, impulsadas por las recientes tensiones geopolíticas y comerciales.
Unas tasas que están reduciendo la disponibilidad de piezas en varias factorías en Estados Unidos y están retrasando las entregas de coches a sus clientes, no obstante, Volvo es el primer fabricante automovilístico en paralizar sus operaciones industriales desde el anuncio de los aranceles.
Los aranceles de Trump a los coches
Además de la paralización de la producción, las tasas de La Casa Blanca han provocado la cancelación del envío de coches a Estados Unidos como es el caso de algunos modelos del Grupo Volkswagen, Stellantis o Jaguar Land Rover, ante la imposibilidad de hacer frente al sobrecoste de las nuevas tasas.
Tanto es así que los fabricantes automovilísticos no descartan quitar del mercado estadounidense aquellos modelos menos rentables o trasladar al cliente los aranceles en el precio final.
Guerra comercial
Unos gravámenes que están provocando una gran incertidumbre en el sector de la automoción, sobre todo, por los cambios constantes en las políticas comerciales aplicadas por la administración de Trump, que cambio cada semana, o, incluso, cada día.
Después de las conversaciones entre representantes de Estados Unidos y China, ambos países decidieron suspender durante un periodo inicial de 90 días una parte sustancial de los aranceles aplicados mutuamente. De este modo, Washington suspendió los aranceles recíprocos implementados sobre las importaciones procedentes de China, que pasaron a estar gravadas en un 30% desde el 145%, mientras que Pekín recortó las tarifas aplicadas a las importaciones desde EEUU al 10%, frente al 125% anterior al acuerdo.
No obstante, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha acusado este viernes a China de «violar totalmente» el acuerdo alcanzado hace dos semanas para suspender durante un periodo de 90 días la mayor parte de los aranceles aplicados mutuamente con el fin de avanzar en la resolución de las disputas comerciales entre ambos países. Unas declaraciones que amenazan el pacto entre los países y que podría desencadenar nuevas represalias por parte de La Casa Blanca.
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