"He hablado demasiado" | Lo que Paula Echevarría hubiera preferido callar
«Si algo me ha dado la edad es volverme mucho más recelosa con mi vida privada y más cautelosa. Antes me ponía aquí como si estuviera con mis colegas tomando el café y no es así». Con esta frase Paula Echevarría ha querido zanjar las preguntas que la prensa le hacía sobre su relación, ya confirmada, con Miguel Torres. La actriz de ‘Los Nuestros 2’ ha reunido, una vez más, a buena parte de los medios nacionales en lo que ha sido su primer photocall con preguntas tras el comunicado de divorcio. Sin embargo, a pesar de que se ha mostrado amable y sonriente, como de costumbre, parece que algo está cambiando en la estrategia de la actriz en lo que concierne al terreno más privado. Paula Echevarría se arrepiente ahora de haber hablado tanto y tan alegremente sobre lo que ocurría tras los muros de su hogar.
Por ello, este digital ha recuperado algunas de las declaraciones que la actriz ha hecho a lo largo de este último año, su año más complicado en lo que a lo sentimental se refiere. Conocido por todos es ya el «están pasando cosas en mi casa», una frase lapidaria con la que en abril de 2017 dejó de aparentar que el suyo era un matrimonio feliz. Sin embargo, varios meses antes, Paula ya había dado pistas de que su relación hacía aguas. «David está pasando un verano complicado» dijo Echevarría cuando en julio de 2016 pasaron separados su aniversario de boda, una de las fechas más importantes para el matrimonio hasta entonces.
Paula era conocedora del revuelo mediático que se generaba con cada una de sus apariciones publicitarias en las que, como es lógico, había una ronda de preguntas. Anular los contratos firmados no era una opción, pero dejó bien claro que ella era mucho más que ‘la todavía esposa de Bustamante’. «Me he ganado mi popularidad trabajando, no siendo un chocho», espetó ante las cámaras durante la presentación de un teléfono móvil el pasado mes de mayo, dejando para la posteridad una de sus frases más reivindicativas y comentadas, hasta el momento.
Gracias a esta espontaneidad de Paula Echevarría la prensa ha podido conocer cuál era la verdadera evolución de su separación con Bustamante. Y es que, tras las palabras de máxima cordialidad y entendimiento con el que aún era su marido, siempre se vislumbraba la tensión contenida en alguna de sus declaraciones. Así, en octubre del pasado año, la actriz reconoció: «Estoy separada, pero físicamente». Una manera dulcificada de definir la situación de la pareja después de que el cantante se mudara a su nuevo hogar. Aún así, añadió: «Ahora la pelota está en el tejado de David».
Hubo que esperar a finales de enero de 2018 para que Paula pronunciase las cinco palabras que vaticinaban el fin inminente de su matrimonio: «Ya no hay vuelta atrás». Lo hizo a través del periodista Aurelio Manzano en la revista ‘Corazón TVE’, aunque fue finalmente ¡Hola! el medio elegido para hacer público su acuerdo de divorcio con Bustamante el pasado 21 de marzo.
Una espontaneidad que viene de lejos
La ‘naturalidad’ con la que Paula habla de su relación con Bustamante no es algo que se haya dado solo durante el largo año de su separación, sino que viene de lejos. Así, en un acto promocional en 2013, cuando fue preguntada por los rumores de crisis con su marido que circulaban por aquel entonces afirmó:»Mando a mi marido al carajo cinco de los siete días de la semana».
De hecho, la forma en la que siempre intenta responder a las preguntas de los periodistas, no cerrándose en banda como otras estrellas cuando se pisa el terreno personal, ha provocado que Paula acabe contando anécdotas que quizá no son del todo de su agrado. Un ejemplo tuvo lugar en su visita a ‘El Hormiguero’ en mayo de 2016, cuando Pablo Motos le preguntó por el momento en el que conoció a David. La actriz tuvo que reconocer que su futuro marido se fijó en su trasero y, mientras el presentador reproducía la escena, Paula Echevarría reconoció que Bustamante dijo algo como: «Si le acompaña la cara me caso con ella».
Solo el tiempo dirá si Paula mantiene su ‘amenaza’ de ser más reservada con su vida privada, aunque quizá su espontaneidad, o los jugosos contratos publicitarios, no se lo permitan.