María Teresa Campos se replantea su vida
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Una semana después de sufrir una isquemia cerebral, María Teresa Campos se replantea su vida. Su estado de salud, aunque ya estable, ha sido estos últimos días lo suficientemente preocupante para que la periodista reflexione acerca de su futuro y, muy consciente de ello, ha compartido con los suyos ese nuevo ritmo vital que quiere iniciar en cuanto salga del hospital. Entre quienes acompañan estos días a la malagueña demostrando que no solo están en las buenas, sino también en las malas está su gran amiga Meli Camacho, quien explica, en conversación con LOOK, cuál es el estado de ánimo actual de la presentadora ahora que el susto ya ha pasado.
“Este ingreso ha sido un aviso para que se tome la vida de otra manera. Teresa es una persona que se angustia por todo incluso antes de que ocurra y en los últimos meses había sufrido mucha ansiedad. Ella es muy recta y muy perfeccionista. No le gusta dar que hablar y últimamente no lo estaba pasando bien, pero ahora con este susto va a intentar cambiar, aunque la forma de ser de cada uno es muy difícil de moldear y más cuando uno tiene 75 años”, reconoce Meli, esa amiga fiel de María Teresa Campos que está con ella mañana, tarde y noche en el Jiménez Díaz de Madrid.
La bloguera de LOOK quiere preservar para sí misma las conversaciones más privadas que estos días mantiene con María Teresa, pero sí traslada a quienes se han preocupado estos días por el estado de salud de su amiga, prensa inclusive, que la presentadora ve con buenos ojos toda la repercusión mediática de su ingreso hospitalario. “Es consciente de todo lo que se ha montado y tiene una visión muy positiva al respecto. Esto le ha levantado mucho el autoestima y se ha dado cuenta del papel tan importante que todavía tiene en la televisión española”, puntualiza a este medio.
Tras su hospitalización, María Teresa Campos ha recibido mensajes de Julio Iglesias, Cristina Cifuentes, Pablo Alborán… y hasta Paolo Vasile ha acudido a visitarla al hospital para darle su apoyo en estos delicados momentos. Todas esas muestras de cariño han sido para ella “un homenaje” y se han convertido en un gran revulsivo justo cuando lo más necesitaba. “Todo esto ayuda mucho cuando te crees que te has quedado sola después de que te quitasen un programa”, afirma Meli Camacho haciendo referencia al que había sido el último varapalo profesional de su amiga: el adiós de ‘Qué tiempo tan feliz’.
Maximiliano, hijo de Bigote Arrocet, tras su visita a María Teresa / LOOK
Aquella amarga despedida del que había sido su programa unida a la participación de Edmundo Arrocet en ‘Supervivientes’ y a la que ella se oponía (en público y en privado) desgastaron a María Teresa Campos hasta el punto de hacer mella en su estado de salud. Ese “cúmulo de cosas”, como lo denomina su amiga Meli, terminaron por provocarle el pasado martes una isquemia cerebral de la que aún se recupera en el hospital pero con pronóstico favorable. Según Camacho, se trata de una lesión pequeña -nada que ver a la de Miguel Boyer a pesar de las comparaciones- de la que espera recuperarse pronto, pero sin prisa. “Hay que ver cómo evoluciona, pero no hay ninguna prisa por el alta médica. Ahora está bien. Al principio, lo pasó mal porque no le gusta nada estar tumbada en la cama, pero ahora ya pasa la mayor parte del día sentada y está mucho más animada”.
A pesar de todo, no conviene relajarse. Los médicos supervisan la tensión de la presentadora para reaccionar a tiempo en caso de una subida de la presión arterial como la sufrida el pasado domingo y que obligó a los médicos a restringirle las visitas. Durante el fin de semana hubo “un jubileo de gente” que de alguna manera alteraron esa tranquilidad que los facultativos recomiendan ahora a la veterana periodista. “Después de un ictus lo normal es que el paciente guarde reposo”, insiste Meli Camacho, la misma que conoce bien a María Teresa, su vitalidad y lo difícil que será que a partir de ahora convierta su agitada vida en un remanso de paz.