Gwyneth Paltrow, denunciada por el Servicio de Salud Británico: de la vela con ‘olor a vagina’ a sus otras terapias alternativas
La actriz estadounidense ofrece consejos en su documental "The Goop Lab" que podrían ser perjudiciales para la salud de sus seguidores
Gwyneth Paltrow renueva su título como figura en el punto de mira. Tras inventar unas velas con aroma a su vagina, las cuales se convirtieron en un fenómeno de ventas a pesar de su alto precio, la actriz de Iron Man presentó un documental en Netflix sobre su empresa Goop. Esta marca vende productos de moda, cosmética y libros, entre otros.
El contenido de su serie está basado en consejos sobre belleza, salud y estilo de vida, motivo por el que las autoridades sanitarias han convertido a Gwyneth Paltrow en su principal objetivo. El director del Servicio Nacional de Salud Británico, Simon Stevens, ha reflexionado sobre «los dudosos productos de bienestar y los raros procedimientos» que publicita la estrella del cine. Según este experto en salud, el principal fin de esta serie es «entretener e informar, no ofrecer consejo médico», por lo que ha tachado a la cantante como «charlatana» que se hace eco de productos que no conoce del todo.
Uno de los temas más tratados por la protagonista de Shakespeare in love es la zona íntima femenina. La artista incitaba a las mujeres a lavar sus partes con una combinación de vapor de artemisa y luz infrarroja, mezcla con la que conseguirían proteger su útero y regular su menstruación. El resultado, además de no tener base científica, podría ser perjudicial para la salud de quien lo compruebe.
Dentro de los productos dudosos de Goop está el Implant O-Rama, un irrigador de colon que, a pesar de que las autoridades sanitarias hayan advertido de no causar beneficio alguno, afirma ser «un aparato destinado a la aplicación de enemas de café para aliviar la depresión, el dolor severo, la tensión nerviosa, la confusión y los síntomas de alergia»
Entre los tratamientos de la serie The Goop Lab, se encuentra una terapia de tratamiento facial con sangre, algo parecido a un exorcismo. Constaría de la extracción de sangre del paciente para separar el plasma que más tarde se inyectaría en el rostro para rejuvenecer la piel, una afirmación que no ha sido testada por ningún científico.
No es la primera vez que la californiana sufre las consecuencias de sus erróneos consejos sanitarios. En 2018, su empresa fue condenada a pagar 125000 euros de multa por publicidad engañosa, al vender huevos de jade y cuarzo rosa que «regulaban la menstruación y equilibraban las hormonas» según la descripción de la web.
