Cristina Pedroche y David Muñoz, separados por el éxito
La foto más “vigoréxica” de Cristina Pedroche
Cristina Pedroche y David Muñoz desvelan cuándo tendrán su primer hijo
Cristina Pedroche se adelanta a la operación bikini
Vuelos, trabajo y poco tiempo. Esos son los factores que intervienen en la vida del matrimonio de David Muñoz y Cristina Pedroche. Si el cocinero de la cresta ya tenía una vida laboral ajetreada, ahora se suma un proyecto más: la segunda temporada del programa de televisión ‘El Xef’ en Cuatro, que se ha estrenado este domingo. Ahí mostrará la apuesta de su vida, que no es otra que el StreetXo de Londres. Es un restaurante “canalla” situado en el barrio de MayFair, uno de la zonas más elitistas de la capital británica y que tras mucho esfuerzo, ha logrado sacar adelante.
Combinación de sabores que parecían imposibles, camareros ataviados con camisas de fuerza, cerdos voladores y cocktails en vasos en forma de corazón humano. Estas son sólo algunas de las extravagancias que el comensal puede encontrar allí, lugar que la mayoría de gente que ha acudido define como “sitio con mucho rollo”.
En el primer episodio de ‘El Xef’ se ha podido ver a un David cansado: «Me abruma pensar que empieza la semana que nunca terminó para mí o que termina la temporada que tampoco terminó para mí. Es una sensación de agotamiento continua». Muñoz es consciente de que la vanguardia es cara, exige una continua reinvención: «Tengo que pensar en todos los menús de cada uno de mis restaurantes y que todos sean diferentes. Estas ideas se me suelen ocurrir cuando me voy a correr por la mañana». Y es que aunque este genio confía en su resistencia física, su vida es un bucle de aviones, reuniones de creatividad, firma de papeles o de pernoctar en hoteles.
Soñar a lo grande nunca le ha frenado. Las cifras hablan, David paga 35.000 euros mensuales de alquiler por este local al estar situado en una zona tan exclusiva y ha invertido cuatro millones de euros para que este proyecto salga adelante. Es aún más grande que su restaurante de Madrid ‘DiverXO’ y allí, en la capital británica, mantiene a ocho trabajadores que sacan adelante su estimado negocio.
Con estos datos e implicado en su trabajo al 100%, el cocinero trabaja todos los días de la semana. LOOK ha podido saber cómo es su día a día y en su jornada le faltan horas para llegar a tiempo a todo lo que hace. Muñoz trabaja cinco días en DiverXO y dos en el StreetXO, lo que implica viajar continuamente. Su calendario laboral se ciñe a cerrar el sábado de madrugada su restaurante madrileño para viajar en el primer vuelo del domingo hasta la capital de Inglaterra. Cuarenta y ocho horas son las que pasa allí para terminar el martes a primera hora volviendo a España. No pasa por casa y desde el aeropuerto de Madrid-Barajas el marido de Pedroche se traslada directamente de nuevo hasta DiverXO para proseguir con su trabajo. Un no parar.
Haciendo cuentas de sus horas libres, David tiene que hacer encaje de bolillos para poder ver a su mujer, Cristina Pedroche. Su jornada comienza a las 11 de la mañana pero hasta las 5 de la tarde no descansa. Únicamente tres horas de su tiempo es lo que tiene libre hasta que vuelve a retomar su trabajo para ofrecer las cenas de su solicitado restaurante.
Se desconoce cómo se organizará el matrimonio cuando se conviertan en padres. Ya han anunciado cuando quieren serlo, será después de que cumpla su próximo reto profesional: abrir un restaurante en Nueva York. Se podría decir que David Muñoz, dueño del único restaurante de Madrid con tres estrellas Michelin está sacrificando literalmente su vida por un sueño que a día de hoy, ya es realidad.
Ambos están profundamente enamorados y así lo declara la presentadora en cada una de sus apariciones. Pese a que Cristina viaja continuamente hasta Londres para ayudar a su marido, el tiempo del que disponen para disfrutar como pareja es mínimo. De ahí, que esta relación sentimental se pueda ver perjudicada ante el trajín que le provoca la vida profesional del cocinero. ¿Llegará la calma a la vida de esta pareja? Sólo el tiempo lo dirá.